-Eres tonto.
-Me declaro culpable. -levantó las manos al aire irónicamente.
-Al parecer, la clase ha de ser muy aburrida para vosotros dos.
Said se acercó a nuestro lado. Pasó su mirada de Daniel a mí, y otra vez de mí hacia Daniel. Esta vez fui yo a que se disculpó.
-Sentimos molestar profesor Said.
-Ahórrese las disculpas Amelie. La voy a invitar a usted y al señor Dary que abandonen mi clase. Espero que la próxima que vengan, traigan con vosotros el respeto y cierta educación.
No quise decir nada más. Me sentía demasiado avergonzada como para suplicar que no nos eche. Metí todo el material en el armario de la mesa, lo cerré con llave y salí. Daniel hizo lo mismo y me siguió al pasillo.
-Qué vergüenza. – me paseé de un lado a otro del pasillo.
-No creo que sea la primera vez que te echen de clase. -cerró la puerta detrás de él y se apoyó en la pared, con los brazos en jaras mirándome.