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Toni Moog: “Independientemente del virus, ya es cruel que se cierre el Club Capitol”

Confinamiento. Día 10: Toni Moog

Llegamos al final del cybershow con un cómico de altura. Y no solo porque mida 1,90, ya que Toni Moog en los últimos años ha demostrado ser uno de los humoristas más aclamados de nuestro país.

Su humor canalla y desenfrenado le ha permitido llenar salas por donde ha pasado, como por ejemplo el Club Capitol, donde ha batido récords como el de más años seguidos actuando ahí (14) o más funciones realizadas (1250).

Un hombre muy cercano con el público y que les ha brindado espectáculos como “Singles”, “Facemoog”, “Follamigas”, “Hollymoog”, “Blanca Navidad”, “100% Toni Moog” o, la más reciente, “Fortnique”, que estaba en cartelera justo cuando estalló la crisis sanitaria.

También le hemos visto grabar para Comedy Central o “El club de la comedia”, espacios donde puso de moda el QUE PUM QUE PAM o su lema: El #Sudalapollismo. Con él vamos a hablar de cómo va a encarar esta tercera semana y, sobre todo, que opina del inminente cierre de su querido Club Capitol. Además, nos pide que incidamos en concienciar a la gente que se quede en sus casas. Así será.


Encaramos ya la tercera semana de confinamiento. ¿Cómo afrontas esta prórroga?

Pues con mucha paciencia. Hay que meterse en la cabeza que esto va para largo y no hacerse expectativas de cuándo vamos a poder salir a la calle, porque si vamos sumando 15 días más continuamente nos vamos a decepcionar. Ya ves cómo está actuando el gobierno, que parece que está improvisando todo el rato con esta crisis. Hay que ser cautos y mentalizarnos que puede durar más de lo que nos dicen.

Tengo entendido que lo estás pasando con tu hija. ¿Cómo lo está llevando?

Sí, los 10 primeros días estuve con ella. Estoy separado y nos lo vamos turnando con su madre. Tiene 8 años, es muy buena, pero muy revoltosa. Ya tiene consciencia de lo que está pasando, porque los niños de su edad hoy en día ven la tele y se vienen arriba cuando saben que no hay cole. El virus les emociona y lo viven como una aventura. Era momento de jugar con ella, ayudarla a hacer los deberes, si consigo abrir los archivos que cuelga su colegio en internet, porque yo no me aclaro con eso.

¿Qué le dirías a todo aquel que se salta la cuarentena?

Les diría que se lo tomen en serio. Está demostrado que el confinamiento tiene un sentido útil. No entiendo a la gente, que aun sabiendo el peligro que tiene este virus, se le ocurre salir a correr, por ejemplo. Quiero pensar que es porque no ven las noticias. En nuestro país, hemos llegado al punto de tener más infectados que China y aun así no acabamos de concienciarnos. Sigo pensando que la culpa es de la gestión que están haciendo nuestros políticos, porque han preferido no crear alarma en un principio para no asustar a la población. Hubiera preferido que la hubieran creado, porque así nos hubiéramos dado cuenta de la magnitud del asunto. Lo más triste es que se ha permitido que se culpe a la manifestación del 8M de la propagación de la pandemia, porque ese fin de semana hubo partidos de futbol, obras de teatro, meetings políticos de VOX… pero la culpa es del feminismo. De esta crisis, quienes saldrán peor parados son los políticos.

En junio, el Club Capitol cerrará sus puertas para siempre y ahora se encuentra cerrado por la crisis sanitaria. ¿No crees que este es un cruel final para un sitio que te ha dado tantas alegrías?

Independientemente del virus, ya es un final cruel para el Capitol. Hay un propietario que lo quiere vender y así ha sido. Tiene todo el derecho a hacerlo, pero aquí la culpa es de la alcaldesa de Barcelona y la administración por permitir que se especule tanto con los alquileres. Además, no están protegiendo el patrimonio cultural de la ciudad. En cualquier otro país europeo, cuando alguien compra un teatro tiene que seguir utilizando ese espacio como teatro, pero aquí no. Es triste a nivel personal, porque a mí me ha cogido en plena temporada con mi última actuación ahí y mi último fin de semana estaba previsto que fuera el primero de mayo. Para entonces, no creo que esté arreglado y, si lo está, solo me dará para una semana de espectáculo. Pero me quiero acordar también de Tricicle. Estaban llevando a cabo su última obra juntos antes de despedirse definitivamente de los escenarios y ahora les va a quedar un final no tan espectacular como seguro que iba a ser. Y, por supuesto, acordarme también de todos los autónomos que están siendo afectados por esta crisis. Vamos a perder mucho por culpa de este virus.

Tu primera vez en un escenario fue a raíz de una apuesta. ¿En qué consistió?

Pues como te puedes imaginar: la apuesta española. Estaba con Dani Mateo, Ángel Martín e Iñaki Urrutia. En 2003, yo era técnico de sonido en una sala de jazz y ellos estaban haciendo un bolo ahí. Los veía actuar y dije “esto puedo hacerlo yo”. Me dijeron “no hay huevos” y claro, te dicen eso y haces lo que sea, aunque te toque darte cabezazos en la pared. Me subí al escenario y ahí empezó todo, aunque siempre he llevado al humorista dentro de mí toda la vida.

¿Qué significado tiene para ti el “QUE PUM QUE PAM”?

Es como mi sello, junto al Sudalapollismo. Me acuerdo que estaba en un monólogo y yo quería contarle al público que había ese día que la juventud de ese momento estaba perdiendo vocabulario y que no leían. Usaban expresiones como “Del palo” o “De tranquis” y el “Que pum que pam” formaba parte de ese vocabulario. Fue un hit que a día de hoy me lo siguen recordando y, de hecho, vi como en un capítulo de “La casa de papel” el personaje de Nairobi lo decía. Fue una pasada.

Has hecho múltiples obras de teatro. ¿A cuál le tienes más cariño?

Me quedo con “Blanca navidad”, porque llevo 11 años haciéndolo y aun así la sala se llena siempre. Recuerdo un año que me lo prorrogaron tanto que llegué hasta Semana Santa y tuve que decir yo que no quería seguir porque, para la época del año que era, ya no tenía sentido hablar de la Navidad. Pero del resto guardo muy buen recuerdo. “Follamigas”, por ejemplo, fue un pelotazo y “Fortnique”, que es el que estoy haciendo, me lo paso muy bien interpretándolo.

¿Recuerdas alguna anécdota que te haya pasado encima de un escenario?

Recuerdo un bolo que hice en Bilbao. Estaba en un teatro de 1000 personas. Justo iba a salir, con mi bebida con hielo en la mano, y me llevé por delante un cable y me caí de boca. Claro, al ser una caída inesperada la hostia fue peor. La culpa fue del regidor de turno, que no me avisó que había ese cable en el suelo. Imagínate su cara cuando volví, con mi 1,90, para pedirle explicaciones. Lo mejor fue que mi bebida no se derramó ni una gota y salí de nuevo al escenario a actuar lleno de sangre. La gente se descojonaba.

Luego recuerdo otro bolo, en el que había un señor mayor en primera fila. En un momento dado, parecía que no respiraba y yo me asusté, pensé que había muerto. Me acerqué y pegó un ronquido de campeonato.

¿Qué gag nos harías para amenizar la cuarentena?

Pues estos días me he dado cuenta de que los chavales de hoy en día no son como los de antes. Mi hija de 8 años ya sabe más de lo que yo pensaba. Los zascas ya los domina. El otro día le pedí que me trajera un Red Bull de la nevera y cuando le di un sorbo me dice “¿Ves? Bebértelo sí que sabes”. Luego recuerdo otro día que la fui a buscar al colegio y cuando le dije que era momento de irnos a casa y, como ella quería seguir jugando, me soltó un “Vale, nos vamos, pero no me pegues”. No la he tocado en la vida, pero ella quería meterme en un follón. También preguntó si esa noche íbamos a cenar, dejándome muy bien con la gente. Ella ve como es su padre y decide imitarlo. También te das cuenta que, a nivel de sexo, ya saben demasiado. No puedes ir con el cuento de la abeja y el polen porque ya saben que es el sexo anal, por ejemplo.

Test confinamiento

¿Qué echas de menos de salir a la calle?

La calle propia, el hacer vida en el exterior.

¿Con quién lo estás pasando?

Ahora mismo, con mis perros. Los primeros días, con mi hija.

¿Has empezado un nuevo hobbie?

No, pero he recuperado viejos hobbies como leer.

 ¿Qué fue lo primero que compraste en el súper?

Red Bull.

¿Has empezado alguna serie?

Quería empezar Peaky Blinders, pero aún no he podido.

¿En qué inviertes las 24 horas que te toca pasar en casa?

Tocarme lo que no suena todo el día. Vivo el confinamiento de tal forma que ya no sé ni qué día es.

Escrito por

Redactor de Deportes. Mi especialidad: futbol y motor. En mis ratos libres hago carreras populares y maratones. También soy locutor de radio

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