La saga «28… Después» no es simplemente una trilogía de terror postapocalíptico; es un hito cinematográfico que redefinió el género de los zombis a principios del siglo XXI. Rompiendo con la tradición de los lentos y tambaleantes muertos vivientes de George A. Romero, esta serie introdujo a los «infectados»: seres humanos vivos, pero brutalmente transformados por un virulento y rápido «Virus de la Ira».
Esta concepción, lejos de la fantasía sobrenatural, ancló el horror en una realidad perturbadora, dotando a los antagonistas de una ferocidad y una velocidad que elevaban la tensión a niveles asfixiantes.

Más allá de la adrenalina pura, la saga es un estudio sombrío de la condición humana bajo presión extrema. Su enfoque descarnadamente realista no solo se manifiesta en la brutalidad de la infección, sino también en la crítica social inherente. Las películas exploran cómo la civilización se desmorona, no solo por la amenaza externa, sino por la propia depravación humana: la lucha por los recursos, la militarización opresiva y la pérdida de la moralidad se convierten en horrores tan palpables como los propios infectados.

Visualmente, la atmósfera opresiva se logra a través de una cinematografía que a menudo utiliza tonos fríos y desaturados, tomas nerviosas y un diseño de sonido perturbador que enfatiza tanto el silencio desolador de un mundo vacío como los gritos guturales de los infectados. Cada entrega no solo avanzó la narrativa, sino que también solidificó su estatus como una de las franquicias más influyentes y cerebralmente aterradoras del cine contemporáneo.
La puesta en escena que lo cambio todo, ¿Para qué se hizo así?
La dirección de fotografía es, sin duda, uno de los pilares de la identidad visual de la saga, especialmente en la película original, «28 Días Después». Danny Boyle, junto a su director de fotografía Anthony Dod Mantle, tomó la decisión radical de rodar gran parte de la película con cámaras digitales Canon XL1 MiniDV.

El uso de cámaras digitales de bajo coste confirió a la película un aspecto intencionadamente crudo, granulado y casi documental. Esta estética «lo-fi» eliminó cualquier rastro de glamour de la apocalipsis, haciendo que las imágenes se sintieran más inmediatas y brutales. El ruido de la imagen, los colores a veces sobresaturados y la baja resolución contribuyeron a una sensación de autenticidad y caos, como si el espectador estuviera viendo un metraje encontrado.
La película original se caracteriza por planos de Londres desolado, tomados en horas tempranas de la mañana para evitar el tráfico. Estos vastos paisajes urbanos vacíos, contrastados con la urgencia y el encierro de los supervivientes, acentúan la soledad y la desesperación.

Se priorizó el uso de luz natural siempre que fue posible, lo que aportó un realismo sombrío a las escenas, especialmente en los interiores oscuros y las noches. La paleta de colores tiende a ser fría y desaturada, con predominio de grises, azules y verdes apagados, lo que refuerza la atmósfera opresiva y desoladora.
En «28 Semanas Después», bajo la dirección de Juan Carlos Fresnadillo y con el director de fotografía Enrique Chediak, la estética se mantuvo similar en su crudeza, pero se intensificó el uso de movimientos de cámara más frenéticos y el montaje rápido durante las escenas de acción, aumentando la sensación de pánico y claustrofobia. Aunque se usaron cámaras de mayor resolución, se mantuvo la sensación de urgencia y desorden visual para reflejar el caos de un segundo brote y la intervención militar.
Qué esperar de «28 Años después» y ¡CUIDADO! que no viene sola: «28 años después: The Bone Temple»
La tercera entrega, se estrena el 20 de junio de 2025. Ambientada 28 años después del brote original, la película muestra un Reino Unido completamente aislado del resto del mundo. La trama sigue a un padre y su hijo que abandonan su isla segura para explorar el continente, encontrándose con nuevas amenazas y revelaciones. La película se caracteriza por su enfoque visual innovador, utilizando iPhones y drones para capturar imágenes en 4K, y presenta una evolución del «rage virus» con nuevas variantes más peligrosas. El elenco incluye a Jodie Comer, Aaron Taylor-Johnson y Ralph Fiennes.
28 Years Later: The Bone Temple (2026)
Programada para estrenarse el 16 de enero de 2026, esta película será dirigida por Nia DaCosta (directora del exitoso remake de «Candyman») y escrita por Alex Garland. La historia continúa donde «28 años después» lo dejó, explorando las consecuencias del brote en una sociedad aún más fragmentada. El elenco contará con Aaron Taylor-Johnson, Jack O’Connell y Cillian Murphy, quien retomará su papel de Jim. La película promete profundizar en los aspectos filosóficos y sociales del universo postapocalíptico creado por Boyle.