Blanca Cabañas: «El cerebro esconde muchas incógnitas y dan para novelas»

La autora chiclanera Blanca Cabañas ha lanzado el pasado año su debut literario. En «Perro que no ladra«, la autora construye una apasionante novela de suspense en el que la razón combate sobre la espiritualidad. Lara Ortiz regresará a Chiclana, después de haberse separado de su familia y sus amistades, para acabar involucrada en la investigación de una niña desaparecida en extrañas circunstancias.

Se trata de una novela valiente, muy bien construida, con unos personajes muy hipnóticos y redondos que se plasman en una elegante escritura. La trama se desmenuza en diferentes capas, cada una más apasionante que la anterior. Si este es su debut, imagino una carrera prodigiosa.

Aprovechando las fiestas navideñas, me he sentado para hablar con Blanca Cabañas y de su primera novela, «Perro que no ladra«.


Felicidades, Blanca Cabañas, por este libro, se nota que has usado muchísimos debates e instrumentos muy interesantes para crear esta novela, pero, ¿Cómo empiezas pensando en escribir una novela?

No te sabría decir, siempre he dicho que aparte de escribir, soy maestra de educación especial y pedagoga. En el 2020, cuando se me ocurre la idea del libro, me adentré en el mundo de la neuroeducación. Se trata de una ciencia que es pionera, que pretende investigar a fondo los entresijos del cerebro humano. Se basa de elementos como las resonancias magnéticas o los TAC que todos conocemos.

Gracias a ella, hemos podido poner nombre a síndromes que hasta la fecha desconocíamos, estaban ahí, pero no existía diagnóstico. Con esas, me tropiezo con el Síndrome de Capgras, a la que se la pongo a uno de los personajes principales.

«Me gustaba la idea de mezclar mi formación como maestra de educación especial y pedagoga, con los elementos del thriller» – Blanca Cabañas

Capgras consiste en una lesión ubicada en el hipotálamo, también llamado el horno de las emociones, y provoca que no se reconozcan personas que deberías ubicar. No se les activa esa chispa emocional al ver a alguien que queremos. Lo reconocemos por otras vías, su físico, su olor, la forma de hablar, pero creemos que no se trata de la misma persona o que se están haciendo pasar por ellas.

Cuando leí eso me impactó mucho, investigué, leí todo lo que había publicado, quería plasmar eso que estaba descubriendo y que me sorprendía, y a su vez, hacer una novel con todo lo que me gusta – familia, Chiclana, ese clima que envuelve toda la novela, las dos líneas temporales…-.