La lectura sigue siendo una de las actividades de ocio favoritas de los españoles: más del 65% de la población lee, habiendo incrementado los lectores por ocio en 5,8 puntos porcentuales desde 2017, según el Barómetro de Hábitos de la Lectura y Compra de Libros en España 2024. En este contexto, los niños y niñas son la generación que más lee, ya que el 80% entre los seis y nueve años lo hace en su tiempo libre. Por su parte, los jóvenes entre catorce y veinticuatro años representan el 75%.
La lectura es un hábito que, si se empieza desde edades tempranas, se mantendrá a lo largo del tiempo. Por ello, Meira Koponen, experta pedagoga en Kahoot!, afirma que “elegir el libro adecuado es como elegir los zapatos adecuados. Un buen libro debe tener en cuenta la edad y la etapa de desarrollo del niño, sus intereses y el formato y la complejidad del libro”. A continuación, recopila algunos consejos para elegir el mejor libro que incentive la lectura entre los más pequeños.
De 0 a 1 año: libros de tela o cartón para los bebés
Los bebés exploran el mundo con los sentidos, beneficiándose de las experiencias sensoriales. Es muy habitual que mastiquen o tiren los libros, por lo que es importante buscar libros de tela o cartón con texturas, imágenes de gran contraste o caras sencillas. En esta etapa, el papel de los padres y madres es fundamental, ya que a través de la lectura en voz alta de libros con rimas pueden fomentar el vínculo con el bebé. Estos momentos no solo fomentan el desarrollo temprano del lenguaje, sino que también ayudan a alimentar una fuerte conexión emocional.
De 1 a 2 años: historias sencillas e ilustraciones llamativas para los niños pequeños
A medida que los niños se vuelven más curiosos, los libros con historias sencillas, ilustraciones llamativas y elementos interactivos como solapas o texturas resultan especialmente atractivos. Hasta los dos años, la repetición y la rutina son reconfortantes, por lo que los cuentos que permiten a los niños pequeños anticipar lo que viene a continuación, o incluso ayudarles a pasar la página, mantienen su atención. Asimismo, los libros con rimas o sonidos también son una buena herramienta para fomentar el desarrollo del lenguaje de forma lúdica en los primeros dos años.
De 3 a 6 años: relatos enriquecedores, personajes cercanos y humor para preescolares

Los niños y niñas entre tres y seis años destacan por encontrarse en la edad de oro de la imaginación, ya que en este momento empiezan a comprender las narraciones, la causa y el efecto, así como las emociones. Por tanto, los libros con historias ricas, ilustraciones coloridas, humor y personajes cercanos son una buena elección.
También es un buen momento para introducir herramientas que fomenten las habilidades lectoras tempranas, como Poio! de Kahoot!, un recurso digital lúdico para niños de 3 a 8 años que combina la narración con la fonética, guiando a los niños a través de un mundo imaginario en el que aprenden jugando.
De 7 a 9 años: libros que fomenten confianza y curiosidad para los primeros lectores
Entre los siete y nueve años, los niños suelen pasar de aprender a leer para aprender, por lo que necesitan libros que fomenten la confianza y la curiosidad. Por ejemplo, libros de capítulos para principiantes con frases cortas, ilustraciones de apoyo y tramas atractivas, pero también libros con humor o series que sigan.
Este es el momento en el que los pequeños deben sentirse dueños de lo que leen, dejándoles elegir para mantenerles motivados. Sin embargo, a pesar de que en esta edad comiencen a leer por su cuenta, los padres no deben dejar de leerles en voz alta, porque escuchar historias más complejas les ayuda a ampliar su vocabulario, su comprensión y su imaginación.
De 10 a 13 años: lectura que conecte con su identidad para los adolescentes
Los preadolescentes entre los diez y doce años se plantean preguntas más importantes sobre el mundo que les rodea. Por tanto, están preparados para tramas y personajes más complejos, así como temas que reflejen la amistad, los retos o el autodescubrimiento.
A su vez, los adolescentes a partir de los trece años buscan historias que resuenen con sus experiencias y emociones de la vida real: libros que exploren la identidad, las relaciones y los problemas sociales pueden ser especialmente significativos.
Tanto si prefieren ficción realista, fantasía, memorias o poesía, la clave está en ofrecerles variedad y relevancia. El objetivo es que la lectura siga siendo personal, empoderadora y conectada con la persona en la que se están convirtiendo.

“A menudo se plantea la lectura como una obligación, pero diversos estudios demuestran que cuando los niños se sienten dueños de lo que leen, es más probable que desarrollen amor por la lectura. En este sentido, los padres y madres pueden observar y responder a las necesidades e intereses de los pequeños acompañándoles en estos momentos de calidad en familia”, concluye Koponen.