El Ninebot E3 Pro de Segway se presenta como una alternativa práctica para quienes necesitan moverse con fluidez por la ciudad sin depender del transporte público. Pensado para trayectos diarios, ofrece un equilibrio interesante entre potencia, autonomía y comodidad, apoyándose en una estructura robusta y una conducción estable incluso en condiciones menos favorables. Su apuesta por la seguridad, con intermitentes integrados y un sistema de freno combinado, lo convierte en un patinete urbano completo. Su precio ronda los 399 € según la tienda.
En esta reseña repaso cómo rinde en desplazamientos reales, qué tal funcionan su suspensión, frenos y neumáticos, si su autonomía se ajusta a las expectativas, qué aporta su diseño frente a otros modelos de su segmento y para qué tipo de usuario resulta más recomendable.
Diseño y construcción
El Ninebot E3 Pro apuesta por una construcción sólida, con un cuerpo amplio y estable que transmite sensación de durabilidad desde el primer momento. Sus dimensiones —1165 × 563 × 1235 mm plegado y 1235 × 564 × 445 mm desplegado— lo convierten en un patinete de presencia notable en comparación con modelos más compactos.

Ese tamaño repercute en estabilidad durante la conducción, aunque también en la maniobrabilidad al transportarlo. Con 17,9 kg, es un patinete que se siente robusto, moderno y cercano a una moto ligera más que a los modelos urbanos más minimalistas.
La pantalla a color es uno de sus elementos mejor resueltos: ofrece información clara, justa y fácilmente visible incluso bajo luz directa. El mecanismo de plegado es firme aunque requiere cierta familiarización; desplegar resulta sencillo, pero plegarlo puede costar algo más debido al volumen total del conjunto. En hogares pequeños o pisos sin espacio de almacenamiento, su tamaño puede convertirse en un reto, especialmente cuando se debe mover a pulso.

Configuración y experiencia de uso urbano
El E3 Pro está diseñado para integrarse en la movilidad diaria: es un patinete pensado para trayectos urbanos, desplazamientos al trabajo, al instituto o para moverse con libertad entre barrios. La conducción se percibe suave y precisa gracias a la suspensión delantera y trasera de elastómero, que absorbe irregularidades del pavimento con un tacto cómodo y sin rebotes.
En pendientes responde con solvencia gracias al motor de 400 W de potencia nominal y picos de hasta 800 W. Su capacidad para afrontar inclinaciones de hasta el 18 % lo convierte en una opción fiable para ciudades con desniveles moderados.
La estabilidad a 25 km/h, su velocidad máxima homologada, resulta sólida y controlada, reforzada por la combinación de ruedas de 10 pulgadas sin cámara y el sistema de control de tracción (TCS), que se hace notar especialmente en suelo mojado.

La seguridad es uno de los elementos más diferenciales del E3 Pro. Para mí, los intermitentes son un gran punto a favor, sobre todo en zonas donde compartes calzada con bicicletas y tráfico motorizado. La visibilidad y la comunicación con el entorno mejoran notablemente gracias a este sistema, que aporta una capa de seguridad poco habitual en patinetes urbanos. A ello se suma un faro delantero de 4 W y una luz trasera bien integrada, elementos que refuerzan la sensación de control en cada trayecto.
Frenos, suspensión y control
La combinación de freno de tambor delantero y frenado electrónico trasero ofrece un control firme y progresivo. Como es habitual en patinetes nuevos, al inicio puede sentirse algo brusco, pero la potencia de frenada es adecuada y transmite seguridad.
Los neumáticos tubeless de 10” proporcionan una sensación de agarre muy similar a la de una moto ligera. Bajo lluvia, la tracción se mantiene firme, y junto al TCS ofrece una conducción estable incluso en superficies resbaladizas. La suspensión doble aporta un confort notable en el día a día, aunque puede sentirse ligeramente firme en pavimentos muy irregulares.
Autonomía y eficiencia

La batería de 368 Wh promete hasta 55 km de uso teórico, aunque esta cifra depende del peso del usuario, el tipo de recorrido y la velocidad media. En mi caso, el uso moderado permitió casi una semana sin recargar, suficiente para cubrir desplazamientos cotidianos sin preocuparme por la autonomía.
El modo Sport consume más energía, pero la batería se comporta de manera estable y predecible. El tiempo de carga aproximado de siete horas resulta ideal para hacerlo durante la noche y disponer al día siguiente de la batería completa. La resistencia al agua IPX5 en el cuerpo e IPX7 en la batería añade tranquilidad durante días de lluvia ligera.
Valoración final
El Ninebot E3 Pro es un patinete eléctrico pensado para quienes buscan una solución robusta, estable y segura para moverse por la ciudad. Su motor responde con fuerza en pendientes, su suspensión suaviza la conducción diaria y sus neumáticos ofrecen un agarre destacable incluso en mojado. El sistema de intermitentes es una de sus grandes fortalezas, aportando una seguridad adicional poco habitual en su categoría. La pantalla clara y la autonomía suficiente para una semana de uso moderado completan un conjunto versátil y cómodo.
En el lado menos favorable encuentro su peso y dimensiones, que pueden resultar poco prácticos en viviendas pequeñas o para quienes necesiten transportarlo a pulso con frecuencia. Es un patinete pensado para rodar, no para cargarlo. Aun así, por su diseño, su comportamiento en asfalto y la seguridad que transmite, es ideal para estudiantes universitarios, trabajadores de oficina, repartidores urbanos y cualquier persona que dependa del patinete como medio cotidiano de desplazamiento.


