La compañía Dos a l’Atzar, formado por Marco Sanfilippo y Mari Fernández, han presentado el pasado fin de semana “Connexions. Un viatge en el temps improvitzat”, una divertida y nueva experiencia de una obra de teatro improvisado. La obra se ha vuelto a programar para los días 13 y 27 de abril, las entradas ya están disponibles en Atrapalo.
El espacio que lo acoge no es más ni menos que una modesta y preciosa sala situado en los bajos de la calle Ramón y Cajal, 35, de Barcelona, llamada Asociación La Casa dels Contes. Eso sí, es un escenario increíble para viajar en el tiempo en el que el teatro se “hacía con lo puesto” y en el que la imaginación del espectador llenaba el escenario. La verdad es que tenéis que ir, es precioso.
Teatro improvisado pero con un hilo conductor
A diferencia del teatro improvisado, en esta obra hay un hilo conductor, lo que desdibuja perfectamente lo improvisado de lo guionizado. Dos amigos se encuentran para representar una obra, pero todo cambia cuando uno de ellos presenta un reloj locomotora capaz de realizar viajes en el tiempo.
La obra se divide en cuatro escenas improvisadas, diseñadas junto a la interacción de los asistentes, y que quiere mostrar pasado, presente y futuro de la humanidad. Todo con la finalidad de recordarnos la interconexión entre las civilizaciones, quiénes tienen la batuta para decantar el futuro con sus pequeñas acciones.
La crítica de Connexions
En los setenta y cinco minutos que tiene lugar esta representación, las carcajadas no cesan.
El director español de cine, Álex de la Iglesia, dijo una vez, «no hay nada más divertido que cuando ocurre algo inesperado en un funeral, porque en una situación trágica es cuando uno tiene más ganas de reírse: eso es el humor, lo inesperado«. Esta obra es inesperada, en todas sus formas, en todos sus cambios.
La avispada mente de sus protagonistas puede sorprenderte. Se nota la química de ambos, la complicidad, pero también la adaptabilidad de registros, emociones y diálogos.
Dos intérpretes de nivel
En el comienzo de la representación, Marco Sanfilippo parecía llevar todo el peso de la obra, siendo Mari algo menos visible, pero en el arranque de la segunda trama, ella se centró y recuperó protagonismo.
Fuimos testigos de una pareja de intérpretes alucinante. Cuando los dos se encuentran al mismo nivel, la obra no tiene freno y se desliza por el tiempo, ofreciendo una divertidísima y alocada comedia.
El contrapunto de hoy es una reflexión personal. El público entra frío a la sala, estaría bien calentarlo con algún juego antes de empezar la primera escena. También siento que son escasas las aportaciones del público en la historia, podría ser que en mi sesión, el público le costó liberarse, pero por eso considero que la obra debería alargar más en la introducción y acortar en la escena final.
No obstante, fue un ejercicio de nivel, salieron muy fuertes, habiendo demostrado sus facetas, sus capacidades. Es una obra de la que supera, en cuánto a técnica y originalidad, los espectáculos de improvisación y añade una nueva faceta al teatro clásico.
Es una clara recomendación teatral para esta temporada si estás cansado del teatro de masas y quieres ver originalidad, comedia y muy buena técnica actoral de dos artistas que aún son desconocidos, pero el tiempo me dará la razón y se darán a conocer.
