Este año, debido a la situación excepcional experimentada por el confinamiento obligatorio, los españoles han usado de media sus teléfonos móviles durante alrededor de 3 horas y media al día.
Además, en verano, pese a ser una temporada destinada a desconectar, el 80% de los españoles pasa alrededor de dos horas y media con el móvil durante las vacaciones.
Sin embargo, al igual que las altas temperaturas afectan a algunos aspectos
cotidianos de la vida de las personas, los smartphones también sufren el
calor, siendo este uno de los mayores enemigos para los dispositivos
electrónicos. Aunque también existen otros factores que estropean los
teléfonos móviles en verano.
- Evitar la exposición directa al sol es el primero de estos consejos. Además del hecho de que la pantalla se ve peor por el cambio de iluminación, es imprescindible evitar que el terminal se caliente demasiado y que acabe funcionando peor.
Cabe destacar que, si está guardado en una mochila o bolso al sol, el efecto
será el mismo. Por eso, es de vital importancia que esté guardado en la
sombra, e incluso es recomendable tenerlo apagado.
- También existen algunas aplicaciones destinadas a controlar la temperatura del terminal, ya que avisan al usuario de que esta es demasiado elevada. Por otro lado, hay muchos móviles que tienen funcionalidades integradas de control de temperatura.
La humedad, el agua, la arena de la playa o las cremas solares son otros de
los peligros más comunes a los que se exponen los smartphones en verano.
- Para evitarlos, es imprescindible asegurarse de tener las manos totalmente secas cuando tocamos el móvil, para que el terminal no coja humedad, no se moje y no se manche de crema.
- En el caso de que el terminal tenga arena y evitar que raye la pantalla, una buena solución es soplar los granos de arena o darle unos golpes suavemente con tela, sin frotar.
Además, para que no dañe los componentes electrónicos interiores, es recomendable apagarlo y quitar los granos soplando en las aperturas exteriores.
Si el teléfono cae al agua, lo ideal es apagarlo inmediatamente y no
intentar encenderlo para ver si funciona, ya que el mismo sistema de
encendido puede dañarlo aún más.
Además, es importante extraer la batería, tarjeta SIM y tarjeta SD y secarlo lo máximo posible. Después, es recomendable enterrarlo en arroz o en bolsas de gel de silicio dentro de una bolsa hermética durante dos o tres días.
Por último, los largos periodos de carga pueden afectar a la funcionalidad
de los smartphones, por eso es recomendable evitar cargar los teléfonos
cuando todavía tienen batería y no usarlos mientras que están conectados a
la corriente.