Mattel desvela las muñecas más deseadas por los coleccionistas

El evento Dolls Collector reunió en Madrid a periodistas, creadores y fans

Madrid fue el punto de encuentro para quienes ven en las muñecas algo más que un juguete. El pasado 23 de octubre, Mattel celebró su evento Dolls Collector en el espacio Downtown, un enclave transformado en galería efímera para rendir tributo a la historia y la emoción que despiertan Barbie Signature y Monster High Skullector, dos líneas que han convertido el coleccionismo en una forma de arte.

Bajo el lema “Dilo con una muñeca”, la cita reunió a periodistas, creadores de contenido y miembros de la comunidad collector en un recorrido que fusionó diseño, memoria y exclusividad. “Hoy no presentamos una colección, estamos aquí para celebrar una pasión compartida”, afirmó Céline Ricaud, directora de Marketing Iberia de Mattel. “Las muñecas Signature de Barbie y Skullector de Monster High representan una expresión de identidad, un símbolo de estilo y una conexión con la historia de quienes crecimos soñando con ellas”.

Cuando el coleccionismo se convierte en arte

El espacio, ambientado con escenografías temáticas y vitrinas de edición limitada, ofreció a los asistentes una experiencia inmersiva en el universo de ambas marcas. La atmósfera invitaba a la contemplación: muñecas que evocaban épocas, estilos y referencias culturales se presentaban como obras de arte en miniatura.

Evento Matel muñecas collector

Entre los momentos más emotivos destacó la intervención de Claudia López, conocida en redes como Chicle de Fresa Dolls y una de las voces más queridas del mundo collector. “Coleccionar es una forma de expresar quién eres”, explicó. “Para mí, Barbie y Monster High no son solo muñecas: son una parte de mi historia, un recordatorio de que podemos ser auténticos, creativos y seguir soñando a cualquier edad”.

Barbie Signature y Monster High Skullector: identidad y creatividad

Evento Matel muñecas collector

En el corazón del evento, las vitrinas dedicadas a Barbie Signature y Monster High Skullector rindieron homenaje a dos visiones complementarias de la creatividad.
Barbie Signature encarna la fusión entre moda, arte y narrativa. Cada muñeca se concibe como una pieza única que celebra la evolución cultural de Barbie y su capacidad para reflejar la sociedad de su tiempo. Desde homenajes a figuras históricas hasta colaboraciones con iconos del cine o la moda, esta línea ha consolidado a Barbie como símbolo de inspiración y legado.

Por su parte, Monster High Skullector aporta la mirada más atrevida y transgresora. Inspirada en el cine, la fantasía y la cultura pop, esta colección combina detalle artesanal y estética alternativa, reivindicando la diferencia como fuente de creatividad. Sus piezas capturan la esencia de una comunidad adulta que valora el diseño, la autenticidad y la libertad de expresión.

Mattel Creations: el arte de coleccionar

El evento también puso el foco en Mattel Creations, la plataforma global de la compañía dedicada al coleccionismo contemporáneo. Este espacio conecta arte, cultura y diseño a través de ediciones limitadas y colaboraciones exclusivas que amplían los límites del juego tradicional.

Evento Matel muñecas collector

Entre sus lanzamientos más recientes destacan Monster High Skullector Alien y Barbie Van Gogh, ejemplos de una visión en la que el juguete se transforma en obra de arte y en vehículo de conexión entre generaciones. Con esta apuesta, Mattel reafirma su papel como referente en la cultura fan, impulsando un nuevo lenguaje donde el juego, la emoción y la creatividad se encuentran.

La nostalgia como forma de futuro

Dolls Collector no fue solo una celebración del coleccionismo, sino también una reivindicación de la memoria compartida. En un contexto en el que el mercado adulto representa ya casi un tercio de las ventas de juguetes en Europa, el evento confirmó que el arte de conservar también puede ser una forma de crear.

Entre vitrinas, luces y recuerdos, Barbie y Monster High demostraron que la magia del juego no tiene edad y que cada muñeca, en manos de un coleccionista, puede convertirse en una pequeña obra que habla de quiénes fuimos y de cómo seguimos soñando.