Una fotografía de Dario Cavero (@dario.cavero)

Capítulo 20 – Gonzalo

Casi me atraganto con mi propia saliva. Su voz me ponía los pelos de punta. Empecé a sudar y a limpiarme las manos de los pantalones. Lo que me faltaba. Quise contestar, pero justo entró la secretaria con mi café con hielo. Él se sentó en el sofá, con un vaso en la mano. Vio que lo miraba a él y después a su bebida.

-Es vodka con limón. No creo que haga buena combinación con el café, pero si quieres, te preparo un vaso.

-No gracias, no tomo alcohol entre semana. -pero que mentiroso. Si pretendía hacer el ridículo, se me daba de perlas. Decidí sentarme en un taburete que había frente a él.

– ¿Y bien? ¿Tu dirás?

Le dio un trago a su vodka con limón, esperando que yo contestara. Lo único en lo que podía concentrarme era en el ruido del hielo al golpear el cristal. El movimiento de su garganta mientras el líquido bajaba por ella. Sacudí la cabeza. No estaba bien lo que pensaba. Ese no era yo. Hablé.

-Verás Armand, me gustaría hablar de lo que pasó el otro día.

Ni una pizca de emoción. Su cara permanecía inamovible. Mi comentario no pareció alterarle lo más mínimo. Su reacción me ofendió. No se que esperaba, que se echara a mis pies o algo. Pero que imbécil soy.

Él notó mi inquietud y suavizó su rostro. Ahora me recordó al más letal de los dioses. La oscuridad reinando en sus venas.

-Lo del otro día no tendría que preocuparte lo más mínimo. Traté de evitar que cometieras alguna estupidez o que tu padre se enterara. Eso es todo.

– ¿Eres gay Armand?