Carta líquida
En nuestra visita probaremos una de las novedades más refrescantes para este verano y que recientemente se ha incluido en la carta. Disfrutaremos de un delicioso Sunset love (5,95 €), un smoothie de frutos rojos, naranja y fresa.
Coronado por una naranja deshidratada y flores coloridas, este smoothie ofrece un dulce comienzo como entrante. Es una elaboración que entra denso, lo que significa que su contenido es natural y no procesado o de procedencia industrial.
En cuanto a hielo, esta elaboración se hace con fruta helada, lo que evita el uso de hielo, es de los pocos smothies que he probado en el que el agua no diluye los sabores, esa sensación en el que parece que bebas agua fría con algo de fruta. Aquí sabe a fruta y está fría.
Me gusta mucho el punto del emplatado, las decoraciones, hacen que sea muy colorido. En cuanto al sabor es dulce, pero tiene un punto ácido, potenciado por las fresas y la naranja. Esto refuerza que no se perciba demasiado dulce que empalague, pero tampoco es muy ácido para los de paladar fino.
Principales
En esta primera visita disfruté de los Cinamon Rolls, acompañados de mermelada de frutos rojos, canela y helado de vainilla. Su presentación, servidos dentro de una pequeña paella de metal, le acompaña un pequeño pote de mermelada casera y el helado reposa a la espera de la primera cucharada sobre los rolls.
Me flipa el contraste entre el cinamon caliente y el helado, la textura de la masa es algo crujiente por fuera y muy denso y tierno por dentro. La verdad es que él solo empacha, pero su dulce exterior no se hace empalagoso y llena muy bien con las notas ácidas de la mermelada y el helado derretido de vainilla. ¡Increíble!
El segundo principal que probaré es una recomendación veggie, la Tostada de aguacafeta. Coronado por una flor de láminas de aguacate, el sabor lo da una increíble mezcla, de textura similar al Philadelphia, de aguacate y queso feta. El pan es denso, muy bueno, de masa madre y en conjunto me sorprendió, otra vez, la presentación, esas láminas coloridas que no sabría decir qué era, pero le daba al plato colores rosados.
La tostada era increíblemente buena, crujiente, pero no duro y que ligaba bien con la mezcla y el aguacate fresco. Te diré, querida mente curiosa, que he comido cientos de tostadas de aguacate, pero como esta, sin duda entra en el top 3 de tostadas de aguacate que he comido en mi vida. ¡Buenísima!