¿Almudena, eres team Beatriz Luengo o team Mónica Cruz?
En la ficción es una cosa, pero en la realidad, ambas son unas personas increíbles y unas magníficas compañeras. Me voy a mojar, soy team Lola, por supuesto.
“Ha sido un aprendizaje mental y de capacidad de concentración”
¿Los actores originales, Miguel Ángel Muñoz, Beatriz Luengo y Mónica Cruz, os apoyaron durante el rodaje?
Majísimos, son unos compañeros de diez, no solo ellos, sino todos, incluso los bailarines. He recibido un apoyo inmenso. Han sido seis meses en la que hemos dedicado muchas horas, aguantado la presión de un rodaje de estas características. Y ellos nos han apoyado como los que más, e incluso nos contaban anécdotas del rodaje original. Nos contaron lo duro que fue en su día el rodaje y menos mal que los tiempos han cambiado, porque ahora se ponen límites.
Pero vaya, en general, hemos recibido mucho amor y cachondeo, sobre todo con Miguel Ángel. Con él tienes que ponerte seria, porque no paraba de hacer caras cuando menos puedes reírte. Es igual como lo ves, es en persona, es un amor.
¿Cómo ha sido el rodaje de la serie?
Al principio hubo como dos semanas de ensayos en el que durante ocho horas diarias solo era hacer danza. Luego, por el calendario de rodajes, se empezaba a rodar y se compaginaba con los ensayos de las coreografías. Esa sí que fue la época más dura, porque venías de hacer horas de rodaje y te tenías que quedar para ensayar y controlando en tener la mente despierta para memorizar esas coreografías.
Entonces, ha sido un aprendizaje mental y de capacidad de concentración que es también positivo. Como cualquier rodaje, pasas muchísimas horas dentro de un camerino, pero no tanto como el tiempo que pasas por peluquería y maquillaje. Hay una labor de MUAH tremenda, no te quitan dos horas de retoques antes de rodar la primera secuencia del día.
“He disfrutado como nunca siendo Lala”
¿Qué ocurría cuando sudabas durante el rodaje?
Uff, hay muchos cambios de ropa. Hay escenas que se ruedan pensando en mostrar horas y horas de ensayo, por lo que al final la gota de sudor acaba apareciendo, por mucho que lo intentes frenar. Ahí es cuando vienen con un producto que es completamente desagradable y que lo hemos llegado a odiar muchísimo.
Por temas de secuencia, si tu personaje tenía que aparecer sudado te ponían ese producto que era muy desagradable, o si, por el contrario, tenías que estar fresco y seco, venían los de vestuario que disponían de varias camisetas iguales para ir cambiándolas y que pareciese la misma al espectador.
¿Dónde se ubica la academia de Carmen Arranz?
Es el Matadero, por supuesto, es un escenario maravilloso para rodar, siempre que no sea en pleno agosto que no hay sobra que te salve a las tres de la tarde.
