Dani de la Orden: «Me hubiera gustado hablar sobre las inseguridades»

Me gustaría hablar de JD y Marcos…
¡Qué guay!

¿Por qué?
Mola mucho, porque en las entrevistas eran preguntas más superficiales sobre mi carrera y me mola que hablemos más a fondo de los personajes.

Pues como decía, hablemos de JD y Marcos porque ambos son personajes secundarios muy interesantes, me recuerdan a personajes que rompen la trama principal y añaden un componente cómico por lo absurdos que son. ¿En quién te has inspirado para crear estos personajes?

Marcos es mi mejor amigo del alma, Dani, porque Marcos al final lo que tiene es sentido del humor muy elaborado y absurdo, efectivo. Siempre lanza dardos y no da nunca una respuesta que quieres.

Yo creo que esto lo he vivido con él, a veces escucha, entonces tener esta especie de confesor me apetecía. Y me basé un poco con él este personaje, no creo que como absurdo, pero sí como contrapunto a David.

Marcos juega en ese humor absurdo más fácil de jugar para hacer de contrapunto de las movidas de David, aunque tampoco no es un gran drama.

Por eso te decía, pero mira por ejemplo JD que aparentemente entra muy plano y poco a poco vemos más un trasfondo.

JD es aquel tipo de persona que ojalá no tengas que hablar de de ningún tema serio con él, porque se pone pálido. Es de esos que sabes que no va a saber gestionar emociones porque ni él mismo quiere vivir emociones en su vida. Es una especie de ameba que solo le encanta el cine.

«Los personajes femeninos le dan mil vueltas, no físicamente, ni madurez, sino inteligentes”

¿JD no podría ser un David adolescente?

Si, pero David tiene habilidades sociales. David sabe tan bien sus defectos que no chulea y usa su don de gentes, porque lo tiene. Es un tío que conoce una tía en el cine y se acaba enrollando con ella.

Sin ser un tío guapo ni tenga nada que destacar, muy normal, creo que va tan de cara y de una forma tan honesta y es consciente de sus debilidades que las utiliza desde la comedia que acaba conquistando, no como un rompecorazones, pero sí como que puede llegar a gustar.

También es un tío muy inteligente en enamorarse de personas hiperelaboradas. Personajes femeninos que le dan mil vueltas, no solo físicamente, ni a nivel de madurez, sino de inteligencia. Gente rápida y que ponen soluciones rápidamente.

David no es un hombre materialista, nunca describe a una mujer en el libro por su físico, todas las descripciones hablan de la elocuencia, de la dignidad, de las pequeñas cosas que él se fija y eso le describe que sabe fijarse en lo que de verdad importa.

Y se enamora de verdad, David se ha llegado a enamorar y ser consciente que esa persona le da mil vueltas.
¿Qué escena has disfrutado más escribir?

He disfrutado mucho escribiendo en general, pero lo que menos he disfrutado fue escribir la trama del videoclub, porque al ser una trama puramente externa, un conflicto claro, era más aburrida, porque las emociones era más difícil poner sobre el papel.

Puede que como lector guste para ver que la historia sigue, que no habla solo de quién le gusta, sino que este tío está sufriendo porque va a perder su negocio, pero era complicado, porque va paralelo a la trama emocional y que me gustaba más escribir.

Lo pasa mucho tener que desarrollar un personaje y hacerla volver a la trama, como la madre de Elena, Mari Carmen, porque en literatura necesitas un tiempo para que el lector le importe ese personaje y luego no puedes dejarlos tirados. Las cosas de estructura me ha costado más.

La reescritura me permitió añadir más escenas de Marcos y David en el piso y darle más peso a esas escenas cuando vi el rumbo que tomaba la trama.

Me gustó mucho escribir la fiesta final y también cuando cambié el título, en un primer momento se iba a llamar “El amor se acaba, pero también es para siempre” o “Contenidos adicionales”, como elemento cinematográficos un poco pedante.

Incluso había capítulos que él soñaba con directores de cine y era algo guay porque aparecían para hablarle del amor en función de ellos.

¿El final parece que Marcos pueda seguir la historia, hay posibilidad que Marcos explique su historia?

El final ese está escrito como epílogo, de hecho de forma precipitado y meto la pandemia casi en calzador, porque s eterminó de escribir en plena pandemia y se me hacía raro escribir una historia en la que no apareciese la pandemia y puse ese apunte.

Y en realidad a mí me pasó algo así, porque poco cuando nos confinamos nos pegamos una última gran fiesta. Yo estaba en una fiesta en un piso con unos colegas y con mi novia en su piso. Pero estaba muy arriba porque a la editora le gustaba mucho el libro y de repente que David me dejaba de interesar y claramente me empezó a interesar Marcos.
Marcos, un personaje hermético emocional que no quiere nada que le debilite, que es pragmático, se burla de todo y tiene una fortaleza increíble y se enamora de alguien que tiene una teoría para todo, que le da una vuelta con su speech a todo, que es inteligente y elocuente y que no puedes hacer otra cosa que creer todo lo que dice.

Necesito que paremos de hablar del libro porque necesito preguntarte cómo se te ocurre poner foto del autor durmiendo y una pésima descripción.

¡Pero es divertido! ¿Es que qué voy a decir yo de autor? Me he descrito lo más parecido a cómo soy, un poco patoso, pero que intenta todo hacerlo lo mejor que puede, pero la va cagando. También tiene este punto de usar la autocrítica como defensa y ser consciente de las limitaciones y no intentar aparentar o ponerte una etiqueta que no tienes. Antes de que alguien se pregunte “¿Qué coño hace este tío escribiendo?” ya lo respondo yo y te soy sincero y también te digo que no sé qué hago escribiendo.

Entonces es un mecanismo de autodefensa y pido perdón, cómo cuando dirigí mi primera película que me colé por la puerta trasera.

Ya cuando lleve dos o tres novelas ya pondré “autor de..”, pero ahora mismo siento que me tengo que encontrar con mi libro, que puede que sea el último, pero ni que yo mismo sé qué hago aquí.

No ha sido planeado, ni tampoco ha sido fácil, “ahora cómo este hace películas, ahora aprovecha el tirón – tirón que no tengo, pero bueno-”. ¡Que la gente es muy hija de puta, oye! Y de repente antes de encontrarme con el comentario y con razón, pues ya les digo que aquí no hay ninguna pretensión autoral, ni de literatura, sino la única pretensión ha sido escribir esta historia y hacerla lo mejor que he sabido hacer.
No me sabe hacerlo de otra manera y de ahí esta descripción e invitación que espero que te guste.

¿Qué pregunta ha faltado en esta entrevista?
No sé, porque ha sido bastante… No me has preguntado cuáles son mis comedias favoritas, pero tampoco es que sea una pregunta que me interesara mucho responder.

¡Dani, esta es pregunta de cita!
¿Es de cita? Bueno. No tengo película, pero me fascina lo que hizo Nora Ephron que es de las pocas películas y la edad que tiene es de las pocas que no hay un elemento de conquista, sino que es una historia en paralelo entre él y ella al mismo tiempo.

Y creo que para la época que se estrenó era bastante moderno dentro de lo que cabe y la recuerdo con mucho cariño.