La escena cultural madrileña abre hoy un nuevo capítulo con la entrega oficial de las llaves del Teatro Calderón a beon. Entertainment. A partir de este momento, la productora asume la gestión integral de este icónico espacio del centro de Madrid, con el objetivo de convertirlo en un motor de innovación escénica bajo la dirección de su CEO, Dario Regattieri.
El emblemático teatro, que abrió sus puertas en 1917 y suma más de un siglo de historia, inicia una nueva etapa con una propuesta que aspira a revitalizar su programación y a consolidarlo como uno de los grandes referentes de la oferta cultural en la capital. La gestión no solo incluirá la programación teatral habitual, sino también la coordinación de su terraza LÍRICO, situada en la última planta del edificio.
Un proyecto que apuesta por la cultura y el patrimonio
Para beon. Entertainment, la adjudicación de la gestión del Teatro Calderón supone mucho más que una nueva línea de trabajo. Es, según palabras de su CEO, “un honor poder contribuir a la sociedad ofreciendo una propuesta renovada y ambiciosa a este espacio histórico”. Regattieri destaca también el compromiso de la compañía con el talento, la creatividad y la preservación del patrimonio como pilares del nuevo rumbo que tomará el Calderón.
La entrega de llaves representa, además, un gesto simbólico en un momento en el que la recuperación y activación de espacios culturales cobra especial relevancia. En este sentido, la productora se posiciona como un agente clave en la revitalización del tejido escénico madrileño, promoviendo nuevas oportunidades para creadores, compañías y profesionales del sector.
Visión transformadora para un escenario histórico
La propuesta de beon. Entertainment busca convertir el Teatro Calderón en un lugar de encuentro con vocación internacional, sin perder de vista sus raíces locales. Esta transformación, según ha anunciado la compañía, se plasmará en una programación dinámica, diversa y abierta a distintas disciplinas artísticas, así como en una experiencia cultural más cercana al público actual.
Con esta nueva etapa, el Calderón no solo refuerza su legado histórico, sino que se prepara para mirar al futuro con una mirada contemporánea, adaptada a las necesidades del presente sin perder su esencia. Una apuesta por la cultura viva que reafirma a Madrid como una ciudad en constante diálogo con sus espacios escénicos.
