¿Y si te dijeran que tu pasta de dientes favorita de la infancia ahora se puede comer… y en forma de helado? Por increíble que parezca, este verano KFC ha decidido dar un giro totalmente inesperado a sus postres y, junto a Licor del Polo, presenta una de las propuestas más curiosas y nostálgicas de la temporada: un helado con sabor a Licor del Polo Junior, la mítica pasta de dientes con sabor a fresa.
Sí, has leído bien. Ese dentífrico que marcó la rutina diaria de toda una generación —y que más de un niño soñó con comerse alguna vez— ahora se transforma en una experiencia comestible y completamente real gracias a esta colaboración inédita entre la cadena de pollo frito y la icónica marca de higiene bucal.
Un sabor muy original
La idea, tan atrevida como divertida, reinterpreta un clásico infantil a través de un formato refrescante. El nuevo helado de KFC fusiona una base cremosa de nata con un sirope especialmente diseñado para reproducir el dulzor y la frescura del sabor a fresa característico de Licor del Polo Junior. Para redondear la experiencia, se añade un topping de muelas azucaradas que no solo aporta un toque crujiente, sino que sirve como guiño irónico al universo dental del que nace este inusual postre.

Se trata de una edición limitada que busca sorprender, generar conversación… y, sobre todo, jugar con la nostalgia. Disponible desde el 17 de junio y hasta agotar existencias en todos los restaurantes KFC de España, el helado podrá pedirse en diferentes formatos: cubo helado, batido o sundae, a partir de 2,99 €.
Con esta propuesta, KFC no solo desafía los límites de lo que entendemos por “postre veraniego”, sino que convierte en realidad un deseo infantil que hasta ahora solo existía en la imaginación: comerse la pasta de dientes sin que nadie te regañe.