Doce canciones, ¿qué has descubierto de tu música en este proceso?
Buena pregunta, creo que he descubierto que por carácter y mi forma de ser, necesito sentir que en el estudio pasan cosas nuevas. Será fruto de la edad, no lo sé. Pero como artista, necesito sentir que no estoy haciendo un disco homogéneo, sino que se pueda ver, dentro de la música que me siento identificado, las diferentes paletas de colores.
Y algo que ya intuía de antes, es que durante el proceso de grabación, que ha durado muchas horas, es que tengo también la necesidad de estar comunicarme al público a través de las grabaciones. En el concepto de lo que hoy es la música, centrado en sacar single, tras single, tras single, está guay, pero cuando te sientas a producir diez canciones de un tirón, ves lo que falta, lo que sobra y liga mejor cada concepto.
“Tengo también la necesidad de estar comunicarme con el público”
Si no hubiera grabado este disco, hubiera canciones que no hubieran existido de otra forma, como por ejemplo el outro del final del disco. Es un tema de voz y guitarra y que para mí es muy especial, porque la gravé con la última guitarra que tubo Antonio Vega.
“Todos pasamos por momentos duros”
¿Escuchando “De qué vale“, me preguntaba si en algún momento la música te ha dado la espalda y te ha cuestionado continuar?
Sí, creo que nunca me he planteado dejar la música, para bien o para mal, me gano la vida con la música desde que tengo veinte años y pago el alquiler y me dedico a ello. Tampoco puedo plantearme dejar de ser lo que soy, aparte de mi profesión, es mi identidad.
Pero con respecto a carrera, todos pasamos por momentos duros y baches y sientes que todo es muy negro. Quién más y quién menos, no pienso que haya pensado en abandonar, pero si en hacer un parón.
