El Honor 400 5G llega al mercado español con una propuesta clara y bien segmentada. Está disponible en dos configuraciones: una versión con 8 GB de RAM y 256 GB de almacenamiento por 379 euros, y el modelo que centra este análisis, con 8 GB de RAM y 512 GB de memoria interna, que se comercializa por 429 euros. Dos opciones que apuntan a usuarios que buscan fluidez, autonomía y espacio de sobra sin entrar en precios de gama alta.
Tras un par de meses de uso intensivo, la sensación general es la de estar ante un teléfono diseñado para rendir de forma constante, sin sobresaltos y con una autonomía que marca diferencias. No es un móvil que busque llamar la atención por un único aspecto, sino ofrecer un conjunto sólido y equilibrado.
Diseño y construcción pensados para el uso real
El Honor 400 5G destaca por un diseño especialmente delgado, con 7,3 mm de grosor y un peso de 184 gramos, cifras que se notan desde el primer momento en la mano. Es un terminal ligero, cómodo y fácil de manejar incluso durante largas jornadas, algo clave para quienes trabajan con el móvil constantemente.

Los materiales no buscan competir en lujo con otros fabricantes que apuestan por acero o cristal pesado, sino que priorizan la practicidad. El uso de plástico contribuye a reducir el peso y, en la práctica, ofrece una resistencia notable. Tras varias caídas accidentales, el dispositivo no presenta daños visibles, lo que refuerza esa sensación de móvil preparado para el día a día.
La certificación IP65 añade un extra de tranquilidad frente a salpicaduras, polvo o pequeños accidentes cotidianos. No es un teléfono acuático, pero sí lo suficientemente protegido como para no vivir con miedo a un descuido.
En lo estético, el acabado trasero con efecto sombreado aporta un toque elegante y moderno. La isla de cámaras, aunque robusta y algo elevada, transmite solidez. Es cierto que genera un ligero desnivel al apoyarlo sobre una superficie plana, algo que se corrige fácilmente con una funda.
Configuración técnica y rendimiento sostenido
En el interior, el Honor 400 5G monta el Snapdragon 7 Gen 3, un procesador octa-núcleo acompañado por la GPU Adreno 720. No se trata del chip más potente del mercado, pero sí de uno especialmente equilibrado en términos de rendimiento y eficiencia energética.
Durante el uso real, el sistema se muestra ágil en todo momento. Multitarea, pantallas divididas, redes sociales, correo, fotografía y vídeo conviven sin problemas. No he detectado ralentizaciones ni calentamientos, incluso en jornadas exigentes donde el móvil se convierte en la principal herramienta de trabajo.

La versión con 512 GB de almacenamiento interno es uno de los grandes argumentos del dispositivo. Medio terabyte sigue siendo una cifra poco habitual en esta gama y permite trabajar con tranquilidad, almacenar fotografías, vídeos y documentos sin preocuparse por el espacio. Para muchos usuarios profesionales, este detalle por sí solo puede marcar la diferencia.
La conectividad está bien resuelta, con 5G, Wi-Fi 6, Bluetooth 5.4, NFC, infrarrojos y compatibilidad Dual SIM, incluyendo opción eSIM. En la práctica, la velocidad de conexión y la facilidad para transferir datos entre dispositivos resultan especialmente destacables.
Pantalla AMOLED como eje de la experiencia
La pantalla AMOLED de 6,55 pulgadas es uno de los puntos más sólidos del Honor 400 5G. Su resolución de 2736 x 1264 píxeles y la capacidad para mostrar 1.070 millones de colores se traducen en una experiencia visual muy cuidada.
Lo que más destaca es la calidad del color y la profundidad de los negros. El negro es realmente negro, sin ese brillo artificial que aparece en otros paneles por la retroiluminación, lo que mejora notablemente la visualización de contenido multimedia y el descanso visual.
En el día a día, la pantalla se comporta de forma excelente tanto en interiores como en exteriores, y se convierte en uno de los elementos que elevan la percepción general del dispositivo por encima de lo habitual en su rango de precio.
Cámara versátil, con límites claros
El Honor 400 5G apuesta fuerte en fotografía con un sensor principal de 200 MP con IA y estabilización óptica (OIS), acompañado por una cámara ultra gran angular de 12 MP y una cámara frontal de 50 MP.
En condiciones de buena luz, los resultados son muy satisfactorios, con imágenes nítidas y bien procesadas. En escenas con poca luz, el comportamiento también es mejor de lo esperado, con una gestión correcta del ruido y del color.

El zoom digital, que alcanza hasta 30x, tiene sus límites. Hasta un nivel moderado mantiene buena calidad, pero al forzarlo aparece pixelado y pérdida de definición. Es una limitación lógica en un zoom digital, especialmente en un modelo que no es la versión Pro. Aun así, los perfiles específicos —como conciertos o fuegos artificiales— ayudan a equilibrar luces y colores en situaciones complejas.

El editor con IA puede recuperar tomas ligeramente borrosas, lo que añade un punto de flexibilidad para usuarios menos técnicos. Para fotografía cotidiana, viajes y momentos familiares, el conjunto cumple con solvencia.

Batería que marca el ritmo
La batería de 5.300 mAh, basada en tecnología de silicio-carbono, es uno de los grandes puntos fuertes del Honor 400 5G. En uso intensivo he terminado jornadas largas con alrededor de un 46 % de batería restante, incluso combinando trabajo, llamadas, Bluetooth y horas de reproducción musical.
Es un móvil que permite olvidarse del cargador durante el día, algo especialmente valioso para quienes trabajan en movimiento. La carga rápida por cable permite recuperar energía con rapidez, aunque en la práctica no se convierte en una urgencia constante gracias a la buena autonomía.
Software enfocado a la productividad
El Honor 400 5G llega con Android 15 bajo MagicOS 9.0, una capa que destaca por su fluidez y su buena gestión de la multitarea. El sistema responde con rapidez al trabajar con varias aplicaciones abiertas o en pantalla dividida, algo fundamental para perfiles profesionales.
La estética es colorida, con widgets compactos y bien diseñados. Algunas aplicaciones propias de Honor pueden resultar prescindibles, pero se pueden eliminar sin problemas, lo que permite adaptar el sistema al gusto de cada usuario.
Conclusión: un Android fiable y muy bien posicionado
El Honor 400 5G no busca ser el móvil más llamativo del mercado, pero sí uno de los más coherentes. Su combinación de rendimiento estable, autonomía sobresaliente, pantalla de calidad y gran capacidad de almacenamiento lo convierten en una opción especialmente atractiva para usuarios que necesitan un teléfono fiable, ligero y resistente.
Por su precio, especialmente en la versión de 512 GB, resulta incluso infravalorado frente a lo que ofrece. Es un dispositivo pensado para trabajar, moverse y usar sin preocuparse constantemente por la batería, el espacio o el rendimiento. Un Android equilibrado, bien construido y preparado para acompañar durante años.


