A las personas buenas, te alegras que las cosas le salgan bien. Porque esa es la mejor definición que podemos hacer de Rafa Romera, una buena persona, con un gran talento para la música, además. Este joven de 23 años, natural de Córdoba, ha sido uno de los concursantes de la presente edición de Operación Triunfo 2020 y su paso por el talent no ha pasado desapercibido. Su voz característica y su buen rollo en la academia ha calado hondo en los espectadores del programa. Ahora mismo, ha sacado al mercado su single llamado “Díselo a la vida” y que puede decir con orgullo que ha sido tema grupal de la gala 4 de OT y, además, ha sido declarado himno de OT 2020. Sin duda, un chico que su carisma y su talento tiene un futuro prometedor.
Hablemos de tu single. ¿Cómo valoras sus primeros días?
Teniendo cuenta que lo hice hace un montón de tiempo, estoy sorprendido de la gran acogida que ha tenido y jamás pensé que gustara tanto a la gente.
Jesús, el día después de tu expulsión, dijo que lo iban a convertir en el himno de vuestra edición.
Fue a raíz de la firma de discos. Vimos que en todos lados la gente la cantaba y eso nos hizo ver que caló hondo. La escribí yo, pero considero que es una canción nuestra, la hemos cantado mucho tiempo durante el casting. Lo hablamos todos y nos pusimos de acuerdo para convertirlo en el himno de OT 2020.
¿Cómo te sentiste cuando Noemí dijo en el reparto de temas de la gala 4 que la canción grupal iba a ser “Díselo a la vida”?
Imagínate, cuando Noemí empezó a decir que la canción grupal era del 2020 y que se llamaba “Díselo a la vida” yo no terminaba de creerlo. Luego me puse a llorar de la emoción tan fuerte que sentía. Es una canción que he compuesto en mi casa con ilusión y ver que la cantaba con mis compañeros y luego en la gala ver al público entregado fue sensacional.
En estos tiempos de confinamiento, estarás de acuerdo que viene de perlas escucharla.
En mi pueblo seguro. Cada tarde la ponen y eso me hace muchísima ilusión. Transmite buen rollo y, como es un pueblo pequeñito, retumba en todos lados.
¿Qué valoración haces de tu paso por el programa?
Ha sido muy loco. Pasas del anonimato a ser conocido por mucha gente de un día para otro. Tienes una exigencia muy grande y te das cuenta que ya no es como cuando cantabas delante de 20 personas en un bar. Has de tener una evolución muy grande y demostrar que cada día eres mejor artista. A pesar de la dureza, considero que es la mejor experiencia de mi vida.
¿Tenías miedo de que te encasillaran como el payaso de la academia?
Yo soy bastante payasete en mi día a día. Me gusta que la gente que me rodea se lo pase bien y se divierta conmigo. En los momentos tristes, soy partidario de guardármelo para mí. Me sale de corazón el hacer disfrutar a la gente y por eso considero que disfrutan tanto conmigo. Si no te sale de dentro, si lo fuerzas, no te sale natural.
También hay que destacar tu voz. ¿La constricción te hace único?
Me gusta transmitir con mi voz. Intento que mi mensaje llegue a la gente y creo que por eso pasé el casting. Yo vengo de cantar en la calle y en los bares y nunca he afinado la técnica vocal. Ese es un aspecto que quiero mejorar y trabajar a fondo, porque es muy importante.
¿Qué sentiste cuando Natalia te dijo que no tenías una gran voz?
Son críticas que te pueden hacer y hay que entender que estás expuesto a ellas. Es un jurado que te está valorando y tienes que acatar lo que te digan. He de decir que no me las tomé mal y pienso también que nunca fueron ofensivos conmigo. Me trataron con mucho respeto.
¿Cómo es la vida dentro de la academia?
Es difícil. Hay mucho trabajo durante todo el día y se hace duro. Pero también hay que entender que esta es la vida que tiene que tener un artista, porque sin trabajo no se llega a ningún lado. Tu entras en la academia disfrutando de la música, pero no sabes el sacrificio que supone. Ahí lo aprendes y lo acabas aplicando en tu día a día fuera de la academia.
Define el papel de Noemí en Operación Triunfo.
Es la mamá de todos. Su rol de líder lo lleva de 10 y consigue llevarnos a todos por el buen camino y, siendo nuestro mundo muy competitivo, es normal que choquemos a veces. También nos hace ver la realidad de este mundo y nos guía para que intentemos triunfar una vez fuera.
¿Qué sentiste en la firma de discos?
Fue muy fuerte. Cuando se abrieron las cortinas del Centro Comercial de las Arenas de Barcelona y vimos la cantidad de gente no nos lo podíamos creer. Fue emocionante verlos y saber que algunos te decían que llevaba toda la noche esperando. Yo hubiera estado horas con cada uno, pero no podía ser. Había unos protocolos que seguir, pero yo hubo un momento que los olvidé y me dediqué a dar besos y abrazos.
La actualidad está marcada por el coronavirus. ¿Cómo os explicaron lo que estaba pasando fuera?
Nos enteramos cuando fuimos a la firma de discos. Nos contaron de que iba la enfermedad y cuáles eran los protocolos que teníamos que seguir durante la firma. Luego en las galas nos advirtieron que no hiciéramos el pasamanos con el público, por el riesgo de contagio, y a nosotros nos dio mucha pena, porque ese es un momento que llevamos esperando toda la semana por la ilusión que nos hace ilusión por el hecho de agradecer a la gente el apoyo que nos transmiten durante la gala.
Háblanos de Confina2, el programa que hacéis Iván Labanda y tú en el canal 24 horas de OT. ¿Cómo surgió la idea?
Se improvisó. Iván estaba haciendo un directo en instagram, yo me metí en él y dejamos caer que estaría bien hacer un programa los dos y resulta que los de Operación Triunfo nos compraron la idea y ahora estamos en el canal 24 horas pasándolos en grande.
Si Operación Triunfo regresa a las pantallas y acaba esta edición, ¿a quién ves ganando el talent?
Personalmente, creo que va a ser Nía. Es una gran trabajadora y es la que lo estaba petando fuerte dentro de la academia.
