Deltebre Dansa ha celebrado con gran éxito su 20ª edición, afianzándose como uno de los principales puntos de encuentro intergeneracionales e internacionales en el ámbito de la danza y el circo contemporáneo.
Durante dos semanas, el festival ha reunido a más de 400 profesionales procedentes de 50 países, ofreciendo una programación de alto nivel en un entorno natural privilegiado como es el Parque Natural del Delta del Ebro.
Del 7 al 20 de julio, Deltebre se transformó en epicentro cultural gracias a una cuidada selección de 22 espectáculos, 18 talleres profesionales y 7 talleres de iniciación. Participaron 32 docentes de renombre internacional, y se presentó la creación Deltebre Dansa 2025, una pieza escénica que unió a 50 vecinos y vecinas de Deltebre con artistas profesionales en un proyecto pensado para fomentar la cohesión social a través de las artes escénicas.
Además, se celebraron eventos ya emblemáticos del festival como La Nit de Circ, Open Stage Night y la improvisación en los arrozales, junto con una exposición fotográfica conmemorativa que repasó los 20 años de historia del evento.
Más diversidad y participación que nunca
Las sesiones formativas contaron con representación de cerca de 50 nacionalidades, destacando especialmente la participación de artistas de España, Bélgica, México, Grecia y Francia. En total, asistieron 230 profesionales y unos 200 participantes en los talleres de iniciación, que han experimentado un notable incremento de inscripciones respecto a años anteriores. Este crecimiento confirma el interés creciente de públicos no profesionales por acercarse y disfrutar de las artes del movimiento.




Una de las novedades de este año fue la celebración del primer Showcase Deltebre Dansa, en el que se presentaron piezas de 10 minutos creadas por participantes del festival y preseleccionadas por la dirección artística. La ganadora del primer premio fue Luna Bouché, que disfrutará de una residencia artística en L’Obrador, Espai de Creació de Deltebre. El segundo premio fue para Jacob Neff, quien realizará su residencia en la Sala B de Amposta, ambas durante la temporada 2025-2026.
Un festival que transforma el territorio
El director del festival, Roberto Olivan, ha valorado muy positivamente esta edición tan especial: “Son veinte años de historia, de trabajo y de compromiso por parte de profesionales, artistas, entidades colaboradoras, el equipo organizador y el público. Todo ello ha contribuido a cerrar esta edición de forma excelente. El festival ha echado raíces en un territorio donde apenas había actividad cultural y hoy ya cuenta con un público propio y consolidado. Deltebre Dansa ha facilitado el acceso a la cultura y a las artes del movimiento a la ciudadanía de Deltebre y del territorio”.

Deltebre Dansa mantiene su apuesta por la formación de excelencia y por la calidad artística, con una mirada innovadora, inclusiva y comprometida con la transformación social. El festival trabaja por el desarrollo cultural y económico del territorio, fomentando el intercambio artístico y la creación de una experiencia única para participantes, artistas invitados y asistentes.
Cultura descentralizada y en plena naturaleza
Uno de los grandes atractivos del festival es su ubicación: el corazón del Delta del Ebro, un espacio de alto valor medioambiental que da sentido a la filosofía del evento. Aquí, naturaleza, arte y comunidad se entrelazan para ofrecer una vivencia irrepetible, tanto para quienes se forman como para quienes asisten como público.

Desde sus inicios más íntimos hasta las ediciones actuales, más multitudinarias, el público ha sido siempre un pilar fundamental del festival. Lo que empezó como una curiosidad local se ha convertido en una comunidad apasionada y fiel, con un profundo aprecio por las artes escénicas contemporáneas.
Deltebre Dansa forma parte de la marca Festivals Terres de l’Ebre, el primer sello de identidad y calidad que agrupa a 16 festivales profesionales del territorio, con el objetivo de analizar el impacto sociocultural de la cultura en entornos no metropolitanos.
El festival está impulsado por la compañía ROPA / Roberto Olivan Performing Arts, y cuenta con el apoyo del Departamento de Cultura de la Generalitat de Catalunya, el Ministerio de Cultura y Deporte y el Ayuntamiento de Deltebre.