Un estudio impulsado por la Universidad de Cardiff sugiere que el juego con muñecas podría ser una experiencia beneficiosa para los niños. También para los niños que muestran autismo.
Concretamente, los investigadores han descubierto que el juego con muñecas podría beneficiar a niños con diferentes estilos de comunicación social, incluyendo aquellos que muestran rasgos neurodivergentes comúnmente asociados con el autismo.
“Es importante reconocer las diversas formas que funcionan los cerebros, también el autismo”
La Dra. Catherine Jones ha dicho: “El estudio refuerza la importancia de reconocer y valorar la neurodiversidad. Esto significa reconocer y valorar las diversas formas en que funcionan los cerebros de los niños y abordar el desarrollo social de una manera inclusiva y adaptada para todos los niños, independientemente de su neurodivergencia. Al abrazar todas las formas en que los niños eligen jugar, podemos crear un entorno más inclusivo y de apoyo para su desarrollo”.
Para obtener estos nuevos hallazgos, el equipo de investigación, dirigido por la neurocientífica Dra. Sarah Gerson del Centro de Ciencias del Desarrollo Humano de la Facultad de Psicología de la Universidad de Cardiff, replicó descubrimientos de los dos años anteriores relacionados con el cerebro y amplió el alcance del estudio incorporando una gama más diversa de participantes*, incluyendo niños de 4 a 8 años que muestran niveles altos y bajos de rasgos comúnmente asociados con el autismo.
“Les permite describir mejor sus emociones mediante a sus muñecos”
La Dra. Sarah Gerson, investigadora principal y neurocientífica ha comentado: “Nuestro estudio muestra que el juego con muñecas puede fomentar el desarrollo social en los niños, independientemente de su perfil neurodesarrollador. Los resultados indican que todos los niños, incluso aquellos que muestran rasgos neurodivergentes comúnmente asociados con el autismo, pueden utilizar el juego con muñecas como una herramienta para practicar escenarios sociales y desarrollar habilidades sociales, como la empatía”.
Los resultados del estudio sugieren que el juego con muñecas podría respaldar el procesamiento social. Independientemente del perfil neurodesarrollador del niño, pero a través de diferentes vías. Para los niños que muestran menos rasgos autistas, hablar sobre los estados mentales de otros relacionados con la actividad de la pSTS (es decir, hablar sobre los pensamientos y emociones de otros cuando juegan solos con muñecas).
En cambio, aquellos que muestran más rasgos autistas, hablar con otros durante el juego con muñecas estaba relacionado con la actividad de la pSTS. Incluso cuando jugaban solos. Es decir, participación social general con investigadores/experimentadores en lugar de un tipo específico de hablar sobre estados mentales.
Por su parte, Michael Swaisland, Head EMEA of Insight and Analytics, Mattel ha recalcado: “Mientras Barbie sigue inspirando el potencial ilimitado en cada niño. A través de la neurociencia, jugar con Barbie puede fomentar el desarrollo de habilidades sociales como la empatía en los niños, incluyendo aquellos que muestran rasgos neurodivergentes comúnmente asociados con el autismo“.
