¿Crees que este es el trabajo más honesto que has hecho como artista en el que has tenido que abrirte mucho más de lo que sabíamos de ti?
Sí, totalmente. Es el trabajo más honesto que he hecho. Porque es un proyecto, es el primer proyecto en el que no me he puesto ningún límite. Al final, en otros proyectos he estado buscando algunas cosas muy concretas y este nació también de esa necesidad.
Yo necesitaba hacer un proyecto en el que no me pusiese límites, no me puse barreras y simplemente me dejase llevar por el proceso. Aquí ha habido muy poco pensamiento. Quizás en los otros proyectos había un poco más de pensamiento en algunas cosas. Aquí ha sido como: ¿qué soy, qué quiero hacer? Y me dejo llevar al cien por cien.
Es decir, hay más parte artística que parte programada pensando en vender.
Sí, aquí no hay ninguna parte programada pensando en vender. Creo que también se nota mucho en las estructuras. He perdido mucho las estructuras y me he dejado mucho llevar por el proceso creativo que he tenido y me ha liberado mucho. Necesitaba un proyecto de hacer lo que me diese la gana.
¿Alguna vez te has preguntado: «Buah, es que alguna vez no he podido, no sé si la gente me entiende, no sé si la gente sabe quién soy»? ¿Alguna vez te ha preocupado todo eso fuera de la parte artística?
Sí, es que yo creo que nunca he metido mucho mi vida privada en mi proyecto hasta ahora. No es algo que le tenga miedo, no es algo que diga: «Buah, lo intento no meter», simplemente es algo que no me sale.

Al final, el proyecto tiene que ver mucho con mi música, con lo estético, con las canciones y con encontrar la fusión y la textura de las cosas. Yo tampoco tengo miedo a expresar mi vida, la verdad es algo que no me da miedo. Entonces, como si algún día lo hago, no sé, tendría que ver la tesitura y el momento, pero creo que no me da especialmente miedo. Tampoco lo muestro mucho, pero no sé.
Dani, «Desquiciado» es un disco literalmente celestial, hay mucho coro. Además, eso conecta con tu parte espiritual, como es Bajocero X espiritualmente hablando. ¿Qué era lo que querías explicarnos en este disco, más allá de la parte de libertad cultural, artística para un público como yo, el oyente final?
Mira, quizás en este proyecto quería juntar como dos partes que creo que me definen mucho a mí como persona. Por una parte, es mi parte más dura, más atrevida, más echada para adelante, la más social, que creo que es una parte mía que me define muy bien. Y otra parte mía, que es todo lo contrario, que es una parte muy introspectiva, muy reflexiva, muy emocional, muy sensible.
«Este proyecto ha sido como un baile de esos dos contrastes»
Claro, eso es lo que no había mostrado antes y siempre había una voz dentro de mí que sentía que no estaba siendo honesto del todo porque no estaba mostrando esa parte, que es muy importante para mí. Entonces, para mí, quizás esos dos contrastes que estoy buscando todo el rato: la parte como más celestial o más espiritual, está hablando un poco más de esa parte mía más sensible, y la otra parte más technera, más electrónica, está hablando de la otra parte más loca, como una persona muy impulsiva, con muchas ideas en la cabeza. Entonces, creo que este proyecto ha sido como un baile de esos dos contrastes.

Y luego, para mí, Dios siempre ha sido muy importante desde que soy pequeño. Para mí, la conexión con mi espiritualidad siempre ha sido muy importante y siempre que estoy en un momento de desconexión, siempre mi forma de volver a conectar conmigo y con mi conciencia y mi presencia es un poco de mano conectar con ese Dios que yo entiendo.
Claro, eso también me genera la posibilidad de entenderte como un viaje por tu vida. El camino hacia el campo que llega a tu abuela en la recta final del disco es, para mí como oyente, entrar en tu mundo, al menos en la infancia. Esos coros de niños, voces blancas que hay en algunas canciones y que se repiten, serían como tú cuando eras pequeño. ¿Es como una confesión?
Me parece bonito entender los coros como algo que puede representar algo de mi yo niño, porque en la infancia somos muy puros y honestos. Nunca lo vi tanto en su lugar, pero me parece que puede ser una buena interpretación. Para mí, los coros me gusta escucharlos porque a lo mejor hay algo de verdad sin que yo lo tenga súper consciente. Pero sí que lo puedo ver como una forma de hablar de los niños y las niñas. Para mí, los coros se presentan como yo. Cuando empecé este proyecto, estaba en un momento muy confuso y triste. Los coros se presentan como esa luz que hay en un lugar muy oscuro, ese rayito de luz, esa esperanza en un lugar en el que estás muy confundido. Para mí, eso es lo que representaba esa búsqueda hacia Dios.
Acabas de decir que cuando empezó el proyecto estabas en un momento muy oscuro de tu vida. ¿Justo en ese momento es cuando empiezas a pensar en este disco o pensaste más bien en que podías crear 3 o 4 canciones?
Yo desde el principio siempre concebí esto como un álbum. Tenía que hacer un álbum. Hay cosas que no me gustan de los artistas, como sus largos, y yo es algo que sentía que tenía que hacer ya porque sentía que me iba a colocar en un lugar y me iba a enseñar muchas cosas. Pero el álbum también lo utilicé mucho para sacar cosas que estaban pasando. Hacer música y crear siempre ha sido una forma para mí de entenderme. Este proyecto me ha ayudado mucho para sacar todo eso y para desahogarme.
«DESQUICIADO no es un disco fácil de entender» – BAJOCERO X
¿Hay algún mensaje que, haciendo las entrevistas que has ido haciendo hasta ahora, hayas considerado o te hayas dado cuenta de que puede que el público no haya entendido?
Sí, totalmente. No es un disco fácil.
No es un disco fácil y además es muy introspectivo. Entonces, ¿entrar en tu cabeza hay que entenderla? ¿Qué canción, por ejemplo, crees que la gente no ha acabado de conectar contigo, aunque la podemos entender de otra manera?
Bueno, el mensaje general, la canción que no…
¿Que tú hayas pensado: «Pues yo tenía pensado esto y ha acabado convirtiéndose en esto», pero tampoco te desagrada porque es eso?
A nivel del mensaje, creo que no es un disco fácil. Al final, yo creo que es un disco complejo. Y no creo que las cosas, probablemente una gran parte de las cosas, se hayan entendido como yo quería, pero no, eso no me importa. Como lo que me acabas de decir, muchas veces, e incluso aunque sean cosas que conscientemente no estaban, quizás inconscientemente sí, eso me puede resonar, aunque no lo hubiera pensado desde su lugar, ¿no? Entonces, a mí me parece muy bonito que cada uno saque su interpretación a esas cosas, porque creo que también el mundo es un espejo y nos vemos todo el rato a nosotros mismos en el exterior. Entonces, no sé ahora mismo decirte que siento que se ha podido representar de otra forma. Hay tantas formas de entenderlo, ¿sabes?

¿La estructura del disco es una ópera, Bajocero X?
Me gusta mucho eso. He investigado mucho en el concepto de la ópera. No es así tanto, pero creo que sí que ha habido algo ahí. No he sido tan consciente, pero sí que he escuchado muchas óperas para este proyecto. Es algo que me ha inspirado mucho. Al final, hablo mucho también de lo clásico, cómo juntar lo clásico, lo coral. Al final, he ido mucho por lo coral. Pero sí, para mí hay mucho de la ópera en este proyecto, la verdad.
«»Con la mano en alto», para mí, creo que es la canción más triste del álbum» – Bajocero X
Háblame de la canción «Con la mano en alto».
«Con la mano en alto«, para mí, creo que es la canción más triste del álbum. Y para mí esa canción es muy especial. Fue de las primeras que empecé del proyecto y habla de un lugar. Creo que el lugar más triste, quizás del álbum, como has dicho tú. Hay algunos que hablan de enfado, de rencor, de violencia, pero esta concretamente es triste, es muy triste, yo creo.
Hay 233 noches sin estrellas. Es la segunda balada que tienes en este disco. Creo que las dos son buenas igualmente y las dos son igual de duras.
¿Se crearon? Claro, es que para mí, al principio, «El Alma», se creó «3 Estrellas», «El Ciervo», «Con la Mano Alto» y «La Barca». Perdón, ahí y «La Noche Nunca Acaba». Es que antes se llamaba «La Barca». Al final, cambió el nombre. Siento que son muy parecidas y luego cambió, aunque ahora están esparcidas en el álbum. Al principio, hay de esas cuatro que iban por una dirección muy concreta, ¿vale?
Y así es como se empieza.
Claro, claro, es que empieza en un lugar como más etéreo. Todo no había electrónica, empezó, aunque sí que quería hacerlo. Pero las primeras son más etéreas, son como… esas cuatro concretamente son más baladas, son más etéreas, tal y ahí es como eran, más épicas. Hay como ritmos, como muy grandes, no, como muy épicos y tal. Y tienes «6 Estrellas». Es que esas cuatro me me me me me parecen muy parecidas, aunque luego no las he dividido para que haya como más versatilidad en el proyecto, pero sí.