Mañana se estrena en exclusiva La esposa del detective, la nueva ficción sonora de Audible.es. En ella, María Molins da vida a Margarita Debón, una mujer que descubre su talento oculto para la investigación.
Conocida por su vasta trayectoria en cine, televisión y teatro, la actriz nos revela cómo abordó este desafío interpretativo en el mundo de la ficción sonora, un formato inmersivo que, según ella, requiere un enfoque completamente único. A continuación, compartimos su visión sobre el proyecto y su proceso para dar vida a uno de los personajes más fascinantes de este cozy crime.
¿Qué te atrajo de Margarita Debón cuando recibiste la propuesta de participar en La esposa del detective? ¿Y qué dirías que la hace un personaje tan particular dentro de esta ficción sonora?
Me atrajo lo primero de todo que fuera una comedia. El hecho de que se tratara de un matrimonio que está pasando por una crisis, que Margarita proponga hacer terapia y que la terapia consista en involucrarse en el trabajo del otro, del cónyuge. Lo que me atrajo de Margarita es que, aunque ella se dedica al negocio de catering y la comida, descubre un talento oculto para la investigación. Cada capítulo trae un caso diferente, y creo que la ficción habla de cómo, al involucrarse en algo fuera de tu rutina, puedes descubrir habilidades que no sabías que tenías.
Un personaje con dos caras
En esta producción interpretas a una mujer que equilibra su vida familiar con un negocio de catering. ¿Cómo trabajaste esa mezcla entre lo cotidiano y la investigación desde la interpretación del audio?
Creo que lo cotidiano es clave para descubrir los casos. Margarita, con su intuición y los recursos que usa, resuelve problemas dentro de su trabajo diario. Me parece muy interesante que, al final, lo cotidiano sea lo que permite desentrañar los casos. Además, creo que hay un componente muy importante en mostrar cómo las mujeres que han llevado una vida doméstica, en casa, con una familia, tienen la capacidad de llevar una empresa. Porque en realidad, llevar una casa es muy complicado, necesitas una organización que se asemeja mucho a la de una empresa. Margarita combina esta habilidad con su faceta investigadora, y eso es lo que la hace tan interesante.
La ficción sonora tiene un lenguaje propio, muy distinto al audiovisual. ¿Qué te ha aportado como actriz trabajar en un formato inmersivo y qué retos te ha supuesto?
El reto principal es que no tienes una cámara frente a ti ni un público que te vea el cuerpo entero, ni la cámara que te permite jugar con planos. En la ficción sonora, todo lo que tienes es la voz. Necesitas concentrar toda tu energía en cómo dices las cosas, en el ritmo, en la respiración, en cómo se coloca cada frase para que llegue con la fuerza que debe. Es vital que se entienda todo, porque no puedes depender de gestos o miradas como en el cine o la televisión. La dicción es clave en este formato, y aunque no siempre se le da la importancia que merece, es esencial para que el oyente entienda cada palabra.
Las mil caras de María Molins
A lo largo de tu carrera has interpretado personajes muy diversos. ¿Qué aprendizajes de esos trabajos has podido aplicar ahora a Margarita?
Cada personaje que hago me aporta algo nuevo como actriz. Es como una paleta de colores: cada personaje tiene sus matices, algunos son más oscuros, otros más claros. Margarita es muy interesante porque, aunque su vida es bastante rutinaria, su descubrimiento de un talento oculto le da una nueva dimensión. A medida que la historia avanza, Margarita se convierte en una gran detective, lo que añade colores a su personalidad. Todos los personajes anteriores que he interpretado me han dado herramientas para construir a Margarita, un personaje que evoluciona y se va transformando, y eso es lo más bonito del proceso.
Después de tantos años de trayectoria, ¿qué dirías que sigue siendo lo más importante del oficio de actriz? ¿Qué es lo que aún te mueve a seguir buscando nuevos personajes, nuevos formatos, nuevos retos?
Para mí, lo más relevante es conectar con la emoción. La cultura, el arte, la música, el cine, la televisión y la ficción sonora tienen un poder enorme para cambiar conciencias y abrir las mentes de las personas. La cultura tiene esa luz, esa capacidad de sanar. Igual que cuando vas al hospital por una fractura, el alma y las emociones también necesitan sanación, y creo que el arte es una vía directa para lograrlo. Eso es lo que me sigue motivando: la posibilidad de tocar las emociones de los demás a través de mi trabajo.
