Candela Serrat: «¿Cómo van a defenderse de las armas con piedras?»

Candela Serrat interpreta a Wahida en "Todos Pájaros" en el Teatre Apolo

La actriz Candela Serrat protagoniza la tragedia adaptación española de Todos Pájaros una obra escrita por el autor del éxito «Incendios», Wajdi Mouawad. Serrat interpreta a Wahida, una mujer nacida en Estados Unidos de origen palestina, enamorada de un israelí, que al viajar a conocer la familia de su enamorado, se enfrenta a la cruda realidad de su pueblo. Consigue ahora tus entradas en la web del teatro.

Con una destacada y versátil carrera, a Candela Serrat se le recuerda con especial cariño por su participación en la aclamada serie «Servir y proteger». También es conocida por su papel en «Estoy vivo». En cine, ha participado en películas como «Saben aquell». En teatro, ha desplegado una amplia gama de habilidades en obras como «La isla del aire», «Don Juan Tenorio» y «La vida es sueño», entre muchas otras.


¿Cómo fue tu primera reacción al recibir el libreto, Candela?

Al principio me sentí abrumada, es normal con todos los papeles, pero en este caso más, porque literalmente somos dos personas muy diferentes. Ya desde lo básico, con lo que habla la obra, con la herencia y con todas estas cosas, somos muy distintas. Pero también me apetecía mucho, porque cuando Mario me lo ofreció todavía no había llegado ese octubre terrible, pero ya era un conflicto que para mí había sido muy importante desde hace años y algo de lo que yo era muy consciente.

Luego llegó ese fatídico octubre y lo afrontamos con más ganas que nunca. Estábamos trabajando en otra función con Mario y Vicky, y lo cogimos con determinación. Porque al final lo que siempre intentamos con una obra de teatro es mandar algún tipo de mensaje, funcionar como espejo para que el público reaccione, sienta algo, le vibre algo.

«Es un mensaje muy necesario»

Y es que no puede haber ahora mismo algo más importante que intentar transmitir este mensaje, y además porque está muy bien transmitido. A pesar de todo lo que habla y el mensaje que genera en la gente, tanto en casa como aquí en el teatro, al final está también escrito de una manera muy disfrutable, pero que te hace reflexionar.

Es un mensaje muy necesario hoy en día, y es un mensaje que Wajdi ha escrito con una maestría increíble. La obra habla de temas complejos, pero lo hace de una manera que engancha, que te hace pensar, que te remueve por dentro. Es una de esas obras que te dejan pensando días después de verla.

¿Qué sentiste al leer por primera vez a Wahida?

Es una cultura muy distante, pero he tenido la suerte de tenerla cerca en algunos detalles. Aunque no tan cercana a esta temática, sí que he tenido pinceladas. Lo primero que hice fue contactar con José Luis Sastre, un periodista muy sabio que trabaja en Hoy por Hoy. Es de esas mentes que flipas, porque sabe remontarse a fechas, datos y cosas que a mí, con mi mente hiperactiva, se me olvidan rápido.

«Es una cultura muy distante» – Candela Serrat

También adquirí un libro fundamental: «Los árabes» de Mackintosh-Smith. Es un volumen enorme, pero hice lo que pude con él. Además, había novelas, muchísimos libros, películas y documentales disponibles. Intenté absorber todo lo que pude, aunque sé que siempre será poco comparado con lo que realmente se podría hacer. Pero hice todo lo que estuvo en mi mano.

Le escribí pidiéndole información, porque en esta obra, desde el principio, tenía un punto de vista muy concreto sobre el conflicto. En otros trabajos, como «La isla del Aire», mi personaje era más cercano: una mujer de mediana edad que se enamoraba de otra mujer estando casada. Pero en este caso, me faltaban herramientas y sobre todo información.

¿Cómo ha influido este papel en tu visión del conflicto, Candela Serrat?

Este papel me ha cambiado, en general, no solo en esta obra. Desde mi edad adulta, he aprendido a informarme antes de emitir un juicio sobre situaciones tan complejas. Hoy en día hay tanta desinformación, tanto bulo… Vivimos en la época del bulo, donde todo viaja tan rápido. He visto de cerca cómo la desinformación trabaja rápido y hace tanto daño.

Yo tenía una opinión formada sobre este conflicto, no tan concreta, pero una visión general de por qué creo que es tan injusto. Y la sigo teniendo. Creo que hay claramente un pueblo en mayor desventaja, que está siendo aniquilado. Es un genocidio con todas las de la ley hacia los que tienen menos recursos y están más indefensos.

Como decía Vicky, no pueden luchar armas contra piedras literalmente. Es una situación terrible, y es importante que la gente lo sepa y lo entienda.

«Es fundamental cuestionar siempre la primera respuesta que recibes»

Por supuesto, vas a salir a perder seguro. ¿Cómo manejas la desinformación en esta era de bulos?

Es fundamental cuestionar siempre la primera respuesta que recibes. No puedes quedarte con la primera versión que te llegue. Hoy en día, con tanta desinformación circulando, es crucial verificar las fuentes, contrastar información, buscar diferentes perspectivas.

En este caso concreto, era especialmente importante porque estamos hablando de un conflicto con tantas aristas. Hay que entender que hay un pueblo en clara desventaja, que está siendo aniquilado. Es un genocidio con todas las de la ley contra quienes tienen menos recursos y están más indefensos.

Como decía Vicky, no pueden luchar armas contra piedras literalmente. Es una situación terrible que requiere de nuestra máxima atención y comprensión. Por eso me preparé tanto para este papel, porque quería hacerle justicia a esta realidad tan compleja.

¿Qué te llevó a elegir este enfoque para tu preparación?

Fue una combinación de factores. Por un lado, la responsabilidad que siento como actriz al abordar un tema tan delicado. No podía permitirme llegar al escenario sin haber hecho todo lo posible por entender la complejidad del conflicto. Por otro lado, mi propia curiosidad intelectual. Quería ir más allá de los estereotipos y entender las raíces históricas y culturales del conflicto.

El artículo de Babelia y el libro de Macintosh me dieron una base sólida. Pero también fue crucial hablar con personas que han vivido de cerca estas realidades. No se trata solo de leer sobre el tema, sino de escuchar voces reales, de entender las emociones detrás de los hechos históricos.

«No se trata solo de leer sobre el tema, sino de escuchar voces reales, de entender las emociones»

¿Cómo equilibraste la preparación intelectual con la emocional, Candela?

Fue un proceso de ida y vuelta constante. Por un lado, necesitaba entender el contexto histórico y político, pero por otro, tenía que conectar emocionalmente con mi personaje. No podía ser solo un ejercicio intelectual.

Trabajé mucho con técnicas de actuación que me permitieran acceder a esas emociones complejas. Fue un viaje difícil, pero necesario. Al final, el teatro no es solo sobreentender, sino sobre sentir y transmitir esas emociones al público.

Candela Serrat, ¿Qué esperas que el público se lleve de tu interpretación?

Espero que se lleven una experiencia que les haga reflexionar. Que no salgan del teatro igual que entraron. Que sientan la complejidad del conflicto, pero también la humanidad de los personajes. Que entiendan que, aunque el conflicto es político, las consecuencias son profundamente humanas.

Quiero que el público sienta esa tensión entre la historia y la emoción, entre el contexto y la experiencia individual. Que salgan con más preguntas que respuestas, pero con una comprensión más profunda de lo que significa vivir en medio de un conflicto así.