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El Cinéfilo

The Killing of Two Lovers

En un pequeño y aislado pueblo de Estados Unidos, David y Nikki, un matrimonio joven con cuatro hijos, atraviesan una crisis sentimental y se han dado un tiempo. David intenta asimilar la nueva situación y reconciliarse con Nikki, pero la aparición de una nueva pareja en la vida de ella le acrecentará su dolor.

The Killing of Two Lovers ha sido una de las películas del Americana’21 que más admiración ha generado entre los espectadores. Y no es para menos. La nueva película del cineasta californiano Robert Machoian (God Bless the Child, 2015) reflexiona sobre la decadencia de una pareja y la fragilidad de los vínculos sentimentales en la actualidad mediante unos elementos singulares que elevan la propuesta por encima de otros films más convencionales sobre esta temática.

Para empezar, el hábil guión del propio Machoian juega desde el comienzo con las expectativas del espectador, de una manera algo engañosa pero efectiva. Machoian sigue las evoluciones de un personaje desorientado a través de unos largos planos secuencia que evidencian la sensación de soledad e incomunicación del protagonista. Además, opta por un formato 4:3 para enfatizar el ambiente opresivo de la historia, como en la reciente El faro de Robert Eggers (2019). La expresividad visual de los planos se complementa con el uso del sonido: a lo largo de la cinta oímos de manera extradiegética omnipresentes ruidos, como engranajes de un coche, el tambor de una pistola al girar o el de una puerta al cerrarse. Todos estos recursos amplifican la interpretación de Clayne Crawford, actor norteamericano con una amplia carrera en series, dando vida a David: nos transmite con mucha veracidad el dolor y la frustración que atraviesa en cada momento.

The Killing of Two Lovers es una tensa, inquietante y muy personal introspección en la psique de un personaje atormentado que no dejará indiferente a nadie. Nominada al Premio John Cassavetes de los Independent Spirit y ganadora del gran premio del jurado en el Atlanta Film Fest, entre otras distinciones, es una de las mejores películas del reciente cine independiente norteamericano.

Escrito por

Oriol Rubio es entusiasta de la cultura audiovisual, amante de la ficción, seguidor de la ciencia ficción y amigo de soñar despierto. “Para ser feliz en este mundo y en esta dimensión tengo suficiente con ir al cine y abrir los ojos”. Colaborador en el portal web de cine cinemaficcio.com ha desarrollado una carrera de crítico cinematográfico perspicaz y arrolladora.

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