Ghostwire: Tokyo: La review

Ghostwire: Tokyo nos traslada a un enigmático mundo repleto de personajes de fábulas, leyendas y folclore japonés. Estas historias tradicionales han sido la inspiración para muchas de las extrañas criaturas del juego, así que Ghostwire encarna la auténtica esencia de Tokio. El jugador tendrá que recorrer el paisaje urbano ultramoderno de Tokio desarrollado por las imaginativas mentes de Tango Gameworks y descubrirá sus lugares más emblemáticos y los rincones secretos más inesperados.

Gran parte del encanto de Ghostwire: Tokyo residía en el misterio que le rodeaba su presentación de 2019, vaticinado un juego de terror fantasmal en Tokio con la firma del estudio de Shinji Mikami, el creador de Resident Evil pero si aún piensas así te aviso, aunque hay terror este juego no es un survival horror.

Se trata sin duda de un juego muy particular para un público muy concreto, pero sí su ambientación te atrae tanto como hizo con nosotros, no lo dudes que este título te va a sorprender.

¡Los espíritus andan sueltos!

La historia comienza una noche cualquiera de 2021 cuando un villano enmascarado, Hannya, desata una niebla fantasmal sobre Tokio y toda la población de Shibuya se evapora de golpe, las aceras están repletas de ropa, bolsos y carritos de bebé de las personas.

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Los espíritus vagan a sus anchas y los visitantes, demonios de otro mundo, salen a las calles sedientos de almas por desgracia para este villano, no todo el mundo ha desaparecido, nosotros tomamos el papel de Akito, un joven que sobrevive al incidente gracias al espíritu de un detective paranormal K.K., uniendo sus fuerzas se lanzan a las calles de Tokio haciéndoles frente a los visitantes del más allá, todo ello para poner fin a los planes de Hannya y devolver las almas de la gente a su descanso.

No cabe duda de que el gran protagonista del juego es la propia ciudad de Tokio desde el cruce de la estación hasta el parque de Yoyogi, el estudio de Shinji Mikami ha recreado todas las calles de Shibuya con un nivel de detalle espectacular, es casi como visitar la ciudad en persona, salvo que está llena de monstruos sedientos de sangre.
En cada esquina de los barrios, cada casa y cada rascacielos han sido creados con mimo para que sientas lo viva que está una ciudad como es Tokio.

No dejes las misiones secundarias para el final

En Ghostwire: Tokyo podemos encon-trarnos con almas incapaces de cruzar al otro lado por algo que los ata al mundo terrenal, es la manera espiritual de introducirnos en misiones secundarias claro tirando de la creatividad de esas historias abarcan desde buscar papel higiénico para un espíritu que fallecieron en el váter hasta adentrarnos en un edificio donde han ocurrido numerosos suicidios y purificar los mismos lugares.

En cada barrio habita un yokai distinto que podemos encontrar para obtener recursos de mejora si queremos atrapar a un “kappa”, tendremos que atraerlo con pepinos mientras que los “onis” solo podemos encontrarlos con la ayuda de un perro que sea su amigo. Y hablando de los animales, estos también han sobrevivido a la niebla de Tokio, las calles están repletas de gatos y perros sin amo, que gracias a nuestros poderes somos capaces de conversar con ellos e incluso algunos te dan pistas para encontrar coleccionables otros te cuentan que están aterrados por lo que ocurre y algún que otro gato aprovecha para maquinar la conquista del mundo sin humanos. Son por lo tanto pequeños NPC’s que se suman a la ambientación del juego y cuentan historias curiosas si eres buen observador y te gusta explorar.

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Tokio a tus pies

Ghostwire: Tokyo es un juego de mun-do abierto mucho más tradicional de lo que aparenta la ciudad se divide en barrios que se desbloquearán al purificar puertas Torii de los templos, por las calles hay estatuas que nos dan experiencia aumentando así, nuestra munición de hechizos. También nos encontramos con Tanukis disfrazados de objetos cotidianos, lo que les hacen pequeños incentivos para explorar la ciudad y alejarte de las calles principales.

Pero todo esto no deja de ser ensom-brecido por el hecho de que, a largo plazo, el juego se vuelve un poco re-petitivo con sus mecánicas y entras en un bucle. Aunque gracias a la posibilidad de alternar entre las misiones principales y secundarias nos da un respiro de esa previsibilidad, en ciertas partes de las misiones te puedes llevar un susto bien llevado.

Es ahí donde entra el sistema de combate que tiene este título, que gracias al motor de inteligencia artificial y a la dificultad en la que juegues, éste se adaptará a ti y los enemigos se coordinarán para no dejarte ni un respiro. Y es justo en ese momento donde como jugador deberás hacer gala de tu ingenio para combinar tus poderes, los diferentes talismanes e incluso el arco, que necesitarás más de una vez.
Corto pero intenso.

La duración de Ghostwire: Tokyo ronda entre las 15 a 30 horas, todo en virtud de lo coleccionista que seas y eso ayuda a que lo puedas disfrutar plenamente antes de que la fatiga empiece a hacer mella. Una cosa que echamos en falta fue una mayor inmersión en las historias personales de nuestros protagonistas, ya que solo se nos presentan superficialmente y no van más allá de repetirse el uno al otro que lo importante es la misión final.

A pesar de todo terminaos con este título con muy buen sabor de boca, sintiendo que hemos vivido una aventura especial tal vez una que no explota plenamente su potencial, pero sin duda un juego único que rebosa creatividad. La propuesta que vive y muere por su ambientación, pero lo suficientemente buena como para competir con los juegazos de este año, en cuanto a realidad. Si te apasiona Japón, los espíritus y las leyendas urbanas de terror no lo dejes escapar, este es tu juego.

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