El director israelí Ari Folman empezó su carrera de exitos en Cannes 2008 con “Waltz with Bashir”, ahora regresa con otra interesante trama sobre una de las víctimas más famosas del Holocausto. Nos situamos en la Europa mas actual postcrisis de refugiados. “¿Dónde está Ana Frank?” cuenta la historia de Kitty, la musa imaginaria a la que Anne escribió su diario. Contada a través de una serie de escenas retrospectivas de los eventos documentados en el diario original de Anne, combinadas con aventuras fantasiosas que Kitty encuentra en la Ámsterdam moderna, la película se presenta como una especie de reinvención para adultos jóvenes de la notable historia de Frank, alentando a nuevas audiencias a comprender el poder de su literatura. destreza y la tragedia de su pérdida.
Con la voz bastante popular de la estrella de “Bridgerton” Ruby Stokes, Kitty está convencida de que si ella todavía está viva, Anne también debe estarlo. Lamentablemente, la realidad de la situación es, considerablemente, más complicada. Aunque el nombre de Anne se le ha dado en forma de homenaje a casi todos los puentes, bibliotecas y teatros de Ámsterdam, la ciudad (y el mundo) no parece haber comprendido, asimilado, las lecciones más conmovedoras e importantes que nos dejó como legado su corta vida.
Tácitamente, lo que Ari Folman parece demandar es que si vamos a “usar” como reclamo el antiguo refugio de Frank y los pensamientos privados sobre el libro que se ha convertido en sinónimo de ella, también debemos abordar el alcance total de la indescriptible degradación que soportó y cómo nuestro la apatía y la falta de empatía están permitiendo que ocurran otras injusticias abominables frente a nosotros.
El clímax de “¿Dónde está Ana Frank?” rebosa de esperanza y sinceridad que podría etiquetarse como sentimental, pero en el contexto de esta expedición emocional trascendental, es una necesidad ganada creer que realmente podemos crecer y preocuparnos genuinamente por los demás.
