El pequeño municipio de Ponts, en la comarca de La Noguera (Lleida), ha sido el escenario de una jornada muy especial para el movimiento Slow Food Catalunya. Situado en el Pirineo catalán, Ponts, un antiguo cruce de caminos, se ha erigido como un referente en la gastronomía ecológica y de proximidad, acogiendo el encuentro anual que reunió a más de 150 profesionales del sector.
Este evento, además de servir como plataforma de celebración y encuentro, ha sido clave para presentar la primera Guía Slow Food Catalunya 2025 y entregar los distintivos a 85 nuevos establecimientos que han logrado la certificación Slow Food por su compromiso con lo «bueno, limpio y justo».
Slow Food, una tendencia foodie que busca promover un consumo sostenible y cercano
Ser parte del movimiento Slow Food significa mucho más que utilizar productos ecológicos. Implica un compromiso con los productores locales, con la sostenibilidad y con la educación gastronómica. Los restaurantes Slow Food se distinguen por su uso de ingredientes frescos, de temporada y cultivados de forma sostenible, y trabajan en estrecha colaboración con los agricultores y pescadores locales.
Además, deben cumplir con estrictos requisitos, como la reducción de residuos, la utilización de energías renovables y la promoción de productos autóctonos y variedades locales.
El Slow Food como filosofía de vida
Slow Food es un movimiento global que nació en Italia en 1989 con el objetivo de promover una cultura gastronómica que valore los alimentos locales, sostenibles y respetuosos con el medio ambiente. Su lema, «bueno, limpio y justo», resume su filosofía: productos saludables, elaborados con respeto al territorio y que garantizan un trato justo para productores, consumidores y medio ambiente.
En Cataluña, el movimiento tiene una fuerte presencia desde 2008 con el proyecto Km0, que identifica a aquellos restaurantes que apuestan por productos ecológicos y de proximidad.
Los restaurantes que reciben el sello Slow Food Km0 se distinguen por su compromiso con la sostenibilidad y la calidad. Para obtener la certificación, deben cumplir una serie de requisitos estrictos: utilizar al menos seis platos Km0 en su carta, trabajar con productores locales y ecológicos, y apostar por una gestión sostenible en cuanto a residuos y consumo energético.
La Guía Slow Food Catalunya 2025: una referencia gastronómica
El acto celebrado en Ponts no solo fue un reconocimiento a los restaurantes y productores que llevan años apostando por esta filosofía, sino que también marcó el lanzamiento de la Guía Slow Food Catalunya 2025, una herramienta que recoge a los establecimientos que cumplen con estos estándares.
Este año, 86 establecimientos de toda Cataluña han sido incluidos, consolidando al movimiento Slow Food como una de las iniciativas más relevantes en la gastronomía sostenible de la región.
La guía no solo incluye restaurantes, sino también comedores escolares y escuelas de hostelería, un aspecto clave para fomentar una educación gastronómica basada en el respeto al medio ambiente y a los productos locales.
Entre los nuevos miembros de la Guía se encuentran el restaurante Boixetes Can Manel (Vielha), All Negre (Montardito de Baix), La Era (Barruera), Raíces (Prades), Can Jepet (Setcases) y El Algadir del Delta (Poble Nou del Delta), quienes, por primera vez, recibirán el distintivo Slow Food en 2025.
Un acto de celebración y encuentro
La jornada comenzó con el tradicional Mercado de la Tierra, un espacio donde más de 50 productores locales ofrecieron sus productos, todos alineados con la filosofía Slow Food.
Entre los productos destacados se encontraban la sidra La Solana y la bodega Batiu de Sort, entre muchos otros. Este mercado se convirtió en el punto de encuentro ideal entre cocineros, productores y público, donde todos compartieron el compromiso por un futuro más sostenible.
Slow Food Catalunya Km0: un movimiento que crece
Con las nuevas incorporaciones de este año, la familia Slow Food Catalunya sigue creciendo. Actualmente, el movimiento cuenta con 86 establecimientos, entre los que se incluyen 2 escuelas de hostelería, 25 comedores escolares y 58 restaurantes distribuidos por todo el territorio catalán.
Estos establecimientos se encuentran en Tarragona, Barcelona, Girona, Lleida, y otros lugares como el Rosellón, Castellón e incluso las Islas Baleares. Cada vez son más los profesionales de la gastronomía que se suman a esta iniciativa, lo que demuestra el creciente interés por una cocina que prioriza el respeto al entorno y al producto local.
Para los coordinadores del movimiento, este encuentro ha sido una forma de reconocer tanto a los establecimientos como a los productores locales que permiten a los restaurantes Slow Food ofrecer una oferta culinaria comprometida con el territorio, el medio ambiente y las personas.
Jordi Vila Badosa, del Restaurante Can Jepet (Ripollés), nos ha contado que «significa un paso hacia delante hacia nuestra manera de ver y entender nuestra filosofía de hacer país y cocina. Colectivos como este son necesario para poder apreciar mejor todo lo que puede producir nuestro territorio».
Hay que poner el foco en los productores
La preocupación por la necesidad de relevo generacional de agricultores y ramaderos también les preocupa a los restauradores, que temen ir a buscar productos en otros territorios y perder la esencia del producto local. «Todas nuestras materias primeras proceden de familias con largas tradiciones en la elaboración y producción de los productos que trabajamos en la cocina. Sin duda, ver como cada año van desapareciendo por falta de ese relevo, pues esperemos que exista un impulso de nuevas generaciones que tomen el relevo», dice esperanzado Vila.
«En Can Jepet te puedes encontrar un buen producto, de proximidad, nos gusta trabajar con producto local y ecológico. Intentar cocinarlo de la mejor manera posible para que nuestros clientes puedan saborearlo en toda su esplendor», añade.
En palabras de Enric Milla, cocinero del restaurante El Dien y coordinador de la jornada, este evento ha servido para «reflejar y poner en valor los paisajes de un territorio tan diverso como el de las Tierras de Lleida, donde la llanura y la montaña coexisten con una gran diversidad de productos locales».
Un futuro sostenible para la gastronomía catalana
Slow Food Catalunya no solo busca ofrecer una alternativa a la cocina tradicional, sino también educar a los consumidores sobre la importancia de elegir alimentos sostenibles y de proximidad. La Guía Slow Food Catalunya 2025 es una herramienta indispensable para los que buscan conocer y apoyar a los restaurantes y productos que están haciendo un esfuerzo por transformar la gastronomía de la región hacia un modelo más responsable con el medio ambiente.
Este encuentro en Ponts ha sido, sin duda, un reflejo de lo que representa Slow Food Catalunya: un espacio de colaboración y compromiso con un futuro más sostenible, donde la comida es el motor para preservar las tradiciones, proteger el medio ambiente y apoyar a los pequeños productores que son la columna vertebral de esta iniciativa.