¿Ignasi, qué tenemos aquí?¿De qué se trata esta exposición llamado sin imagen?
La exposición sin Imagen esta marcada por dos partes, una arquitectónica dónde se han construido muros enteros específicamente para este site-especific y por otra parte, las palabras que vemos a lo largo del espacio.
Aunque si entras por primera vez ya notas que no son perfectas.
Claro, pero podría no estarlo. He pensado en el espacio, con sus columnas y a partir de él construir las paredes que juegan con el espacio natural.
Para mí, esta labor me ha ayudado a pensar en estos ejes que te permiten apreciar el espacio original y verlo tras la intervención de paredes que no siguen de forma perpendicular del plano original, observar como las vigas del techo y las columnas se difuminan entre ellas y las atraviesan.
¿Es este desorden que crea orden, podríamos afirmar entonces?
He creado algo parecido a un laberinto que de entrada no entiendes hacia dónde conduce ni qué camino hacer. Y una vez completado el recorrido te das cuenta que pocas alternativas existen, pues el espacio no es tan grande como para perderse.
Crean subespacios, más pequeños, que crean una sensación de efecto espejo entre ellas, pero con algo que las diferencias gracias a la la palabra central que hay en ellas.
A medida que te mueves, te acercas o te alejas va cambiando tu visión del espacio.
Sin imagen busca la complicidad y la implicación del espectador
¿Por qué llegamos al final y lo que tenemos de frente es la palabra secreto y una censura?
Todas las palabras tienen que ver con la idea de no imagen. Estas palabras de alguna manera niegan la presencia de la imagen, por eso son las que reemplazan la imagen.
La exposición, sin imagen, busca la complicidad y la implicación del espectador. Cada espectador puede llenar de imagen, o no, cada palabra.
Hay un recorrido previamente pensado en la entrada encontraremos palabras alejadas de lo real, mentales, cómo inconcebible, impensable, invisible; mientras que al final tenemos las más cercanas como censura, secreto, acciones más ligadas a lo cotidiano.
¿Cómo has llegado a hacer que la obra de arte sea la estructura, no sé tú, però no debe ser fácil llegar a carecer de la obra de arte para meternos en ella?
Llegas a partir de tu trabajo anterior, llegas tras hacer una propuesta distinta en la que juegas con el espacio y la estructura de este espacio, todo eso hace que llegues mi trabajo a esta punto.
Esta conclusión es el producto de todo el trabajo anterior, el trabajo con el texto, el trabajo con lo invisible, estos conceptos que ya están presentes en otras obras. Pero esta vez será el espectador quien termine la exposición.
Parece que sea la ausencia de la exposición.
Sí, pero además se han tenido que hacer muchas cosas antes para llegar hasta aquí, pero llegan a pasar desapercibidas.
He aprendido a sintetizar y llevar a los mínimos elementos posibles
De hecho es curioso que hayas elaborado este trabajo en la que haces que nos centremos antes en los elementos que no suelen ser visibles en las exposiciones, como las columnas, las paredes, la iluminación o la puerta de emergencia.
Claro, todo eso se destaca como reacción a no tener nada que ver.
¿Por qué has elegido esta tipografía que nos recuerda a los contenedores para el traslado de las piezas de arte?
Las palabras están grafiteadas sobre pared. Plantillas metálicas cortadas. Quería que las palabras que se integrasen completamente a las paredes y no sean un añadido como un vinilo. El hecho de pintarlas sigue la línea de mis trabajos anteriores.
¿Cuando la ausencia de todo lo que creemos que es arte cuál es la dificultad que se encuentra uno para que arte sea la ausencia de él para serlo?
Parece una contradicción (Ríe) Es una obra muy sintética, muy reduccionistas, minimalistas para que exista algo. En este tipo de trabajo la idea es muy importante y hay que pensar bien cómo plasmarlo. El hecho de trabajar con las palabras es algo que ya había experimentado previamente, por lo que no es novedoso para mí, pero sí a jugar con la ausencia de imagen, escultura o objetos.
En cierta manera la idea es que el espectador piense y llegue a pensar cómo llenar esos vacíos, qué le sugieren. Falta que el espectador complete la obra con su presencia, con su reflexión.
¿Qué es el arte para un artista?
Para un artista sería lo que él hace.
¿Y para ti?
Para mí cualquier cosa que se considere como tal. Lo único que es necesario es la voluntad de considerarlo obra de arte y poco más. Tenemos suficientes ejemplos para pensar que cualquier cosa puede ser considerado como tal, entonces, lo que lo hará es la voluntad de alguien que lo sea.
Y hablando de arte, ¿España es un buen escenario para forjar una carrera en las artes?
Realmente es complicado, nuestro país no tiene un mercado de coleccionistas desarrollado, son muy pocos. Las instituciones están en una situación precaria, presupuestariamente, desde la crisis no se han recuperado.
Yo creo que se necesita mucha fuerza de voluntad, mucha pasión, un punto de obsesión para seguir adelante, porque hay muchos obstáculos y nada lo pone fácil. Pero si uno tiene la necesidad y tiene ganas y pelea hasta la saciedad, pues sí que podrá sacar su trabajo adelante y darse a conocer.
También es cierto que actualmente hay más facilidades para comenzar para un artista joven que incluso para los que son de media carrera. Cuando hemos hecho cinco o seis exposiciones es más complicado continuar que uno que comienza.
¿Por qué?
Porque para hacer las primeras existen plataformas, diferentes convocatorias incluso abiertas y siempre hay un interés por lo nuevo, lo joven y la novedad. Cuando llevas dos o tres exposiciones a gente ya ha visto qué haces y se sorprende menos por lo tanto es más difícil generar sorpresa. Es más difícil, pero estamos para intentarlo.
¿Ya estás trabajando en el siguiente proyecto?
Si, esta semana inauguro otra exposición en la Galería Toni Tàpies que recoge la estela de este trabajo, no de forma idéntica a la forma, pero si en el concepto, que se plasman en una serie de grabados de ediciones que he hecho con esta galería.
