-Tranquila cielo.
Parecía tan frágil. Nunca la había visto así. Los demás siguieron avanzando. Los acabé perdiendo de vista. Le puse un mensaje a Serena diciéndole que llegaríamos un poco más tarde, que hemos tenido una emergencia. Ella sabrá a lo que me refiero.
Dejé que Amelie se calmará, y después nos sentamos en un banco. Esperé a que estuviese lista para hablar.
-El día de la fiesta, Alex y yo discutimos. Estaba borracho, y …-vi como se avergonzaba de lo que estaba a punto de decirme. -quería que lo hiciésemos. Yo no quería y él insistió. Estaba fuera de sí. Me dijo que las zorras como yo merecen todo aquello que nos pase.
Volvió a echarse a llorar. Sentí una creciente rabia y odio hacía ese cretino.
-¿Te ha hecho daño?
Ella negó con la cabeza.
-No entiendo. Está enamoradísimo de ti. No le veo capaz ni de matar una mosca, y menos tratar de violarte. A ti. Al amor de su vida.
-Vio un video mío con otro y le cabreó. No estaba con él en aquel entonces, pero se molestó.
-¿Imagino que habéis roto?
-No quiero volver a estar con él nunca más.
Sentía mucha lástima por ella. Alex era un gilipollas, y nadie se merecía una ruptura así.
Se limpió las lágrimas y soltó todo el aire que llevaba encerrado.
-Sabes, debería sentir dolor o algo cuando rompes con tu novio, pero lo único que siento es alivio. Llevo tiempo queriendo dejarle, ya sabes, pero nunca me atreví. Es la primera vez que respiro sin sentir una opresión en el pecho.
-Es la libertad cariño.
-Supongo que llevas razón.
-Asi que una emergencia eh.
