¿Has oído aquello de que “para querer a los demás primero hay que quererse a uno mismo”? Este San Valentín, Treatwell te invita a disfrutar del amor propio y darte una sesión de mimos extra junto con Platanomelón, una de las webs de juguetes y productos eróticos más punteras en la actualidad. Y es que un buen masaje y la masturbación se parecen mucho, y no sólo por la sensación de bienestar que dejan al acabar. Sigue leyendo y descubrirás qué tienen en común a nivel corporal e incluso psicológico. Un aviso: a partir de ahora te costará elegir entre masaje y una sesión a solas de autoplacer.
“Depende del tipo de masaje, pero normalmente el paciente nota un aumento de calor en la zona que se masajea y una bajada de la tensión muscular. En general, la sensación es de relajación y de bienestar, puesto que se reduce la actividad del sistema nervioso simpático y se aumenta la del sistema nervioso parasimpático”, explica Jesús García Olivares, fisioterapeuta del centro Osteobaix, experto de Treatwell.
Algo parecido ocurre durante la masturbación, aunque a diferencia del masaje, “se produce un aumento del pulso, de la sudoración y de la respiración, y se dan contracciones, especialmente pélvicas, pero también en otros músculos, como las piernas”, comentan los expertos de Platanomelón. A nivel físico es importante destacar que masturbarse no mejora el tono pélvico pero sí lo puede hacer el uso de juguetes vibradores, porque estimulan los músculos.
La reducción del estrés y el alivio del dolor, provocado por una relajación de la musculatura, también son dos de los puntos en común de la masturbación y el masaje. “En el caso de la masturbación, se ha visto que fortalece el sistema inmune, encargado de prevenir infecciones y aliviar el dolor gracias a las endorfinas que se liberan durante la excitación y el orgasmo”. ¿Sabías que la masturbación puede disminuir los dolores menstruales y los dolores de cabeza y ayuda a conciliar el sueño? No hay remedio más natural y gustoso.
Un mundo de sensaciones
Según el experto, al recibir un masaje nuestro cuerpo libera endorfinas y salimos de la consulta con una sensación de mejor humor. Pero esto no acaba aquí, sino que nuestra autoestima se ve favorecida: nos sentimos mejor con nosotros mismos, lo cual ayuda también a tener mejores vínculos sociales con la familia, los amigos, la pareja… Con la masturbación sucede igual, aunque especialmente refuerza nuestra autoestima sexual. “Cuando conocemos nuestro cuerpo y cómo darnos placer, valoramos más
nuestro potencial erótico, tanto en pareja como a solas”.
En resumen, para tener una vida sexual plena es necesario conocerse, ¿y qué mejor que a solas? De menos a más intensidad tanto en un masaje como en una sesión de sexo a solas, el ritmo y la intensidad van de menor a mayor. “El masaje se inicia con técnicas suaves y superficiales para activar la circulación; después se pasa a una parte central, en la que se va subiendo la intensidad y la profundidad sobre el tejido para crear el efecto deseado; y en la parte final hay una disminución progresiva para después pasar a técnicas de reabsorción de la circulación”, explica Jesús García Olivares.
E igual que en los masajes se incorporan elementos como aceites o piedras calientes para potenciar los beneficios y la sensación de bienestar, en la masturbación también se pueden incorporar accesorios como vibradores u otros juguetes sexuales, lubricantes, música… Ni los masajes ni la masturbación tienen efectos adversos ni son perjudiciales para la salud, así que ¡a disfrutarlos!