El cómico que dará el pistoletazo de salida a este ciberfestival del humor, es un hombre que le preocupa muy poco si lo que dice ofende o no a las masas. Y es que para Carlos Del Pozo “Todo Ofende”, como bien dice el show que estrenó en el Café Teatre Llantiol de Barcelona el pasado 4 de marzo y que, debido al protocolo activado para combatir el coronavirus, ha tenido que aplazar sus actuaciones hasta nuevo aviso.
Conozcamos mejor a un humorista con una amplia experiencia en el sector, habiendo participado en programas como Comedy Central. Y de paso, que nos cuente su confinamiento y qué tal lo lleva.
Desde el viernes 13 de marzo nos han pedido quedarnos en casa por prevención. ¿Cómo están siendo estas horas?
¿Tú conoces la expresión de “dormir con el enemigo en casa”? Pues esa es la idea. Lo estoy aprovechando para adelantar faena atrasada que tenía.
¿Cómo puede ayudar un cómico en situaciones como la que nos está tocando vivir?
No te creas que cambia mucho de la vida normal de un cómico. Tratamos de buscarle los tres pies al gato, sacarle punta a las cosas… Muchas veces la vida del cómico consiste en eso, en sacar una sonrisa a la gente. Más en situaciones como esta.
¿Qué te parece la reacción de la gente?
Los que lo hacen bien, felicitarlos. Ellos lo pondrán fácil para que todo esto pase. Los que lo hacen mal es para matarlos muchas veces. En este grupo, metería a los políticos, que la están cagando aún más.
En Todo Ofende tienes un estilo muy similar al que tenía en su día Pepe Rubianes. ¿Qué diría él del panorama político actual?
Estaría poniendo el grito en el cielo seguro. Primero de todo, con la clase política por su gestión de esta crisis. Primero de todo, gracias por compararme con él, aunque es como comparar el jamón y la mortadela. Pepe era un dios y yo soy un mero aprendiz. Hacen falta más cómicos como él. Ahora mismo, es más necesario Pepe Rubianes que el papel higiénico.
Hablando de tu espectáculo, que ha sido cancelado momentáneamente por el protocolo ¿cómo han sido hasta ahora las dos funciones que has podido realizar?
En realidad, no se ha cancelado por el protocolo. Ha sido por envidia del resto de cómicos, que han visto que me estaba yendo bien y se han inventado algo para que no siga. Ahora hablando en serio, la verdad es que ha ido genial. La reacción del público ha sido preciosa. Se lo han tomado con muchísimo humor y lo que más me ha gustado es que gente no me conocía me ha dicho que ha salido muy satisfecha. Ninguno ha salido con mal sabor de boca, un poco incomodos sí por lo que digo, pero se han reído a gusto. Con eso me conformo.
Podríamos decir que con ese título tendrías a la clase política encima de ti, no vayas a pasarte con ellos.
Mira, me he contenido bastante para no hablar mucho de política, por un tema de prudencia. Lamentablemente en este país o eres blanco o eres negro a nivel político. No he tocado ese tema porque no me conviene que me cierren puertas. Pero hay para un rato largo para hacer humor con ellos, solo que muy pocos se lo toman bien.
¿Has temido ofender a otros colectivos?
No. La ofensa está en la cabeza del que se ofende, no de lo que diga el cómico. Mientras el artista esté libre de culpa y el público es suficientemente maduro para entender que eso es un show, tira millas.
La ofensa está en la cabeza del que se ofende
Repasando tu historial de comedia. ¿Hay algún día que tengas marcado a fuego en tu memoria?
¿Por dónde empiezo? A parte del típico espectador que pone en duda que seas tú el que hace el monólogo, hay también gente que te cuenta chistes para ayudarte a hacer el monólogo. Pero recuerdo una anécdota en un show que hice, donde había una persona invidente en primera fila. Estaba llorando y la gente pensaba que era por tristeza, que le había ofendido. Resulta que estaba llorando de la risa y eso creó una situación cómica, porque la gente empezó a reírse por esa situación. Fue gracioso, porque el responsable de esa risa no fui yo, sino el momento.
¿Qué gag nos contarías para pasar estos días?
Yo haría un gag que tengo sobre el ponerse en forma estos días que nos toca estar encerrados. Porque no entiendo lo que hace la gente con los cuerpos. Una cosa es ponerse en forma y la otra es machacarse. ¿Tú has visto las caras de asco de las modelos de Victoria Secret? Que van caminando con una pinta como diciendo “vaya asco de vida, llevo 3 meses comiendo acelgas. Como siga así voy a cagar una liana”. Además, no sirven ni para pasar droga, las pones a contraluz y trasparentan las bellotas.
Test confinamiento:
¿Qué echas de menos de salir a la calle?
La multitud de la gente. Así te puedes echar un pedo y nadie sabría que has sido tú.
¿Con quién lo estás pasando?
Con mi mujer y mi hija preadolescente. Lo llevamos bien, salvo por patadas en las paredes y gritos puntuales bien.
¿Has empezado un nuevo hobbie?
Sí. Limpieza profunda de la casa. He limpiado rincones de la casa que desconocía.
¿Qué fue lo primero que compraste en el súper?
Fruta, sobretodo eso.
¿Has empezado alguna serie?
Sex education.
¿En qué inviertes las 24 horas que te toca pasar en casa?
Leer. Ya suelo leer bastante, pero ahora que tengo más tiempo, le estoy dando bastante caña.
