-Good Night, Selina
Menos mal que mi rostro no era visible, porque ocultaba todo el nerviosismo que me estaba invadiendo.
-Good Night My Lord.
El hombre que había detrás de la pantalla llevaba una máscara similar a la mía. Llevaba un traje muy caro, y tenía entre sus dedos un vaso de cristal lleno de un líquido ámbar. Cada vez que me llamaba, se me ponían los pelos de punta. No sé qué tenía ese hombre, pero me inquietaba a la vez que me atraía. Pasaba noches enteras imaginando como sería su rostro, su olor, su sabor… y en todas acababa tocándome con una imagen irreal de mi Lord.
-¿Estás preparada?-su voz, grave y gutural, causaba un efecto en mí que lo único que podía hacer era obedecerle. Hablaba un español perfecto y sin acento, incluso podía decir que era español. Pero algo en él, me decía que no.
-Si, mi señor.
Dejó el vaso sobre la mesa, y tomó una posición relajada, sin perder ni un ápice de elegancia y autoridad.
-Adelante.
Cerré los ojos, aún sabiendo que él no los vería y lancé un suspiro dentro de la máscara. Empecé a tararear una canción en mi mente, y al unísono me iba quitando la ropa. Primero un botón tras otro de mi chaqueta. Después el cierre del sujetador, dejando sueltos unos pezones que en seguida se pusieron duros. No sé si del nerviosismo, de la tensión o el morbo que causaba mi actividad hedonística.
Escuché su respiración, y imaginé como su rostro se endurecía al verme tan dócil y dispuesta para él. Siempre me pedía lo mismo. A diferencia del resto de clientes que tenía en mi Onlyfans, él me pedía un directo, por el cual depositaba una buena cantidad en mi cuenta. Una vez me dijo que disfrutaba viéndome desnudar, pero solo si lo hacía para él. Llegamos a un acuerdo, yo era suya por completo, y me iba a honorar bien por mis servicios, a cambio de que solo hiciera eso con él.