El artista Zeus Montiel llega a YOUNG para presentar su último sencillo «Nos atrevimos«. Es el cuarto sencillo que el artista publica este 2024, detrás del hit «La noche está buena» o «Ma cherie«. El exconcursante de la octava edición de Gran Hermano VIP e hijo de la leyenda cinematográfica Sara Montiel, se sincera en esta entrevista en profundidad sobre su vida, carrera musical y proyectos.
Bienvenido Zeus Montiel a YOUNG. Estábamos hablando antes de empezar sobre el uso de la Inteligencia artificial en la industria musical, ¿qué opinión tienes?
No lo considero apto ni evidente. Puede ser que algunos sientan algo similar al «síndrome de la hoja en blanco» que afecta a los escritores. Es cierto que la inteligencia artificial podría servir como un impulso creativo inicial, pero no creo que sea adecuada para desarrollar todo el proceso. Además, hay que tener mucho cuidado con cómo se utiliza, porque el mal uso podría llevar a situaciones extremas, como las que se imaginaron en películas como Terminator en los años 90, con SkyNet y la rebelión de las máquinas.
En el caso de la música, aunque entiendo que puede ser útil en ciertos aspectos, no creo que deba usarse de forma generalizada. Personalmente, nunca la he empleado y no soy partidario de hacerlo.
«Este tema es un pequeño homenaje a México y su música tradicional»
¿Eres de los que teme la tecnología?
No, al contrario, soy muy friki de la tecnología. Me gusta mucho y pienso que es necesaria. Es adaptarse o morir. Hay que evolucionar como humanidad y saber emplearlas. Esa es la palabra.
Zeus Montiel, acabas de publicar «Nos atrevimos«, ¿a qué te has atrevido?
Este tema es un pequeño homenaje a México y su música tradicional. Se trata de un tumbado mexicano fusionado con pop, algo que quise hacer especialmente para mi reciente viaje a México, donde estuve hace un par de semanas para presentarme en sociedad, por así decirlo, a través de mi música. Fue mi manera de rendirle un guiño al país atreviéndome a explorar un estilo más tradicional dentro del pop.
La verdad, estoy muy satisfecho con este tema, porque refleja una etapa en la que me atrevo a hacer cosas nuevas. Curiosamente, siento que ahora, siendo mayor, me lanzo más a experimentar que cuando era más joven, aunque podría parecer lo contrario. Cuando uno es joven tiende a ser más impulsivo, pero con los años, la experiencia y el uso de razón te permiten atreverte con cosas diferentes, quizás con más confianza.
En este tema también me adentré en contar una historia sobre relaciones pasionales, específicamente entre un hombre y una mujer. Quise explorar esas relaciones que no buscan compromisos, sino que simplemente se viven en el momento, dejando que la pasión guíe.
«Ahora me atrevo a confiar mucho más en mí mismo»
Me ha gustado mucho que haya sacado la idea de «cuando soy más mayor, me atrevo a hacer más cosas». ¿Consideras que el Zeus que tengo yo ahora, diez años después de haber arrancado esa carrera musical, es más libre?
En lo personal, he notado que lo que siento y vivo se transmite también a nivel profesional, especialmente en la música. Ahora me atrevo a confiar mucho más en mí mismo, algo que antes me costaba. Sigo lidiando, como muchos, con el síndrome del impostor, esa sensación de no ser lo suficientemente bueno o capaz de cumplir con las expectativas de los demás. Es algo que he experimentado de manera muy intensa, pero he logrado ir liberándome de ese peso poco a poco.
Hoy en día me siento mucho más seguro, más liberado, y eso se refleja tanto en mi vida personal, donde la gente empieza a conocerme mejor, como en mi vida profesional, donde siento que estoy evolucionando constantemente. Creo que esa evolución es posible, gracias a Dios, porque he aprendido a confiar en mi propio proceso y en mi capacidad.
«Aprendí a no tener miedo a equivocarme»
¿Te has librado del síndrome del impostor, Zeus?
Aunque el síndrome del impostor sigue apareciendo de vez en cuando, ya no tiene el mismo peso en mi vida. Es como si me hubiera despedido de él. Me di cuenta de que cuando confías en ti mismo y en lo que piensas, las cosas pueden salir bien. También aprendí a no tener miedo a equivocarme, algo que antes me paralizaba porque sentía que todo tenía que salir perfecto. Ahora sé que equivocarse es parte del aprendizaje y que no pasa nada si sucede.