Granada fue testigo de una jornada vibrante donde la velocidad se mezcló con la música y el espíritu joven. Pepsi participó en la primera edición de Kart Royale, una competición de karts eléctricos que reunió a algunos de los principales creadores de contenido del país, marcando un nuevo hito en la intersección entre deporte, entretenimiento y cultura urbana.

La marca no se limitó a patrocinar el evento: compitió con su propia escudería, liderada por los hermanos Buyer —Javier (@xbuyer) y Eric Ruiz (@ericruiiz)—, dos de los creadores más populares de TikTok con más de tres millones de seguidores combinados. Junto a ellos, completó el equipo Alen Vicente (@alenvicente), también parte de la familia Buyer, con más de 800 mil seguidores en la plataforma.
Una escudería con identidad propia
El espíritu rebelde y creativo de Pepsi se trasladó al circuito con una escudería diseñada para destacar tanto en la pista como fuera de ella. Los pilotos compitieron con monos, cascos y un kart vinilado creados por Fake Gods, la firma de moda urbana cofundada por Eric Ruiz, que aportó su sello visual y estético a la propuesta.
Esta colaboración refuerza la conexión de la marca con el universo streetwear y con una generación que entiende la moda como una forma de expresión. En un entorno dominado por la adrenalina, Pepsi logró convertir el circuito en una pasarela de actitud y estilo.
Mystery boxes y sabores con velocidad

Durante la competición, Pepsi añadió un toque de originalidad al evento con sus mystery boxes, mecánicas de juego que otorgaban ventajas sorpresa a los pilotos. Inspiradas en sus sabores más icónicos —Pepsi, Zero Lima y Zero Cherry—, estas cajas podían ofrecer ventajas como el Carril Rápido Lima, que permitía circular por un tramo más veloz, o la ventaja Cherry, que aumentaba la velocidad del kart en un 10%.
Estas dinámicas no solo potenciaron la emoción de la carrera, sino que reflejaron el carácter atrevido, experimental y divertido que define el ADN de la marca.
Saiko, el mystery driver que revolucionó el circuito
La gran sorpresa de la jornada llegó con la aparición del mystery driver, un piloto cuya identidad se mantuvo en secreto hasta mitad de la competición. Tras una espectacular entrada al circuito, se reveló que se trataba del artista granadino Saiko, figura clave de la escena urbana y una de las voces españolas con mayor proyección internacional.

Su llegada al evento no solo encendió la emoción del público, sino que también sirvió de escenario para una primicia muy esperada: el anuncio de su nuevo álbum, Los Angelitos, revelado en directo con una entrada escénica a la altura del misterio que había generado.
Una actuación sorpresa que hizo vibrar a Granada
El cierre de la jornada vino acompañado de otro momento inolvidable. En la fan zone de Pepsi, Saiko ofreció una actuación sorpresa que congregó a cientos de asistentes. El artista interpretó temas como SUPERNOVA y LOKENECESITAS, en un concierto breve pero intenso que convirtió el final del evento en una celebración colectiva.
Entre luces, energía y ritmo, el público vivió uno de los instantes más comentados del día, consolidando la apuesta de Pepsi por conectar la música y el entretenimiento en experiencias reales.
Pepsi, una marca en movimiento
Para Pepsi, esta acción marca un paso más en su relación con la cultura urbana y el público joven. “La cultura urbana está en el ADN de Pepsi, y por eso buscamos constantemente espacios, activaciones y formatos donde esa esencia cobre vida de forma genuina”, explicó Núria Bombardó, directora de Marketing de Bebidas de PepsiCo. “Kart Royale ha sido el escenario perfecto para hacerlo realidad, trasladando la personalidad rebelde y auténtica de nuestros nuevos sabores a una experiencia en vivo.”
Desde la incorporación de Saiko como piloto sorpresa hasta las dinámicas interactivas inspiradas en sus sabores, la marca reafirma su papel como creadora de momentos icónicos. Con esta iniciativa, Pepsi demuestra una vez más su capacidad para innovar y conectar con las nuevas generaciones a través de la emoción, la música y el espíritu de juego.


