Carlos Cuevas

Carlos Cuevas: “Grabar un clásico como Los Tres Mosqueteros es como una maratón, te sumerge por completo”

Audible ha lanzado la nueva adaptación sonora del clásico de Alexandre Dumas, “Los tres mosqueteros”. El actor catalán Carlos Cuevas, quien ya había narrado las “20.000 leguas de viaje submarino”, es el encargado de llevarnos en esta novela ambientada en la Francia de 1625.

Carlos, esta es su segunda producción con Audible, ¿te has visto más cómodo en este formato?

Sí, bueno, es como cualquier oficio, vas aprendiendo. Es el tercero que hago, entonces estoy más cómodo que la primera vez que lo hice. Y bien, es una novela larga, una novela de muchas horas de narración, pero que también permite meterte en una historia con gran profundidad, porque cuando las cosas son breves, pues no da tiempo a meterse fuerte.

“Obras como esta ayudan a meterte en la obra, más que en las novelas actuales”

¿Ha sido duro el proceso de grabar esta obra, por lo largo que es?

Bueno, no, qué va. Es como cuando corres una maratón o cuando tienes una serie muy larga por delante para rodar, que no puedes pensar en el final, tienes que ir como capítulo a capítulo.

Y además, lo bonito es que los capítulos son maravillosos y te van metiendo algo que tenían mucho las novelas de antaño, que ya no tienen tanto las nuevas. Creo que narrativamente, a día de hoy, se escoge una temática, se va a fondo con ella y se escoge un relato.

Antiguamente, las novelas abrían diferentes tramas y de golpe te ves en escenas donde no te hubieras imaginado en el capítulo anterior, porque son novelas muy largas. Entonces también hay unos efectos sorpresa muy chulos.

Y a mí que me gusta mucho leer, pues lejos de agobiarme, pues me parece estupendo.

Carlos Cuevas
Carlos Cuevas

En la producción de las “20.000 leguas de viaje submarino” me constaste que elegiste la obra de entre tres que te propusieron la gente de Audible. ¿Ha sido igual en esta ocasión, has elegido tú la obra que querías hacer?

Me reuní con el equipo de Audible y les comenté que prefiero leer clásicos, ya que estudié literatura y es un tema que me interesa bastante. Me parece valioso rescatar textos que, de otra forma, son menos accesibles hoy en día. Estos no son novelas históricas, sino obras de ficción; narrativas de otras épocas que, en mi opinión, tienen mucho que ofrecernos actualmente. Así que pensé en enfocarnos en clásicos que resulten accesibles para los jóvenes, sin ser demasiado densos. No es que vayamos a leer La Ilíada de Homero, pero creo que hay muchas obras clásicas que aún tienen mucho que decirnos.

Primero, por la calidad de la escritura. Por ejemplo, Dumas era un maestro con un estilo impresionante y un manejo excepcional del lenguaje. Solo con leer una página ya se aprecia su dominio de las letras, es algo realmente bello.

Además, la idea de sumergirse en una gran novela, en una historia donde ocurren muchas cosas, me parece fascinante. Hoy en día, las narraciones tienden a ser más cortas, adaptadas a la paciencia actual, pero este tipo de novelas se siente como un viaje completo. Y eso es algo que encuentro muy hermoso.

“Dumas era un maestro con un estilo impresionante y un manejo excepcional del lenguaje”

¿Has descubierto algo nuevo de Dumas mientras narrabas esta obra?

Es bonito el ejercicio de verlo con ojos de hoy, de ver lo diferente que escribimos hoy, lo diferente que son las tramas, lo diferente que tratamos a los personajes hoy, qué lugar ocupa la mujer, qué lugar ocupa la Iglesia.

“No podemos juzgar con los parámetros actuales lo que se hizo en el pasado”

Hay un debate en la calle sobre si debemos analizar las obras pasadas con la mirada de los debates sociales actuales, ¿qué piensas tú?

Creo que debemos juzgar las cosas en el contexto de su tiempo. Sería injusto criticar a alguien por no haberse dado cuenta de ciertos temas cuando, en su momento, ni siquiera eran objeto de debate. Lo que discutimos hoy es un debate actual, no uno de aquella época.

Lo positivo es que hoy en día somos capaces de identificar esas escenas, comentarios o formas de escribir que antes pasaban desapercibidas. Y no me refiero a un libro en particular, hablo en términos generales. Por ejemplo, el otro día vi una película de Disney que me pareció machista. También vi La Momia, con Brendan Fraser, y la escena donde se conocen los protagonistas me resultó completamente cuestionable. Hace 20 años, nadie notaba esos detalles.

¿Eso significa que soy más perspicaz que los demás? No, simplemente que hoy tenemos debates distintos y una sensibilidad más afinada que antes. No podemos juzgar con los parámetros actuales lo que se hizo en el pasado. Más bien, deberíamos sentirnos orgullosos de los avances que hemos logrado y de poder identificar esas problemáticas ahora.

“No me esperaba el final de la obra”

¿Qué escena de “Los tres mosqueteros” te ha sorprendido más?

¡Ostras! Esto lo leí hace un año. El final de la novela es bastante impactante. No me esperaba que terminara de esa manera. Cuando piensas en Los Tres Mosqueteros, te imaginas algo más ligero, quizás influenciado por los dibujos animados o adaptaciones que hemos visto.

Pero realmente animo a la gente a leer el libro, no solo por ese final tan sorprendente, sino porque toda la novela es una joya. Es una historia maravillosa de principio a fin, y el desenlace, en particular, te deja sin palabras.

La obra tiene escenas de mucha acción, ¿cómo has controlado no precipitarte y mantener el ritmo en todo momento?

Bueno, pues eso también es mérito de Ana Pallejà, la directora de doblaje. Me acompañó superbién. Ella se encargaba de decir si voy bien, si no, si me tengo que acelerar un poco, si tengo que bajar revolución, si tengo que tener en cuenta que estamos en un momento de la historia donde el relato es más misterioso.

Al narrar un clásico como ‘Los Tres Mosqueteros’, Carlos Cuevas, ¿qué aspectos de la novela quisisteis destacar o enfatizar más?

Quisimos ser fiel a la novela, nunca quisimos manipular el relato. Quisimos ser fiel al espíritu aventurero que tiene a la edad del personaje, al contexto del personaje y acompañar la novela, básicamente.

“Quisimos ser fieles a la obra”

¿Cuánto dura una sesión de grabación?

Pues era un poco lo decidíamos nosotros, porque depende un poco de lo cansado que esté el narrador, y no hace falta forzar la máquina, porque si estás muy cansado ya no lees bien. Creo que nosotros haríamos unas cuatro horas al día, con una pequeña pausa de veinte minutos en medio para refrescarse y ya está.

Carlos Cuevas

¿Y cuánto durasteis haciendo este proceso?

Un mes, veintipico días de grabación.

“Tengo varias pelis por estrenar y obras de teatro a punto de representar”

Hablando de Audible, ¿qué otros audiolibros has escuchado este último año?

Mira, es que grabé uno que escuché, uno que yo también participé, que era el de Pedro Almodóvar, que escribió un libro donde él seleccionó a un grupo de actores para leer sus cuentos. Y también lo escuché, por supuesto.

Carlos, para ir terminando, ¿qué otros proyectos estás ahora?

Pues tengo muchas cosas por estrenar. Ahora vuelvo con “Jauría” en teatro, tanto en Barcelona como en Madrid. Luego también hago una obra en el Teatro Lliure que se llama “La herencia”.

Y tengo muchas pelis por estrenar. Tengo por estrenar “También esto pasará”, una peli basada en la novela de Milena Busquets, dirigida por María Ripoll. Tengo por estrenar “The birthday party”, una peli que he rodado en inglés este verano fuera. Estrenaremos pronto, “El enemigo”, que se presentará primero en el Festival de Donosti, y que es una peli sobre la vida de Miguel Gila, dirigida por Alexis Morante.

Y ahora me pongo a rodar otra peli, pero esta vez no se ha anunciado, así que no te la puedo contar.

Carlos, ¿qué pregunta me falta por hacerte en esta entrevista?

Te voy a recomendar un libro. “Estuve aquí y me acordé de nosotros”, de Ana Pacheco. Se trata de un ensayo que publica Anagrama sobre los trabajadores del sector del lujo en Barcelona.

¿Por qué la recomiendas?

Porque es leerlo y querer liarla pardísima. Te habla de lo desigual que es el sector del lujo y de para quién estamos construyendo esta ciudad y qué bonito es de cara a la galería un hotel de cinco estrellas, pero qué duro es trabajar en él y que justo muchas veces como se trata de sus trabajadores.

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