¿Inma, qué te gustaría que te preguntaran sobre la novela y que no te hemos hecho?
Me gustaría que se hablara sobre cómo puedo ser capaz de escribir desde el punto de vista de Logan y Leah al mismo tiempo. Es algo que me sale de forma inconsciente y noto mucho que en esta novela ambos van en la misma línea, pero en la novela anterior – Hasta que nos quedemos sin estrellas– se notaba más la dificultad porque había el personaje de Maia que estaba constantemente deprimida y Liam era como un golden retriever, para que me entiendas. Él era como más alegre, optimista… Entonces, me parece muy curioso, cuando vuelvo a leer mis novelas, saber quién narra en ese momento por la forma que escriben. Maia tiene una narración muy oscura, seria e incluso deprimente, el otro es superfeliz y le suda todo lo más grande.
Y si alguien se pudiera dar cuenta de como afecta en la narración, el estado de ánimo y la personalidad de cada uno de mis personajes, sería un logro personal. Puede que sean cosas de escritor y puede que los lectores no lo perciben.
«Puede que los lectores no lo perciban»
¿Qué herramienta narrativa vas a usar para tu siguiente novela?
Creo que voy a continuar escribiendo en primera persona, porque considero que novelas como esta, de emociones, hay que meterse mucho en lo que está sintiendo y esta es la única manera que se podría conseguir. Si escribiera una novela de fantasía, sí que recurriría en la tercera persona, porque me dejaría explorar todo un poco más y no te centrarías en un único personaje.
