La esencia de los cafés parisinos aterriza en Barcelona. La icónica cadena PAUL, nacida en 1889 y considerada una de las grandes embajadoras del savoir faire francés, abre por fin sus puertas en la Ciudad Condal. Lo hace con dos locales estratégicamente situados —uno en Rambla de Catalunya, 29, y otro en Avenida Diagonal, 433—, con la promesa de convertir el desayuno, el brunch y la merienda en auténticos rituales franceses.
Este desembarco marca el inicio de la expansión nacional de la marca de la mano de Scope Investment, con la que PAUL refuerza su presencia internacional. Con más de 850 locales en 56 países, la firma combina tradición, elegancia y modernidad para ofrecer mucho más que pan y pasteles: una experiencia sensorial que evoca directamente un boulevard parisino.
Boulangerie, pastelería y restaurante: la experiencia PAUL

Fiel a su espíritu artesanal, los locales de PAUL en Barcelona funcionan como boulangerie, pastelería y restaurante, donde cada producto se elabora a diario en el obrador propio de la calle Bailén. Los visitantes pueden disfrutar desde croissants y macarons hasta el tradicional paillasson de patata con salmón o los huevos pochés con aguacate, ideales para el brunch.
“El objetivo de PAUL siempre ha sido crear momentos de placer que reflejen el arte de vivir francés. Apostamos por la calidad, la tradición y un servicio cercano, cuidando cada detalle para que la experiencia sea tan auténtica como en un café de París”, explica Maxime Holder, presidente de la compañía.

“El público español busca calidad y autenticidad”
Para Richard, portavoz de PAUL en España, la llegada a Barcelona responde a una evolución natural del mercado: “Barcelona ha importado desde hace años la cultura del pan francés, pero faltaba una experiencia completa: boulangerie, pastelería, café y restaurante bajo un mismo techo. El cliente español aprecia la calidad y está dispuesto a pagar un poco más por un producto saludable, sin colorantes ni aceite de palma”.

Además, Richard subraya que PAUL cuenta con un comité científico propio, compuesto por médicos y expertos en nutrición, que garantiza un equilibrio entre sabor y bienestar. “Es la única marca de restauración con un comité de este tipo. Buscamos ofrecer productos con ingredientes naturales, manteniendo todo el sabor tradicional”, señala.
La marca, además, incorpora opciones veganas, sin gluten y elaboraciones con menos azúcar, pensadas para adaptarse a las nuevas necesidades de los consumidores sin perder su autenticidad. «Las personas con diabetes no podrán comer libremente, porque el azúcar es imprescindible para nuestras creaciones, pero sí podrán disfrutar una porción más pequeña de nuestros pasteles», cuenta Richard.
Aperturas en Madrid y nuevos servicios de catering y delivery
Tras el éxito del debut barcelonés, PAUL se prepara para abrir dos locales en Madrid antes de fin de año: uno en Chamartín, previsto para noviembre, y una flagship en la calle Serrano, que contará con la terraza más grande de toda la avenida.
“Queremos entrar en zonas prime, con locales muy visuales que den visibilidad a la marca. A partir de ahí podremos crecer con ubicaciones más pequeñas, pero igual de cuidadas”, afirma Richard.

La expansión vendrá acompañada del lanzamiento de un servicio de catering y delivery, con el que la compañía busca acercar la experiencia PAUL a hogares, oficinas y eventos privados. “A partir de finales de año, se podrán pedir nuestros productos directamente a casa. Queremos que PAUL esté presente también en las celebraciones cotidianas”, adelanta el portavoz.
Sabor francés con alma local
Aunque el ADN de PAUL es indiscutiblemente francés, la marca busca adaptarse a cada ciudad manteniendo su identidad. “En Barcelona trabajamos con proveedores locales seleccionados uno a uno para alcanzar la calidad que queremos. Y haremos lo mismo en Madrid con productores de la zona”, comenta Richard.
El portavoz confirma que la firma introducirá productos inspirados en la gastronomía local, como panes tipo coca catalana o bocadillos con jamón ibérico. “Somos una marca francesa, pero queremos que cada local tenga su propio acento. Que quien venga a PAUL viva una experiencia francesa, pero con alma mediterránea”, resume.


Hablando del desembarco de PAUL en España, la encargada de Paul, Elmira Belyalova, ha comunicado que para Navidad esperamos una gama especial de productos de PAUL inspirados en las tradiciones españolas. Entre estas novedades encontramos el típico Roscón de reyes relleno de nata, pero también clásicos de la cultura francesa como el Galett de frangipane con mazapán, los brioches navideños bañados en chocolate o el panetone, de origen italiano. Esta gama de productos estarán disponibles a partir del próximo mes en todos los obradores de PAUL en España.
135 años de historia y una tradición que conquista el mundo
Fundada en Lille en 1889, PAUL es sinónimo de pan artesanal, mantequilla auténtica y café con aroma a elegancia francesa. Más de 135 años después, la familia Holder continúa al frente del negocio, preservando la esencia artesanal que convirtió a esta pequeña panadería familiar en una marca global con presencia en 56 países.


Su llegada a España inaugura un nuevo capítulo en su historia: el de un país que, como Francia, sabe disfrutar de las pequeñas cosas. Y ahora también, de un croissant perfecto.