Esto me recuerda que cuando somos pequeños, si escuchábamos que alguien se metía con nuestros padres, salíamos a enfrentarnos como si fuese para nosotros. ¿Recuerdas si leíste o escuchaste críticas destructivas hacia tu madre?
Mi madre siempre se tomaba la vida con mucha filosofía y humor. Decía: Mira, a estas alturas de mi vida, he hecho todo lo que he hecho. Tengo derecho a equivocarme, a decir algo fuera de lugar, aunque no una barbaridad, pero sí a cometer errores. Soy Sara Montiel, y me lo he ganado.
Cuando recibía críticas, simplemente se reía. Me enseñó a entender cómo funciona el mundo mediático, a aceptar que muchas noticias solo buscan generar expectación y que, en la mayoría de los casos, ni siquiera son ciertas. Aprendí de ella a lidiar con eso, a no tomármelo demasiado en serio.
Cuando veía algo sobre mí, me reía, y mi madre se reía conmigo. Era como un aprendizaje compartido, una forma de aceptar que ese es el mundo de la prensa del corazón. Así es este mundo, me decía. Aunque, claro, en su época era diferente.
Cuando yo era pequeño, la prensa rosa era más respetuosa, más blanca. Todo era distinto. Mi madre lo vivió de cerca, y su manera de enfrentarlo me ayudó a entenderlo. Con ella aprendí a reírme de esas cosas, a tomarlas con ligereza, porque no vale la pena tomarlas demasiado a pecho.
«Es que me gusta ser natural»
¿Cuál es el mayor aprendizaje que te has llevado de Sara Montiel?
Lo que más me inculcó mi madre desde pequeño fue el tesón, el trabajo duro y la importancia de ser natural, humilde y siempre mantener los pies en el suelo. Creo que eso ha sido fundamental en mi vida. Ser uno mismo es clave, y es algo que mi madre siempre me enseñó.
A veces la gente me dice: Eres demasiado natural para ser artista. Y yo les respondo: Es que me gusta ser natural. Creo que crear cercanía con las personas es esencial, porque al final todos somos seres humanos. Independientemente del trabajo que tengamos, venimos del mismo lugar y vamos al mismo destino.
Esa enseñanza es una de las cosas por las que más gratitud siento hacia mi madre. Los consejos que me dio siempre giraban en torno a ser como soy. Habrá quienes lo valoren y quienes no, pero al final es mi vida, no la de los demás.