Entonces, ¿tu forma de escribir va más pegado a lo que te pide la historia, sin programar los acontecimientos?
De verdad que estaba escuchando la canción que aparece al comienzo del libro y de repente se me apareció la imagen de una chica joven siendo arrastrada por el bosque y tal y de ahí se me ocurrió el inicio. Lo fuerte fue que a los diez minutos también visualicé el final de la novela.
Así que con todo esto lo empecé escribir y por cuestiones laborales, solo pude tener los cuatro primeros episodios, pero la historia la tenía tan clara que no conseguía quitármelos de la cabeza, ni los personajes.
En cuanto tuve un poco de tiempo, durante el confinamiento trabajaba por las mañanas, por las tardes me dedicaba a escribir sin parar y salió solo. Fue muy inspirador.
«En el thriller me he visto cómodo porque me gusta siempre dejar con ganas de más cuando escribo»
¿Por qué Sarah, en algún lugar he leído que Sara es el nombre de la hija de un amigo tuyo, la quieres matar?
En los agradecimientos mencioné a un compañero de trabajo que a lo largo del proceso de escritura le iba leyendo y me iba comentando y tiene una hija con una discapacidad que se llama Sara. En realidad no lo escribí por ella, sino que fue casualidad, quería un nombre corto y justamente en la novela de terror que tengo guardada, y una de las protagonistas se llama Sara.
El nombre corto es para que al lector le fuera fácil quedarse con él y después busqué un apellido que cuadrara con él y salió Brooks y pensé “¡Qué guay!”.