ALEZ presenta su primer EP titulado “VIBRA”. Una colección de canciones donde explora nuevos géneros musicales, con una producción y composición impecables y certeros. Este nuevo capítulo es un reflejo de la evolución musical de Alez que ofrece un sonido fresco y auténtico, resultado de sus letras directas con ritmos cautivadores.
Un claro ejemplo de ello son “Me puse a elevar” y “mentalfísica”, primeros singles adelanto de este nuevo proyecto que han calado profundamente en sus seguidores y crítica.
Bienvenido Alez a tu primera entrevista en YOUNG. Para romper el hielo, ¿esas ilustraciones de la portada de tu EP «Vibra», a qué hacen referencia?
Cada elemento está relacionado con una canción diferente. Por ejemplo, la luna está conectada con Mentalfísica, el gato con Frenética, el uso de la Alhambra con El Incomprendido, los tulipanes con Anti-social, y la botellita que aparece aquí está vinculada con otra canción. Incluso, la moto y la gran rosa también tienen su propio significado en el contexto de las canciones.
Esta idea siempre estuvo en mi mente desde que era muy joven. Durante muchos años he querido que en la portada aparecieran símbolos, emoticonos o dibujos que representaran las canciones. Finalmente, he podido hacerlo realidad, y creo que el resultado refleja perfectamente esa intención.
¿Habrá gira de firma de discos, Alez?
No, aún no, no es algo que esté contemplado, pero nunca se sabe. Puede que en algún momento lo planee junto con mi equipo y tiremos milla, pero de momento no.
«Tenía claro que quería algo que reflejara una montaña rusa»
Me llama la atención el orden de «Vibra» como disco, porque podrías haberlo ordenado con un hilo conductor secuencia y, en cambio, se han desordenado, ¿por qué?
La idea era que la portada respondiera a la vibra del tema. Me costó mucho tomar esta decisión, pero tenía claro que quería algo que reflejara una montaña rusa, como se ve aquí en la portada. Quería que todo estuviera, como tú dices, disperso: que subiera de repente, bajara de golpe, y me llevara de un lugar a otro inesperadamente. Buscaba transmitir esa sensación, porque las vibras son eso, algo que realmente se siente, no algo lineal o predecible.
También es un mensaje reivindicativo sobre vivir el momento. Cuando estamos mal, solemos recordar lo bien que estábamos antes, pero cuando estamos bien, rara vez nos detenemos a disfrutar plenamente de ese estado. Eso es lo que quería expresar: la idea de moverte de un lado a otro, de un estado a otro, sin seguir una línea recta. Quería que eso quedara plasmado tal cual, para que se sintiera auténtico.
«El Incomprendido es un bolero»
El Incomprendido es un tema que me llama especialmente la atención dentro de tu tracklist, primero por ser la única colaboración. El tema lo firmas junto a Alez Ponce, y segundo, porque sonoramente me resuena a un Mariachi o una ranchera.
Exacto, esa es la idea. Surgió cuando estaba en casa de un productor con el que he trabajado. Él creó unos arreglos que sonaban como los de Narco, y me gustaron mucho. Al día siguiente fui directamente al estudio y le dije a mi productor: «Quiero hacer algo así, ya, del tirón». Él captó la idea rápidamente y pensó en el bolero como base.
Al final, es un bolero, pero con toques de trap y esos detalles propios del género urbano. Todo empezó a encajar de forma natural, y dijimos: «Vamos a por ello, tiremos millas, puede salir algo muy guay». Y, efectivamente, salió adelante. Esta canción está aquí, y es la que mejor está funcionando, la que más le gusta a la gente. Estoy súper, súper contento con el resultado.
«Todavía hay vibra para rato»
¿La historia de amor que se cuentan en estas seis canciones continuarán en tus futuras composiciones o se va a quedar en «Vibra»?
No, esto no se cierra aquí, todavía hay vibra para rato. Me estoy dando cuenta de que a la gente le está sorprendiendo mucho que sea algo tan diferente, que no siga una línea fija. Como tú dices, estamos muy acostumbrados a que todo sea lineal: una canción conecta con otra y juntas cuentan una historia. Pero a mí me gusta que cada persona escuche el disco como quiera.
Si alguien está de bajón, puede empezar con Incomprendido, y si está de fiesta, puede ponerse Frenética. Eso es lo que me encanta, que la gente elija su propia experiencia. Por ejemplo, Morat tiene canciones de desamor que, aunque hablen de rupturas, las cantan con una energía feliz. Es como si disfrutaras la canción, incluso cuando la letra es triste.
Quiero que mi música sea así: un recorrido que sube y baja constantemente, algo que no sea predecible, pero que siempre conecte con las emociones de quien lo escucha.
«Mentalfísica» es una canción que no entiendo que la hayas situado al final.
Fue la primera canción que saqué después de la academia, así que tiene un significado especial para mí. Además, pienso mucho en la experiencia del que escucha.
Es verdad que cuando alguien lanza un disco, las primeras canciones suelen ser las que más has trabajado o las que ya has sacado como sencillos, y eso hace que quien escucha tienda a irse directamente a las siguientes, buscando algo nuevo.
Por eso decidí estructurarlo así: al principio pongo las más recientes, las que son completamente nuevas, y dejo Mental Física al final. Es la canción que más se ha escuchado, la que más le gusta a la gente, y creo que merece cerrar el disco porque le da ese toque especial. De esa manera, el oyente empieza descubriendo lo nuevo y termina encontrándose con algo familiar, que ya sabe que le gusta.
«Vibra encapsula un año entero de mi vida»
¿Por qué, teniendo la oportunidad de sacar disco, Aliz, por qué has elegido hacer un EP?
Esa es una muy buena pregunta, y la verdad es que pocas personas me la han hecho. Este disco surgió porque sentía la necesidad de contar algo muy específico: Vibra encapsula un año entero de mi vida. Las seis canciones que lo componen están basadas en experiencias reales que he vivido este año, todas sin excepción.
Es posible que, en el futuro, hable de otras etapas o emociones diferentes, ya sean vivencias anteriores o cosas que ocurran más adelante. Pero este disco, en concreto, refleja todo lo que he sentido y vivido en este último año.
«Coincidimos en que sentimos que hemos aprendido en un año lo que alguien de 40 años aprende en toda su vida»
Permíteme que te pregunte por aquí, ¿qué sentiste cuando se apagaron las luces de Operación Triunfo y te encontraste con la realidad?
Es un momento de dualidad extraño. Por un lado, parece que todo se acaba, pero, por otro, es cuando realmente empieza todo. No sabes qué va a pasar, y eso genera muchas dudas, nervios y pensamientos constantes, como si estuvieras recibiendo demasiados estímulos al mismo tiempo.
El otro día hablaba con Violeta sobre esto, y coincidimos en que sentimos que hemos aprendido en un año lo que alguien de 40 años aprende en toda su vida. Ha sido una experiencia muy intensa a nivel psicológico. De hecho, estoy yendo al psicólogo porque es importante cuidar la salud mental y seguir disfrutando de la vida.
Ha sido un año duro, sin duda, pero también muy gratificante. Gracias a las dificultades que he vivido durante este tiempo, he podido hacer realidad todo esto.
«Es importante recordar que crear lleva tiempo»
Alez, ¿Has sentido esa presión y prisas por sacar disco después de OT por miedo a dejar de ser relevante y que tu proyecto musical muera?
Siempre tengo esa sensación de prisa, esa duda constante. Es como si sintiera la necesidad de estar sacando cosas nuevas todo el tiempo, y entiendo que ahora vivimos en una era en la que eso parece ser lo normal. Lo vemos, por ejemplo, en TikTok: pasan seis segundos y ya estamos viendo el siguiente contenido. Esa obsesión con lo nuevo, nuevo, nuevo, no para.
Es verdad que tengo un equipo increíble, con gente mayor que sabe cómo gestionar los tiempos, pero también hay un público más joven que siempre quiere algo fresco. Sin embargo, creo que es importante recordar que crear lleva tiempo. Picasso no pintó El Guernica en dos días. Necesitó meses. Y es lo mismo aquí: yo también necesito tiempo para crear algo que realmente tenga valor.
Este verano, por ejemplo, muchos estuvieron trabajando sin parar, pero yo sentí la necesidad de frenar. Todo estaba yendo tan rápido que no estaba disfrutando de mi familia, de mi pareja, del sol, de nada. Tuve que bajar a tierra y tomar un respiro.
Por eso siempre digo que todo necesita su tiempo, tanto en lo personal como en lo profesional. Si algo no está saliendo ahora mismo, es porque se está preparando algo mejor. Todo llega a su debido momento, y es importante respetar ese proceso.
Dejando de lado que «Vibra» cuenta una historia de amor, ¿piensas que todas estas experiencias que has vivido lo vas a usar en tus próximas composiciones?
En general, todas mis canciones tienen un toque de libertad, porque yo soy una persona muy libre. No me ando guardando las cosas, si tengo algo que decir, lo suelto.
Es cierto que en El incomprendido hay un par de pinceladas sobre cosas que pasaron, pero suelo ser bastante visceral y directo. No me preocupa demasiado soltar lo que siento, incluso si parece que no tiene mucho sentido para los demás.
¿Qué hay dentro de El Incomprendido?
Creo que me lo voy a guardar para mí.
Para terminar, Alez, ¿qué pregunta no te he hecho y quieres añadir?
Nadie me ha preguntado por el corazón rosa que aparece aquí – en la portada-. Todo el mundo piensa que está relacionado con el amor, pero no es eso. Es un guiño a Liam Payne, quien lamentablemente nos dejó hace poco.
Ese corazón es muy parecido al suyo y quería que fuera un homenaje. Crecí escuchando a One Direction, tanto en grupo como en sus carreras individuales, y han sido una gran influencia para mí. Era importante dejarlo plasmado en mi primer trabajo, porque han sido parte de mi vida desde que se formó la banda.
Es mi manera de decir que no nos olvidemos de quiénes nos inspiran y nos acompañan en el camino. Al fin y al cabo, estoy hecho de todas esas influencias, y este guiño es un agradecimiento a todo lo que me ha llevado hasta aquí.
Esto me hace preguntarte, porque lo de Liam ha sido muy reciente, si había otra ilustración previamente y se ha añadido posteriormente.
De hecho, justo cuando pasó lo de Liam, estábamos terminando el proyecto. Le dije a Andrea, mi directora, que quería que quedara ese guiño. Curiosamente, en el diseño quedaban libres unos espacios cerca del corazón. Había un diseño con estrellitas, pero no me terminaban de convencer, así que decidí que en lugar de eso pusieran el corazón.
El ilustrador, Muñoz, fue quien lo hizo, y cuando lo vi, me encantó. Ahí supe que tenía que quedarse.
