LAMB es la nueva película de terror lanzada por ya una de las productoras más importantes del género A24, quién ya cuenta con más de una película tildada de obra de arte “Midsommar y Hereditary”.
Dejando de lado, lo que hay detrás de la producción de esta película, la película aborda muchos temas los cuales enlazamos con la pérdida, lo difícil que resulta hacer un duelo impuesto por una pérdida temprana, la maternidad y cómo afecta a la hora de gestionar los sentimientos, el miedo al fracaso y muchísimos más temas existencialistas del director islandés Valdimar Johannsson.
La película te rodea desde los primeros fotogramas a su atmósfera, su gélida, asfixiante y extrañamente tensa atmósfera. Poco a poco, la narrativa empieza a desvelarnos que está pareja de rebaño, no es tan idílica y que algo ha debido pasar para que la tristeza aborde cada uno de los planos.
Gélida, asfixiante y extrañamente tensa atmósfera
Poco a poco vamos entendiendo lo que sucede y sobre todo, en el minuto sesenta, la película se rompe con la llegada de su criatura. A partir de aquí todo se vuelve una fábula sobre la maternidad, el duelo y la aceptación de qué lo que tienen ante ellos es un milagro que en cierta manera los cegará a la hora de gestionar sentimientos nuevos cómo; la ira, la envidia y el miedo a perder lo que tienen entre manos.
La segunda mitad de la película, a mi parecer, pierde fuerza y se queda congelada en el tiempo y en el guión, todo lo que sucede suena a lo mismo que hemos estado viendo durante toda la primera hora. Los diálogos se vuelven predecibles y nada de lo que sucede tiene una conexión auténtica. Aun así, es una historia muy original con una dirección de fotografía impecable, unos encuadres que recuerdan a cualquier cuadro nórdico.
La banda sonora y el diseño de sonido también están exquisitos. Un montaje pausado, con momentos de angustia muy bien pautados. En resumen, LAMB o te conquista en su complejidad o te acaba aburriendo como tal. Para mí, una de las películas más interesantes que he visto durante este 2021. Clara candidata a representar a Islandia en los Oscar, y competir como mejor cinta de habla no inglesa
