Volver a casa por Navidad es uno de esos gestos que se repiten año tras año casi de forma automática. Maletas, billetes, prisas y la promesa del reencuentro marcan el inicio de unas fechas tan esperadas como emocionalmente intensas. Sin embargo, detrás de la imagen idealizada de la Navidad se esconde una realidad más compleja, hecha de cansancio acumulado, nostalgia, presión familiar y estrés. Precisamente ahí es donde OUIGO ha decidido poner el foco con su nueva campaña navideña.
Bajo una mirada más humana y consciente, la compañía de alta velocidad lanza una iniciativa que invita a reflexionar sobre cómo nos afecta realmente regresar a casa en estas fechas. Lejos de quedarse en el trayecto físico, la propuesta se adentra en el viaje emocional que muchos viven cada diciembre.
El “Síndrome de la Vuelta a Casa”, una realidad silenciosa
Para entender mejor este fenómeno, OUIGO ha impulsado junto a IPSOS Digital un estudio de opinión en varios de sus destinos, entre ellos Barcelona. Los resultados revelan una realidad poco visible: 7 de cada 10 españoles sienten la necesidad de prepararse mentalmente antes de volver a casa por Navidad, una experiencia que la compañía ha bautizado como el “Síndrome de la Vuelta a Casa”.

El estudio pone de relieve que, junto a la ilusión del reencuentro, conviven emociones como el estrés, el agotamiento o la presión por cumplir expectativas familiares. Un cóctel emocional que convierte un viaje esperado en un desafío personal para muchas personas.
Barcelona, entre la ilusión y el desgaste emocional
Los datos sitúan a Barcelona como una de las ciudades donde este desgaste se vive con mayor intensidad. Los barceloneses son quienes declaran llegar más cansados al final del periodo navideño y quienes perciben con mayor fuerza el impacto del estrés económico. Además, es la ciudad con menor intención de volver a casa por Navidad, aunque más de la mitad mantiene ese regreso anual, incluso cuando reconocen que preferirían otros planes.
A pesar de ello, la ilusión sigue presente. La experiencia navideña en Barcelona se mueve entre emociones contrapuestas: ganas de reencontrarse, necesidad de desconectar y la sensación de tener que prepararse mentalmente para afrontar los días en familia.
Cada generación vive la Navidad de forma distinta

El estudio también refleja cómo la edad influye en la forma de vivir estas fechas. Los más jóvenes muestran menor intención de volver a casa, aunque son quienes experimentan mayor tristeza cuando la Navidad termina. En los tramos intermedios, la ilusión convive con la presión familiar y una mayor apertura al apoyo psicológico. A partir de los 36 años, el cansancio y el estrés ganan peso, especialmente entre quienes sienten la responsabilidad de sostener las dinámicas familiares.
Una diversidad de vivencias que confirma que no existe una única manera de afrontar la Navidad, y que todas las emociones son válidas.
Felices Vueltas, una Navidad más consciente sobre raíles
A partir de estas conclusiones, OUIGO lanza Felices Vueltas, el eje central de su campaña navideña. La iniciativa busca acompañar a quienes regresan a casa durante estas fechas ofreciendo un espacio de pausa, reflexión y preparación emocional… incluso antes de llegar al destino.

Durante los días 17, 18, 22 y 23 de diciembre, los viajeros que se desplacen entre ciudades como Barcelona y Madrid podrán participar en charlas a bordo con psicólogos profesionales, entre ellos Patri Psicóloga y Alicia González. Un acompañamiento pensado para hacer más llevadero el trayecto y ayudar a gestionar la “mochila emocional” con la que muchos afrontan los reencuentros familiares.
Un viaje que también cuida el bienestar
Con esta campaña, OUIGO transforma el trayecto en algo más que un desplazamiento. Felices Vueltas propone convertir el viaje en un momento de autocuidado, alejándose del ruido y la exigencia que suelen rodear a la Navidad. Una invitación a escuchar cómo nos sentimos, reconocer límites y llegar a casa desde un lugar más sereno.

