-Tranquila Amelie. Me da igual el tío, es verdad que sentí algo diferente a mis anteriores ligues, pero no sé quién es y no voy a montar una búsqueda. En cuanto al club, la verdad es que es hora de que los jóvenes emprendamos. Me gusta la idea, y quien sabe las maravillas que podremos descubrir allí. Yo me apunto.
-Y yo.
Amelie no daba crédito a lo que estaba escuchando.
-Estáis locas. Definitivamente lo vuestro necesita medicación.
-Todos necesitamos un poco de locura para seguir estando vivos.-nunca pensé que diría algo así.
Sacudió la cabeza balbuceando cosas sin sentido. Finalmente habló.
-¿Estoy soltera, no?
-Esa es mi chica.
Serena se abalanzó sobre ella agobiándola a besos.
-No seas pelota Serena.
-Ya veréis, se está cociendo algo muy pero que muy extravagante.
-Un poco loco.
-Con toques de elegancia.
Nuestro lema. Algo que inventamos tras ver nuestra peli favorita, El diablo viste de Prada. Y tras muchos años, era nuestro día a día.
-Entonces, ¿Susphyria no? -las tres nos fuimos hablando camino al sitio de siempre, mientras la idea del club iba cogiendo forma.