El lanzamiento del Cat S52 hecho el pasado mes de noviembre supone una nueva generación para el rumbo de la compañía. El terminal mantiene su resistencia a caídas sobre acero (hasta 30 veces seguidas y desde 1,5 metros de altura), a la suciedad y al polvo como los antecesores de la marca.
También puede sumergirse completamente en agua, hasta 1,5 metros durante 35 minutos. No necesita funda de protección, al contrario que el resto de teléfonos convencionales, así que es ideal para no tener que preocuparse por que se rompa, incluso aunque esté en manos de los más pequeños de la casa.
El Cat S52 desafía las expectativas de los consumidores de cómo es un teléfono robusto, ya que combina la resistencia de grado militar con un diseño elegante, de bolsillo, más delgado incluso que un teléfono convencional con funda.