Bumble ha reunido en Barcelona a la actriz Ana Milán y a las influencers Devermut para tratar sobre cuestiones acerca del erotismo, los gustos sobre la atracción y todo eso que se adentra en “lo que las mujeres (no) quieren“. Con un toque desenfadado y cercano, el encuentro ha reunido a mujeres de todas las generaciones en un salón del Juno House Barcelona.
La periodista Cristina Pampín hizo de moderadora de una mesa en la que actriz e influencers intentaban definir los límites de lo que gusta y lo que no, en nuestra sociedad. Sobre los temas planteados, se trató sobre la digitalización del romanticismo, la tendencia al “Hardballing” – Buscar claridad sobre lo que buscamos en una relación-, las banderas verdes y rojas tanto en el sexo como en las relaciones.
¿Nos enamoramos libremente?
En este espacio, Bumble sacó a relucir un informe en el que se analizan los comportamientos sociales bajo el título del “Romanticismo 2.0“. Lo interesante de este trabajo es que nuestras relaciones y la forma en las que las concebimos responde al patrón que se muestran en las redes sociales, el cine y la televisión. Es decir, 3 de 4 personas describirían la palabra “romanticismo” según lo que han visto en ejemplos sacados de la ficción.
Este estudio apuntó que la inmensa mayoría debería replantearse los ideales sobre el romanticismo tradicional, un 66%, pero esto solo lo piden los que se adentran en la generación Z.
3 de 4 personas tiene muy claro en lo que busca de una relación, a esto se le llama “Hardballing“, sobre todo los millennials que no les tiemblan el pulso para definirlo. En cambio, la tendencia de la siguiente generación habla de la exploración y consenso mutuo, no existe el “vamos a ser pareja”, sino el “ir viendo hacia dónde vamos”.
Marta de Devermut apuntaba que una de las causas que explican el porqué las relaciones se han acortado reside en la primera cita, mostramos la mejor cara que podemos ofrecer, pero no es real ni en hacerles una demostración de la versión que realmente somos. Ana Milán ha reconocido que las mejores relaciones las obtuvo cuando no mantenía una estrategia.
¿Qué nos gusta?
Las banderas verdes ondean cuando hacemos reír, cuando hay atracción sexual y cuando se comparten valores, pero siempre que sean sinceros y no impostados.
¿El sexo sigue siendo tabú? En realidad no, ha dejado de serlo. 2 de cada 3 personas cree que no hay límites para poder compartir tus gustos, pero en el caso de las mujeres, solo el 37%, reconoce haber hablado abiertamente de sus intereses en este ámbito. ¡Aún queda mucho camino!
