Xeinn ha vuelto con nuevo sencillo, llamado Hilo Rojo. En “Hilo Rojo”, XEINN tejió una narrativa cálida, vulnerable y marcada por el recuerdo de lo que pudo ser. Junto a PMP Sounds y Fectro, dos productores con peso en la escena urbana, construyó un paisaje sonoro luminoso, que combina texturas actuales con un tono íntimo que abraza la nostalgia sin caer en la tristeza.
La letra se abre con un gesto de duda y destino: “Tal vez no era el momento, y no sé si es cuestión de tiempo”, trazando desde los primeros versos la sensación de un reencuentro inesperado que desafía lo que quedó pendiente. Hemos hablado con él sobre el proyecto musical, las inseguridades y sus planes de futuro.
Sacas un Xeinn un poco más sensual, también más romántico. Tienes ese rollo nostálgico, pero a la vez cañero y divertido para bailar. Entonces te quería preguntar si cuando nos vimos el año pasado, que comentabas que tenías unas siete u ocho canciones por lanzar, “Hilo Rojo” estaba entre ellas.
Sí, sí, estaba entre ellas. Y de hecho ahora creo que tengo aún más, no lo sé. Mi intención es sacar una al mes: esa es la intención, no necesariamente lo que va a pasar, pero sí lo que quiero que pase y para lo que estoy trabajando. Y, en efecto, “Hilo Rojo” era una de ellas.
«Habrá una canción al mes»
¿Por qué la sacas ahora y no elegiste anteponer otra canción?
Se debe principalmente a dos razones… bueno, tres en realidad. Primero, porque iba a salir en septiembre y al final ha salido en noviembre. Se ha retrasado mucho: hubo cambios, empecé con otra distribuidora, temas de timing. Por eso ha salido en noviembre y no cuando lo tenía pensado.
Segundo, porque creo que era interesante sacar esta canción porque es un poco diferente a toda la vibra que podría estar sacando: en letra, ritmo… inicia un Xeinn un poco más urbano, pero melódico, bonito, romanticón. Me hacía ilusión empezar esa nueva etapa desde ese punto de vista, porque también tengo canciones que son más tristón-nostálgicas, y de hecho la siguiente va a ser así, para ir avisándolo ya. La siguiente tira más hacia eso que me nace a mí, hacia ese punto más… tristón.
Y la tercera razón es porque tengo canciones espectacularmente buenas que quiero lanzar un poco más adelante, para ir generando esa costumbre de sacar canciones, enganchar a gente, que cada vez más gente vaya “pillando” el proyecto, y después pegar un boom con esas canciones que, personalmente, son muy buenas. He trabajado con Tumbao, que es productor de Lola Índigo, y con Atajo, con Quevedo. Son dos temas muy buenos que quiero mimar. Entonces prefiero sacar muchas canciones antes, y que esas sean como… no lo último del proyecto, pero sí salgan en un momento en el que ya hayas sacado mucha música y el camino esté más construido.
«Me hacía ilusión empezar esa nueva etapa»
Es decir, te has dedicado un año a perfeccionar esas canciones que ya tenías preparadas. Ha pasado de todo en tu vida como artista, pero por fin, después de un año, ese anuncio que dabas a principios de 2025 ahora sí se va a materializar con este nuevo proyecto.
Cierto, totalmente. De hecho, empieza con “Viejos tiempos”.
Exacto. Vino “Notas de voz” también. Temazo. Y de hecho creo que mezclas una canción ya conocida, porque hay un momento en el que la melodía me sonó a algo que ya tenía en la cabeza.
Sí. No mucha gente se ha dado cuenta, pero hay gente que sí. Muy avispados. Muy bien. Mucha cultura musical.

¿Por qué pusiste esa melodía ahí? Tiene que ser un guiño.
A ver, sí, es un guiño. Es una canción histórica. De hecho, hay mucha gente que la ha “reversionado” de esa manera, ¿no? Esa parte es como conocidilla. Lo más conocido de esa canción es esa parte icónica. Yo cogí esa idea, pero me quedé ahí: no la continué. Quería hacer un mini guiño que tampoco fuera muy evidente, pero me apetecía. Es una canción que me gusta históricamente y dije: “Oye, creo que puede quedar bien”.
Me dio la sensación de que era como volver hacia atrás, como si esa canción estuviera sonando en esa historia.
No lo sé… en verdad no podría decirte que lo pensé así. Podría decirte: “Vamos a darle un toque”, más que otra cosa. Es verdad que la canción original habla un poco de otra cosa. Es más sexual, de hecho, en ese sentido. Pero sí, a mí me transmite vibras del pasado porque la escuché mucho en ciertos momentos de mi vida y dije: “Me voy a meter esa parte”. Tenía sentido y entraba muy bien. Y puede tener un sentimiento o una sensación más allá del mero hecho de que quede bien.
Y entonces venimos a “Hilo Rojo”, que tiene como tres partes. Empieza romántica, luego sigue romántica, y ya en la segunda mitad te vas a algo más sensual. Hay una frase: “esa carita qué bien te queda, te quiero comer de desayuno y de cena”. Creo que “comer a alguien” no tiene pinta de ser cereales. ¿Vas a sacar una parte más sensual a nivel musical con lo que viene? Porque tú vas a tocar palos más urbanos y lo urbano tiende a jugar con sensualidad, sexualidad, todo eso.
En efecto, lo toco un poco más que en otras canciones previas. Va a depender de la canción también, porque no siempre hay que hablar de eso. A mí no siempre me gusta ser sexual porque me parece demasiado evidente. Es verdad que lo urbano te tira hacia ahí, pero yo no lo estoy metiendo de una manera súper explícita porque no forma parte de mi ser. Me parece más interesante hacerlo desde un punto de vista un poco diferente. Pero sí, va a empezar a formar parte de este nuevo Xeinn. Este Xeinn que ya empezó, pero…
«Voy a empezar a ser más sensual» – XEINN
Como ha pasado un año, entiendo que las canciones se han revisado y preparado. Te quería preguntar si el cambio de proyecto también significa un cambio de idea: hace un año contabas que ibas a sacar una al mes, pero ¿se puede materializar al final en un EP digital que las reúna? Lo digo porque has tenido tiempo para pensarlo.
Sí, total. Es algo que al principio no pensaba, pero ahora es una alta probabilidad y una alta posibilidad, sobre todo por la gran cantidad de canciones que estoy empezando a componer. No da tiempo a sacarlas todas, y si saco todo así, a lo mejor tengo que esperarme un año más. En algún momento sí que me gustaría agruparlo todo.
Pero no es la idea principal. Lo que me gusta es ir sacando música de manera frecuente, frecuente, frecuente. Mimar durante un mes una canción: la mimo, trabajo en redes, preparo el lanzamiento… y al mes siguiente va otra, para tener esa constancia e ir consiguiendo gente que poquito a poco se vaya incorporando al proyecto y a lo que yo hago.

Claro, porque aunque ahora lo divides y lo trabajas por lanzamientos, esto también lo has pensado en global. ¿Sientes que hay una historia, un hilo que lo puede unir todo bajo un mismo paraguas?
Totalmente. Yo creo que sí, 100%. Por poderse hacer, se puede hacer. Y además creo que todo tiene un sentido común, cosa que muchas veces no pasa. Hay artistas que van creando sin conexión, y eso es algo que yo no quería hacer personalmente: no quería ir haciendo cosas que no tuvieran mucho que ver. Quería centrarme en un sonido mío, muy personal.
De hecho, esto es fuerte: ayer terminamos de componer una nueva canción y, en una parte, hablo de “Viejos tiempos”, hablo de “Notas de voz” y hablo de “Hilo Rojo” en tres o cuatro frases. Y dices: ¿cómo? Pues porque siempre todo esto está implícito de alguna manera en mí. No es que yo piense “vamos a terminar esto en un álbum”, pero sí tengo esa perspectiva de que todo tenga una conexión, que todo tenga una razón de ser, y que no sea como una persona distinta en cada tema. Eso no me gusta.
Entonces no sé si 100% lo haré o no, pero sí que cada vez coge más fuerza: primero, porque todo tiene un hilo conductor, que es importante en un álbum; y segundo, por la cantidad de temas que tengo. Si no lo saco agrupado de alguna manera, no sé cómo lo voy a sacar.
La madurez de un artista
Hay una cosa que me gusta escucharte: del Xeinn del año pasado al de ahora se te nota mucho más maduro, como que la idea está más consolidada. Entonces te pregunto: ¿en 2026 va a haber una gira donde todo esto se materialice en directo? ¿Estás trabajando en ello?
Estoy trabajando en… bueno, lo hablamos… trabajando en baile. Trabajando en una puesta en escena, sobre todo en baile. Estoy trabajando el baile como bailarín, porque de ahí se desarrolla luego el baile como artista. Al final tienes que coger tablas como bailarín, digamos.
Pero sinceramente es algo que todavía no hemos pensado del todo y te explico por qué: el proyecto ahora mismo tiene tres canciones (podemos contar “Eco”, podemos contar alguna más). Evidentemente esas canciones en un concierto se van a cantar, pero no es material de sobra para hacer un concierto en condiciones de duración. Preferimos construir una base primero: material para cantar, y a partir de ahí pensarlo.
Un concierto de seis o siete canciones se queda un poco pobre. Puede ser un mini concierto, sí, pero 2026 va a ser un año muy interesante por todas las producciones y todas las canciones que vamos a sacar. Es que hay canciones muy buenas, muy, muy, muy buenas.
¿Cambio de planes?
¿Y qué pasaría si pegas el petardazo con la cuarta canción? Imaginemos: llegamos a mayo, pegas un boom, entras en listas, la gente empieza a hablar de ti, te empiezan a hacer entrevistas… ¿ahí cambiaría el proyecto? ¿Se abriría la puerta a conciertos y festivales con ese repertorio?
Totalmente. Eso totalmente. Hay un punto que considero importante, que es la repercusión. Estamos construyendo todavía el proyecto, consiguiendo gente poco a poco. Pero hay tres puntos que tienen que resolverse: primero, tener un material de canciones sólido (y eso ya casi no es problema); segundo, tener un show/performance que me gustaría preparar; y tercero, quién va a estar viéndonos, porque por mí empezaría a hacer conciertos ya.
A veces esos puntos te frenan: con qué canciones cuento, qué performance voy a hacer y qué gente va a venir. Eso siempre te tira un poco para atrás. Pero si funciona algo en mayo, yo encantado de participar en lo que haga falta. Y si me dicen “empieza a hacer conciertos”, sea lo que sea, yo voy a estar ahí.
El lado más personal de Xeinn
Quiero abrir un bloque más personal. ¿Sientes esa presión de “y si hago una sala en Madrid y no la lleno, soy un mal artista”?
A veces. Antes sí, muchísimo más. He tenido un cambio de mentalidad bastante importante en estos últimos meses a raíz de leer un libro muy interesante: “El camino del artista”, de Julia Cameron. Es espectacular. Aun así siguen existiendo bloqueos, lo que ella llama bloqueos creativos, pero al margen de eso, evidentemente todo artista tiene miedo: a una mala crítica, a expectativas que no se cumplen, a que tu cabeza quiera que todo sea de otra manera.
Pero yo actúo, hago conciertos. El otro día estuve en un restaurante tocando con banda, un concierto súper interesante. Otra cosa es hablar de mi música, cantar en directo mi proyecto, y eso me encanta y sé que puedo hacerlo.

Lo que te frena a veces es: con qué canciones cuento, qué puedo ofrecer, y sobre todo la gente que va a ir a verlo. Eso es lo que más pesa. Hay que tener valor para decir “me da igual, yo lo voy a hacer”. También es verdad que en una sala pequeña no voy a hacer una performance de baile porque no hay espacio. Ese aspecto más diferencial se deja para algo futurible: cuando esto funcione y se pueda hacer algo en sitios más grandes, ahí sí incorporar esa parte. Y claro, también influye la cantidad de canciones y el público, evidentemente.
¿Crees que es más sensible cantar tus canciones que cantar un cover? Quiero decir: si cantarás la original que todos tenemos en mente, ¿te daría menos vértigo que cantar la tuya?
En este cambio creativo que estoy teniendo… al principio, hace unos meses, sí. Surgen dudas. No valoras igual tu música que la de otras personas, sobre todo canciones que ya han funcionado. Tiendes a desmerecer tu arte porque es tuyo, porque tienes un crítico interno boicoteándote.
Pero cuando sabes lidiar con eso y empiezas a escuchar menos esa voz, valoras tu música desde otro lugar. Tu arte siempre lo vas a valorar distinto al de otros, pero a mí me gusta lo que hago y creo en mi música.
Y tengo que decir que últimamente tengo mucha confianza en mi música. Eso ha cambiado mucho y me alegro de que haya pasado. No quita que a veces tengas dudas, claro, como persona que eres. Pero estoy convencido de que la música es buena.
El disco
¿Habrá alguna colaboración en estas canciones? ¿Tienes a alguien en mente?
De momento no. No me cierran colaboraciones y mucho menos, pero soy muy exigente con mi proyecto y no quiero que cualquiera participe. Y también es difícil encajar creativamente con alguien. A veces conoces a un cantante y dices: “me mola lo que haces, vamos a hacer algo”, pero no es tan fácil ni tan rápido. Es cuestión de azar, de conocer a alguien que te guste lo que hace y estar en sintonía.
Yo casi no me junto con artistas, tengo amigos que son cantantes, pero hacen otros géneros. ¿Cómo vamos a encajar? Y ahora mismo quiero ser muy fiel a lo que estoy haciendo. No me apetece, de repente, hacer una balada o un pop rock, porque estoy focalizado en este sonido.
Pero si en algún momento encuentro a alguien que me guste lo que hace y estamos en la misma onda, 100% colaboro. Me da igual si tiene un seguidor o un millón: me importa su música, si suena bien, si hay talento. Tenemos que estar en la misma sintonía y ya.
Al principio has mencionado que este año ha habido cambios en tu música, en tu equipo… Has hablado de distribuidora. ¿Cómo ha sido ese cambio y qué te llevó a hacerlo?
La distribuidora con la que lancé “Viejos tiempos” y “Notas de voz” es encantadora. Súper libre: te puedes ir cuando quieras, llevarte tu catálogo cuando quieras. Pero es más indie.
Y yo pensé: “quiero dar un salto”. Tampoco es que me haya ido a la distribuidora más top del mundo, pero sí a una más cercana a lo urbano. Me interesaba porque tiene más contacto con lo que me interesa a mí: playlisting, networking, ese tipo de cosas. Tuve una reunión con ellos, me llamaron la atención y dije: “oye, es un contrato de un año, vamos a probar”. Y de momento bien. Habrá que ver si nos interesa en el futuro, pero trabajan bien y se mueven dentro de un género que me interesa.
¿Eso te puede cambiar los planes del proyecto? ¿Pueden decirte “no saques una al mes, saca otra cosa”?
No, porque una distribuidora no te puede obligar a eso. Una discográfica que invierte en ti sí puede controlar más el proyecto, pero una distribuidora se encarga de subir tu música y ayudarte con sus alcances. Mientras tú les digas “quiero subir este tema, se llama así”, lo suben y punto. No es lo mismo.


