La nueva edición del Bilbao BBK Live, que se celebrará del 10 al 12 de julio de 2025, llega con una decidida apuesta por la sostenibilidad medioambiental y social, consolidando su papel como un evento cultural comprometido con el presente y el futuro. Lejos de limitarse a ser un gran espectáculo musical, el festival se posiciona como un ejemplo de cómo la cultura puede integrarse de forma consciente y regenerativa en el entorno natural y social que la rodea.
Un recinto adaptado al paisaje y con diseño circular

Ubicado en el monte Kobetamendi, el festival ha trabajado una vez más para que su infraestructura se integre con respeto en el paisaje. La topografía se respeta, y las estructuras, escenarios y decoraciones siguen criterios de ecodiseño y economía circular. Un ejemplo de ello es la reutilización del revestimiento vegetal del escenario Nagusia o la instalación modular y multi energética en el escenario Repsol, que apuesta por fuentes de energía más eficientes.
El diseño del recinto no busca imponerse, sino convivir con el entorno natural de manera responsable, minimizando el impacto visual y ambiental en una zona de gran valor ecológico para Bilbao y Bizkaia.
Medidas para reducir la huella ecológica
El festival continúa avanzando en la medición y reducción de su huella de carbono, a través del sello Erronka Garbia de Ihobe (Gobierno Vasco). Esto incluye tanto las emisiones directas como indirectas derivadas de la producción, transporte y logística. Se han implementado mejoras como el uso de biocombustibles, la optimización del transporte colectivo, la promoción del acceso a pie desde el centro de Bilbao y la reducción de residuos mediante la producción circular.
Estas acciones se realizan en colaboración con empresas, administraciones y entidades sociales, con el objetivo de crear un modelo de cultura regenerativa: un evento que no solo minimiza su impacto, sino que aporta valor al territorio, a las comunidades y al medioambiente.
Accesibilidad, diversidad e inclusión: un festival para todos
El Espacio BALORE, punto neurálgico del compromiso ético y social del festival, se consolida como lugar de encuentro para la reflexión, la participación y la escucha activa. Este espacio se articula en torno a distintos puntos temáticos:
- Punto violeta, de prevención y sensibilización frente a la violencia machista.
- Punto LGTBIQ+, para visibilizar la diversidad afectivo-sexual y de género.
- Punto de accesibilidad, donde se informa sobre los recursos disponibles para personas con diversidad funcional.
- Punto verde, que divulga las acciones medioambientales y fomenta la conciencia ecológica.
- Punto de alianzas, para dar visibilidad a las colaboraciones con universidades, ONGs y entidades del tercer sector.
Con estas acciones, el festival demuestra que el entretenimiento y el compromiso social no están reñidos, y que se puede disfrutar de la música en un entorno inclusivo, respetuoso y consciente.
Cultura como herramienta de transformación social
Bilbao BBK Live mantiene su vocación de ser un festival construido por y para las personas. Más de 3.000 personas trabajan en cada edición, y todos los proveedores firman una declaración responsable en materia laboral. Además, se ha firmado un convenio para que personas con discapacidad intelectual colaboren en tareas del camping, en una experiencia formativa e inclusiva que apuesta por la participación real y activa.
A través de iniciativas como las Visitas Solidarias, se garantiza el acceso a la cultura de personas en situación de vulnerabilidad de entidades como Cáritas, Cruz Roja o Gorabide, acercando la música a quienes habitualmente no pueden disfrutarla en directo.
Conexión urbana y descentralización cultural
El festival también destaca por su vinculación con el territorio. Su ubicación permite un acceso peatonal desde el centro de Bilbao, reduciendo la dependencia del transporte motorizado. A ello se suma la descentralización cultural mediante programas como Herrian, Hirian, Bereziak o Sirimiri, que llevan la música a diferentes barrios y municipios durante todo el año, fomentando la cohesión social a través del arte.
En 2025, el proyecto Herrian llegará a Abanto-Zierbena y Amorebieta-Etxano, manteniendo su apuesta por democratizar el acceso a la música en directo y revitalizar el tejido cultural local. La programación combina nombres internacionales con una fuerte presencia de la escena musical de Euskal Herria, como Sal del Coche, Hofe, Mirua, Xsakara o Eider Saez.
Un modelo de festival sostenible, humano y transformador
Organizado por Last Tour, empresa certificada como B Corp, el Bilbao BBK Live continúa demostrando que es posible construir un gran evento sin renunciar a los valores sociales y medioambientales. En su edición 2025, el festival reafirma su compromiso con la cultura como motor de cambio, inclusión y sostenibilidad, ofreciendo un modelo replicable que demuestra que otro tipo de festival es posible: uno que celebra la música cuidando a las personas y al planeta.