En esta historia recorremos tu ciudad natal. ¿Cómo te has sentido recorrer Pamplona en los ojos de tus personajes?
A Pamplona tengo asociados recuerdos negativos, aunque no me pasen muchas de las coses que escribo en la novela, Pamplona me recuerda a la necesidad que tenía de escapar de ahí. Ese sitio fue Madrid y en donde me sentí libre.
Y en cambio, tengo sentimientos encontrados, porque ahí está mi familia a la que adoro y nos queremos, pero luego está el recuerdo del instituto y esa parte no me gusta tanto.
Hay un momento en la novela que no has dejado el corazón en la garganta y es la persecución que vive Enzo en Pamplona y que nos recuerda al asesinato en Vigo de Samuel Luiz Muñiz, de 24 años. ¿Ha sido intencionado este episodio en la novela?
No, este episodio parte de un momento real que viví y mis seguidores hace tiempo que lo saben porque lo comenté en las stories. Lo quería contar para quitármelo de encima y hacer las paces con mi pasado.
Cuando te he contado antes sobre Pamplona, pues a mí la ciudad me encanta, mi familia la adoro, pero no tuve suerte con la gente que me tocó en mi instituto.
Eran chavales que me esperaban en la plaza para insultarme, me amenazaban con pegarme, lo que me provocó que no quisiera salir de casa.
Hablé con la editorial para ver qué hacíamos, si dejábamos el capítulo 7 como estaba o lo eliminábamos, pero al final lo dejamos porque al escribirlo me inspiré en una experiencia mía personal, los ataques homófobos son una realidad y porque también sirve para denunciar justamente eso.