Daniel Grao, Guido Grao y Melina Matthews
Daniel Grao, Guido Grao y Melina Matthews

El equipo de «La Gran Obra» habla del proyecto en YOUNG

Reunimos al equipo para conocer curiosidades del cortometraje

«La gran obra«, el cortometraje ganador de un premio Forqué a Mejor cortometraje, obra del director Àlex Lora, inicia la carrera hacia los Goyas. El cortometraje ha recibido elogios en el Festival de Sundance, con un premio del jurado. La obra ha sido reproducida en más de 120 festivales.

Leo y Diana, una pareja aburguesada, llevan un televisor roto a un punto de reciclaje. Allí conocen a Salify y a su hijo Yousef, dos chatarreros a los que invitan a su mansión para donarles más objetos. La situación se enrarece cuando descubren que los chatarreros tienen algo que ellos quieren.

En este encuentro hemos hablado con su director, Àlex Lora, y los protagonistas Daniel Grao (Julieta) y Melina Matthews (Savage Grace). Además, esta producción marca el primer proyecto de Guido Grao, el hijo de Daniel en la interpretación.


¿Qué pregunta no os han hecho sobre esta obra y os gustaría que os hiciesen?

Daniel: Pues mira, yo tengo una historia personal que podría relacionarse con la pregunta. Me gustaría que me preguntaran si me he visto en una situación parecida a la de los personajes, donde al final se da la vuelta y tienes algo que aprender.

Recuerdo que, siendo adolescente, un chico árabe vino a pedir trabajo a cambio de un bocadillo y un lugar para dormir. Mi padre le ofreció trabajo temporal y comida, y al final, este chico, Abdul Asiris Eljamiris, se convirtió en un amigo de la familia y me dio clases de matemáticas.

Fue una experiencia muy enriquecedora y me hizo reflexionar sobre los prejuicios y la importancia de conocer a las personas más allá de las apariencias. Nos hicimos amigos y cuando se tuvo que ir, lloré a moco tendido porque se había convertido en un amigo de la familia. Me di cuenta de que si no hubiéramos hecho ese gesto, me lo hubiera perdido.

¿Llegaste a saber algo más de él después?

Daniel: Sí, supimos que había conseguido estabilizarse en su nuevo trabajo en el pueblo en el que vivíamos entonces. Nos lo encontramos una vez y estaba feliz, con novia y trabajo.

Daniel Grao y Melina Matthews
Daniel Grao y Melina Matthews

«Los personajes blancos eran bastante odiosos en La Gran Obra»

¿Habéis descubierto algo sobre vosotros mismos al interpretar estos personajes y sus realidades tan diferentes?

Melina: Cuando leímos el guión, ya veíamos que los personajes blancos eran bastante odiosos. La mujer, por ejemplo, parecía muy maja y tolerante, pero en realidad no lo era. Creo que he aprendido a no fiarme tanto de ese tipo de gente.

La gran obra me ha hecho reflexionar sobre los prejuicios y la importancia de conocer a las personas antes de juzgarlas. En el caso de nuestros personajes, cuando leímos el guión, ya de entrada veíamos que los dos personajes de blancos eran bastante odiosos.

La mujer era de cara a la galería muy maja, superabierta, todo tolerante, la típica que parece muy buena persona, pero luego se ve que en realidad no tiene nada que ver. Pero ya de entrada es verdad que se reconoce enseguida sobre el papel, ya veíamos que no eran buenas personas.

Daniel: Al final, creo que lo puedes extrapolar a cualquier cosa: orientación sexual, raza, estatus económico, nivel cultural. Da igual.

Al final es siempre el ejercicio de la identificación. El que tienes enfrente es un ser humano y si lo conectas con él, pues da igual el dinero que tenga, el color que tenga.

Creo que eso siempre, en cualquiera de las direcciones, a todo ser humano tiene que hacer ese ejercicio. No es que los malos y racistas seamos los blancos pudientes, también lo hay en la otra dirección. Al final es el concepto egoico de identidad, que está hueco o la realidad. ¿Qué es el ser? ¿Qué es la persona, el ser humano que tienes delante y no te va a quedar otra si quieres hacer la diferencia que conocerlo, lo otro lo único que causa es dolor.

«Los prejuicios son un mecanismo de defensa»

¿Cómo has trabajado para que el espectador reflexione sobre los prejuicios y la empatía?

Álex: Era consciente de que los prejuicios son un mecanismo de defensa que tenemos. Son necesarios porque si tuviéramos que pensar todo, absolutamente todo, no nos daría tiempo. Entonces, el cerebro hace sus matemáticas superrápido y simplifica la realidad.

En este cortometraje, intenté intensificar eso a nivel de tono y de pequeños elementos, para que el espectador se haga su propia película y se vea reflejado en esos prejuicios. Quería que el espectador se sintiera sospechoso y reflexionara sobre sus propios prejuicios.

Los prejuicios para mí son un mecanismo de defensa que tenemos, incluso te diría más, son necesarios porque si no es que no podríamos funcionar. La realidad en la que vivimos es muy compleja y el cerebro simplifica para poder funcionar. Pero siendo consciente de eso, lo que intentas hacer es a nivel de tono y a nivel de pequeños elementos aquí y allá, o incluso de planificación o de conversaciones con los actores y con el equipo, intentar intensificar eso.

El director Àlex Lora en Sundance
El director Àlex Lora en Sundance

¿Cómo te llegó esta historia y por qué valía la pena hacer «La Gran Obra»?

Álex: Bueno, son preguntas diferentes. Yo creo que sí, que es al final hay competencia en todo, pero creo que se apuesta muy poco por el cortometraje.

En este proyecto, Lluís y Sandra, los productores principales, levantaron una financiación que ayudó mucho a hacer el cortometraje. Pero nadie del equipo cobró nada, lo hicimos todos un poco por el amor al arte.

Cuando leí el guión, encontré cosas interesantes que también tenían que ver con proyectos que he hecho en el pasado, como el largometraje documental «El Cuarto Reino». La historia me parecía interesante para jugar con todos estos elementos que te he explicado antes.

«En los cortometrajes, la gente no suele cobrar»

¿Qué tiene el cortometraje que os da apoyo a vuestras carreras como intérpretes?

Melina: Para mí, lo más importante es gozar del rodaje y pasarlo bien rodando. Cuando creas equipo y hay buen ambiente, todo va rodado, nunca mejor dicho.

En los cortometrajes, la gente no suele cobrar, entonces, para que un número determinado de personas que hacen esto sin cobrar, las ganas están y quieren hacerlo. Y estamos todos dispuestos a aportar lo mejor de nosotros. En este caso, el personaje ha sido un regalo, poder interpretar a esa mujer tan odiosa, algo que no había podido hacer en otros proyectos.

Además, en algunos casos los personajes son mucho más interesantes. Mucho más jugosos en los cortometrajes se cuenta todo mucho más, de forma mucho más concisa. Pero a mí, este personaje, por ejemplo, para mí ha sido el el regalo de poder interpretar a esa mujer tan odiosa, pues muchas otras veces no he podido hacerlo yo en ningún otro, no en ningún otro proyecto. Y entonces es es poder jugar, tener la libertad de jugar mucho más.

Daniel: Yo estoy muy de acuerdo en que creo que muchas veces es sobre todo lo que puedes dar tú, no por lo que te vaya a dar a ti. Participo bastante en cortometrajes porque creo que esta historia merece ser contada y puedo aportar lo mío. Además, me gusta jugar con personajes que no son mi casting habitual y probar cosas nuevas. Pero sobre todo, es el amor al arte y la pasión por contar historias lo que nos mueve a participar en cortometrajes.