Xeinn regresa después de dos años de silencio con una balda llamada «Viejos Tiempos«. El artista nos concede su entrevista de regreso con la finalidad de poder presentar su nueva propuesta musical que se viene. En esta entrevista, Alejandro – nombre real-, hablará del proceso que le ha servido para poder componer y refundar su música.
Después de casi dos años sin publicar música desde “No hay señal”, XEINN, ¿cómo ha sido volver con este nuevo single?
Ha sido una sensación extraña, incluso con algo de miedo. Este tiempo he estado componiendo muchísimo. Tras mi paso por Benidorm, que fue un trampolín enorme, necesitaba reenfocar todo. Venía de cantar en inglés, quería encontrar un sonido más personal, algo que me representara de verdad, aprovechando los recursos que tengo y aportando algo distinto dentro de lo comercial.
He trabajado muchísimo, con productores y compositores increíbles. Pero, claro, tras tanto tiempo parado, todo esto de lanzar una canción se sentía nuevo. Aunque ya haya subido música antes, ahora era diferente. Quería que todo saliera bien, gestionarlo con calma, sin precipitarme. Ha sido un proceso intenso, pero muy necesario.
¿Te has sentido fuera de lugar al volver? Como si no fuera tu espacio habitual ya.
Totalmente. Es muy raro, porque tú sabes cómo es sacar música, pero cuando pasa tanto tiempo, pierdes ese recuerdo emocional. Dos años no son pocos, y preferí tomármelos para crear canciones que realmente me gustaran, que me representaran. Ahora va a venir mucha música, porque he estado componiendo sin parar.
«Parte de un momento personal muy duro» – XEINN
Enhorabuena por el tema. “Estos viejos tiempos” arranca como una balada y luego entra esa base de reggaetón. ¿Por qué decidiste que fuera tu carta de presentación para esta nueva etapa?
Porque es una canción extremadamente personal. La compuse hace justo un año, en medio de una situación complicada con una persona con la que, por circunstancias de la vida, no se pudo dar una relación. Sufrí mucho, no entendía por qué y sentía que tenía que plasmar todo eso en una canción. No sabía si saldría o no, pero necesitaba hacerlo para liberarme un poco.
No es la primera que compuse de todas las que tengo para lanzar, pero sí la más emocional. Y pensé: “ya que vuelvo, quiero hacerlo con la canción más honesta que tengo”. Creo que la gente puede empatizar con ella de formas muy distintas, porque todos vivimos emociones únicas. Era importante empezar desde lo más real de mí, desde Alex, y con un mensaje que me representara al cien por cien.

Da la sensación de que “No hay señal” y “Estos viejos tiempos” están conectadas narrativamente. ¿Es así?
No, en realidad no tienen nada que ver. “No hay señal” era una canción de despecho, y esta nueva etapa es diferente tanto en sonido como en narrativa. Aquí hay más introspección, autocrítica, emoción real… Es un cambio de ciclo. Todo lo anterior ha quedado atrás. Esto empieza ahora.
¿Qué puedes contarnos de este nuevo proyecto? ¿Cuántas canciones tienes pensadas? ¿Hay un álbum o EP en camino de XEINN?
La idea es lanzar una canción nueva cada mes y medio. Quiero mantener una constancia real, algo que hasta ahora no había tenido. Tengo unas 7 u 8 canciones ya preparadas, y sigo componiendo. Eso da para más de un año de música si lo distribuyo bien.
Por ahora, no estoy pensando en EPs ni álbumes. Prefiero ir construyendo poco a poco, enganchar al público de forma orgánica. Si sacase un EP con 7 canciones ahora, luego me quedaría varios meses sin nada nuevo mientras compongo. Prefiero mantener el ritmo de lanzamientos y que la gente se vaya sumando al proyecto con cada tema nuevo.
«Esta canción iba a ser lanzada en febrero» – XEINN
¿Tu regreso coincidiera con la semana de Eurovisión fue casualidad o estaba planeado? Teniendo en cuenta que tu mayor visibilidad fue con Benidorm Fest…
Fue totalmente casual. Mi idea inicial era lanzar en febrero, pero ya sabes cómo van estas cosas: los planes cambian, surgen problemas, los tiempos se alargan… Al final, ha salido ahora en mayo. Pero creo que este primer tema necesitaba ese tiempo extra. A partir de ahora, la intención es no dejar pasar más de tres meses entre lanzamientos.
En una entrevista anterior, XEINN, nos hablaste de tu admiración por Rauw Alejandro y tu deseo de trabajar como él, cuidando tanto lo musical como lo visual. ¿Cómo ha influido eso en tu elección de productores?
Cuando escucho a un productor, lo primero que busco es originalidad. Me fijo mucho en la producción que hay detrás de lo que escucho en Spotify, porque como cantante y compositor quiero saber quién está construyendo ese sonido.
Hay productores muy buenos en lo comercial, pero si quieres destacar, no puedes hacer lo mismo que los que ya están arriba. Por ejemplo, con el reguetón: me encanta, lo consumo mucho, pero si suenas igual que Rauw Alejandro, ya hay un Rauw Alejandro. La clave está en aportar algo nuevo.
Por eso me fijo mucho en productores que vengan del mundo de la electrónica, que es un género que me apasiona. Aunque mi música se dirija hacia lo urbano, quiero fusionarla con elementos electrónicos y romper etiquetas. Esa búsqueda constante de originalidad es lo que marca esta nueva etapa.
«No me cierro a ningún género» – XEINN
En este nuevo sonido, aunque arrancas con una balada, parece que lo urbano sigue siendo tu esencia. ¿Hasta qué punto la electrónica va a influir en lo que viene, Xeinn?
Totalmente. Este primer tema es más íntimo, más personal, pero soy una persona bastante experimental. No me cierro a ningún género. Si fluye y me representa, adelante. Me gusta lo urbano y es lo que estoy componiendo, pero quiero aportar algo más: la electrónica me encanta y creo que es un universo inmenso con posibilidades infinitas.
A partir de estos dos primeros singles, viene una fusión muy interesante. He querido trabajar con productores que no sean solo reguetoneros, sino que vengan de la electrónica y sepan adaptarse al urbano. Gente como Tumbado, que es un genio; PNP, que ha trabajado con Riser y ElGé; o Juan Batista, con quien estoy haciendo algo más afro pero siempre con una estética distinta. No quiero caer en lo típico, en lo genérico. Busco algo diferente, y por eso he descartado muchas canciones que no cumplían con esa visión.

¿Has dejado muchas canciones fuera por no encajar en ese nivel de originalidad?
Sí, muchas. Fácilmente siete, o incluso más. A veces te rayas buscando algo nuevo y terminas pensando que todo es genérico. Pero también necesitas una segunda opinión que te diga: “tranquilo, esto suena bien, suena a ti”. Aun así, sí, muchas canciones se han quedado en el camino porque no sentía que aportaran lo que quería.
«Quiero regresar siendo un artista completo» – XEINN
¿Entonces estas canciones que están saliendo forman parte de un plan a largo plazo? ¿Habrá un show, un concierto, algo que una este proceso creativo en un directo?
Ese es el objetivo principal. Aunque no lo he enseñado aún, llevo más de un año tomando clases de baile de forma muy intensa. Quiero ser un artista completo, no solo cantar y componer, sino también ofrecer un show. En España hay un vacío en ese sentido, sobre todo entre los artistas masculinos. Afuera tienes a Rauw, pero incluso él es bastante estático. Faltan shows completos, pensados, con performance real.
Quiero que mi directo tenga una apuesta fuerte, coreografías, puesta en escena, un espectáculo que la gente recuerde. A nivel musical no sé si acabará siendo un álbum, un EP o qué, pero lo que tengo claro es que quiero seguir lanzando temas y construir algo grande que, llegado el momento, pueda presentarse como un show en condiciones.
Hablando de performance y colaboraciones, ¿te imaginas compartiendo escenario con artistas que también bailan y montan espectáculos, como Lola Índigo o Daniela Blasco, XEINN?
A día de hoy, no ha habido contacto. Es verdad que mientras producía una canción, alguien me dijo: “esto le encantaría a Lola Índigo”. Fue lo más cercano, porque quien me lo dijo trabaja con ella. Pero por ahora, el proyecto está arrancando. Poco a poco.
Si hablamos de colaboraciones soñadas… claro, me encantaría trabajar con Rauw, The Weeknd… incluso con Batjah, que lo tengo en mente últimamente, o María Becerra, aunque sus estilos sean muy distintos. Todo llegará. Confío mucho en el proceso.

Después de este parón de dos años, en una industria donde parece que si no publicas cada semana te olvidan, ¿has llegado a dudar de tu decisión? ¿Pensaste que tal vez no era el mejor momento para parar?
La verdad es que no. Sigo siendo consciente de cómo funciona esta industria, pero prefiero parar antes que seguir sacando canciones que no aportan nada. Hay un riesgo, sí, puedes perder oyentes, seguidores, presencia en medios… pero si el proyecto con el que vuelves es sólido y bueno, todo eso puede volver y con más fuerza.
No me arrepiento. Prefiero ese parón con propósito que una continuidad vacía. Y creo que lo que viene ahora tiene mucho más valor que lo que podría haber seguido publicando sin rumbo.
Me alegra oírlo. Porque tomar esa decisión en este entorno no es fácil, hay que ser valiente. ¿Te llegó a generar inseguridad o miedo el hecho de frenar?
Gracias. Para mí no fue valentía, fue necesidad. Necesitaba entenderme, parar y tomar perspectiva. Y sinceramente, ahora lo agradezco muchísimo. He crecido como compositor, como músico, y tengo claro qué música quiero hacer y qué quiero que represente mi proyecto. Parar fue una de las mejores decisiones que he tomado.
¿Todas las canciones que vienen serán bailables? ¿Habrá espacio para más baladas?
Son todas bailables, excepto “viejos tiempos”, claro, que es más emocional. La siguiente que saldrá tiene un estilo algo similar, pero luego lo que viene es muy bailable. Hay tres en concreto que tengo muchas ganas de presentar porque están pensadas con coreografía desde el principio.
Una cosa que llama la atención en “Estos viejos tiempos” es que, a pesar de tener una letra muy profunda, decidiste dejarla con un fondo muy minimalista. ¿Por qué ese enfoque tan desnudo?
Porque no quería perder la intimidad. Me encanta meter sintes y elementos, pero esta canción no lo pedía. Quería que la voz fuera lo más importante, que brillara y nada la eclipsara. La instrumental está, claro, pero más como un acompañamiento atmosférico.
Eso sí, hay recursos que me encantan: cómo empieza, esa guitarra inesperada, el giro al afrobeat… todo está pensado para que suene bien, pero sin robarle protagonismo a lo esencial: la voz y el mensaje. Por eso decidí dejarla más desnuda, que respirara.
«Me han pasado muchas cosas en estos dos años»
¿Y las letras de los próximos temas siguen la misma historia personal? ¿Estamos escuchando una evolución emocional real tuya?
Sí. En estos dos años me han pasado muchas cosas y he vivido muchas experiencias. Cada canción es como una historia que forma parte de ese recorrido. Algunas más tristes, otras más luminosas, pero todas reflejan lo que ha sido mi vida durante este tiempo.

¿Entonces cada canción que viene será una especie de capítulo dentro de una historia que has vivido estos dos últimos años?
Exacto. Algunas son más alegres, otras más buenrolleras, pero todas reflejan etapas que he vivido en este tiempo. Es como una serie: cada canción muestra lo que le ha pasado a un personaje durante dos años. Eso es lo que he intentado plasmar, un recorrido emocional.
«El parón era necesario»
¿Cómo estás ahora, después de todo este proceso?
Con más ganas que nunca. El parón era necesario. Si pienso en 2023, no lo recuerdo con cariño. No conectaba con lo que hacía, no me sentía representado por nada. Ahora me siento libre, renovado, confiado en un proyecto en el que creo de verdad.
He subido muchas versiones, me ha seguido gente nueva, también me he frustrado. Pero todo ese proceso me ha devuelto una fe en mí mismo que antes no tenía. He crecido como compositor, como músico y como persona. Ahora estoy en un momento mucho más sereno, con paciencia, sabiendo que todo llega con trabajo. Y eso es lo que he hecho estos dos años: trabajar sin parar.
¿Qué pregunta no te he hecho y te gustaría añadir?
(Sonríe) Has preguntado tantas cosas buenas que no sé qué añadir. Pero por curiosidad, creo que algo interesante es contar que después de la siguiente canción va a haber un cambio importante.
¿Un cambio de sonido?
Sí. Seguiremos en una línea urbana, pero va a entrar de lleno la electrónica. Muy fresca, muy distinta, muy yo. Me ha costado mucho encontrar ese punto, por eso me frustraba, pero lo que viene es algo que no creo que se haya escuchado mucho: una fusión de urbano, reguetón, afrobeat y electrónica.
Por ejemplo, “Estos viejos tiempos” empieza como una balada y rompe con un afro inesperado. Ese tipo de giros, de cambios dentro de la misma canción, es lo que me gusta hacer. No me gusta quedarme en un solo género. Tiene que haber un giro, algo que te refresque el oído y te haga pensar: “¿qué es esto? no sé, pero me encanta”.
Me encanta que mantengas esa ambición que ya tenías hace dos años. ¿Todo este proceso creativo te ha pasado factura?
No especialmente. Hay días frustrantes, claro. Te metes en el estudio, tienes dos sesiones seguidas y no sale nada. Te preguntas si lo que haces tiene sentido, si gustará. Pero la creatividad es así, caprichosa. A veces aparece y te da algo increíble, otras no. Yo intento no preocuparme. Confío mucho en lo que estoy construyendo. Estoy bien. Muy bien, de hecho.

¿Veremos algo de esto en directo este verano? ¿Algún concierto, presentación…?
Este verano, no. Creo que todavía no toca. Ahora es momento de seguir sacando canciones. No tendría sentido hacer conciertos si el repertorio que quiero presentar aún no ha salido. El año que viene, cien por cien. Con una puesta en escena potente, para que incluso quien no me conozca diga: “¿Quién es este chaval? ¡Qué show!”. Aunque yo creo que para entonces ya me conocerán (ríe).
Pues nada más, Alejandro. Muchísimas gracias por este rato y por abrirte tanto. Ojalá todo lo que viene recompense el esfuerzo y amor que le estás poniendo.
Gracias a ti por la entrevista. Siempre es un placer, de verdad. Las haces súper llevaderas, sabes llevarlo todo muy bien. Espero que la gente se enganche a este nuevo Xeinn poco a poco. No quiero viralidad forzada ni bombazos instantáneos, quiero un crecimiento real, con gente que se quede. Creo que lo que viene les va a gustar, porque está hecho con amor y mucha originalidad.